The Walking Dead 1x04 - 'Vatos': Análisis
Lo admito: tengo una predilección especial por las historias post-apocalípticas. Y dentro de éstas, me encanta ver el tipo de reacciones extremas humanas y me encanta ver los primeros instantes de confusión, por lo que, por poner un ejemplo, me encantaron los inicios de "Apocalipsis" ("The Stand") de Stephen King, y me encantó el piloto de esta serie. Pero otro aspecto que me resulta también muy atractivo es el de la situaciones de congregación humana que se dan posteriormente, como puede ser Rogue River o Black Jack en "Jericho", o las localizaciones de la saga de videojuegos "Fallout", en los que puedo pasar horas explorando para encontrar geniales lugares como Black Mountain o la República de Dave. ¿Qué quiero decir con todo esto? Que quizá no sea muy objetivo cuando digo que me ha encantado este "Vatos", ya que tiene uno de esos ingredientes que me apasionan. ¿Qué os ha parecido a vosotros este episodio? ¡Y recordad que seguimos actualizando por debajo de este post!
Hermanas.
El episodio abre con una inusual y pacífica escena, en la que Amy y Andrea, las dos hermanas, se encuentran en una canoa pescando en las azules y tranquilas aguas de la cantera.
En ese tranquilo lugar las chicas parecen ajenas a todo el caos y muerte que se extiende por el mundo, y conversan tranquilamente sobre su infancia, dándose cuenta de que su padre les enseñó a pescar de diferente modo. A Andrea, más valiente y dura, le enseñó a pescar para conseguir comida, mientras que a la dulce Amy le enseñó a hacerlo de modo que no hiriese a los peces y pudiese devolverlos al agua. Esos recuerdos las emocionan, devolviéndoles a la realidad. No son dos chicas de pesca... son dos mujeres perdidas en un horrible mundo, y mientras recuerda, con dolor, su infancia junto a su familia, no muy lejos de ellas, alguien cava las que podrían ser sus tumbas.
En cierto modo, al igual que en el cómic, las chicas parecen bastante ajenas al horror y el peligro que les rodea... y eso puede ser peligroso para ambas... pero especialmente para alguien tan frágil como Amy.
Hermanos.
Mientras las dos hermanas disfrutan de ese relajado pero emotivo momento, regresamos a Atlanta, donde un furioso Daryl amenaza con matar a T-Dog por haber abandonado a Merle allí, provocando que éste corte su mano.
La pistola de Rick en la nuca parece tranquilizarle, y Daryl, más racional que su hermano, analiza un poco la situación. Durante toda la semana se ha estado repitiendo la misma pregunta al comentar la serie, la cual era, "¿por qué Merle no cortó las esposas en vez de su mano?". La respuesta, como era bastante evidente, es que la sierra no era lo suficientemente dura como para cortar el metal, ni de las esposas ni de la tubería, por lo que Merle, ante el acoso de los zombies, tuvo que tomar la horrible decisión de mutilarse para escapar.
El racista aparentemente sabe arreglárselas, y tras, según las observaciones de su hermano, improvisar un torniquete, ha conseguido escapar por otra puerta del tejado (esa era otra duda que teníamos), un camino que el grupo de Rick sigue, marcado por el rastro de sangre que deja Merle. Un rastro que debería llevarles hasta él... de no ser porque Merle, duro él, tras haberse cortado la mano, aún tuvo las agallas necesarias para cauterizar la herida utilizando un metal al rojo vivo, deshacerse de algunos zombies usando una llave inglesa, y salir a la calle por una ventana. Un hueso duro de pelar, este Merle.
Mecánico.
Hemos hablado de alguien que está cavando tumbas, un horrible presagio de lo que está por venir. Ese alguien es Jim, ese hombre de gorra y pocas palabras que hemos visto un par de veces en anteriores episodios. Ahora parece estar enloquecido, cavando como un maníaco bajo el abrasador sol.
Dale trata de razonar con él, pero no hace el menor caso, así que pide ayuda al resto. Shane vuelve a tomar el papel de líder, pidiendo explicaciones al hombre, pero este se muestra a la defensiva, y todo desemboca en una corta pelea que Shane, a su estilo, finaliza inmovilizando a Jim. El hombre se derrumba, y aunque hasta entonces había sido bastante silencioso y arisco, revela su historia, la cual nos hace comprender el por qué de su comportamiento: su familia fue despedazada por los zombies ante sus ojos... y eso le está enloqueciendo, como ocurriría con cualquiera.
Como está asustando a los niños y se comporta de modo violento, Shane, con sus sutiles soluciones, ata al pobre Jim a un árbol, desde donde, más tranquilo, pide disculpas a todos. Pero dice algo bastante desconcertante... estaba cavando porque había tenido un sueño la noche anterior. Es extraño... y todos le miran como a un bicho raro. Él, mientras, a lo suyo, dice a Carl que no se preocupe, que su padre volverá... y aconseja a Lori que no se separe del pequeño. ¿Qué le pasa a Jim? ¿Está perdiendo la cabeza? No... está advirtiendo a todos que no bajen la guardia. Que no se acostumbren tan rápido a la tranquilidad... que deben estar prevenidos y alerta.
La bolsa.
Incapaces de seguir más el rastro de Merle, que se ha perdido en las calles, los cuatro aventureros deciden hacer una búsqueda cercana por los bloques de edificios, que probablemente resulte inútil, pero que servirá para calmar a Daryl. El problema es que para ello deben recorrer las calles... y para recorrerlas necesitan armas para defenderse... así que es hora de ir a por la bolsa de Rick.
En ese momento es Glenn quien toma el mando, y para sorpresa de todos, crea un plan casi militar, que desde luego no parece propio de un repartidor de pizzas. Pero, por desgracia, por más que hayan meditado el plan pensando en el posible movimiento de los zombies, no consideran el factor desestabilizador que será constante en la serie como lo es en los cómics: los humanos.
La aparición de los que parecen miembros de una banda mexicana se salda con una paliza a Daryl, el secuestro de Glenn, y una flecha en el culo de uno de los secuestradores. Por suerte, consiguen conservar las armas... y a uno de los miembros de la banda, a quien usarán para llegar hasta Glenn.
Daryl, un tío violento, cabezota, y racista, pero que sabe arreglárselas, es probablemente el mejor personaje añadido respecto al cómic. No tiene reparos en hacer lo que sea necesario en cada momento... como cuando arroja la mano de su hermano al chico para intimidarle diciéndole que pertenece a alguien con quien peleó antes. La treta funciona... y el chico les dirige con su gente.
Vatos.
"Vato" es una palabra usada en México que sirve para referirse a un chico joven de un modo medianamente despectivo. La banda que se hace llamar Vatos es liderada por un tal Guillermo, quien está al mando de un grupo de gente organizada, precisa y valiente (salvo quizá el jovencito al que Rick y los demás capturan, el tal Miguelito... quien caminaba por la ciudad solo y pegando gritos... un modo perfecto de convertirse en comida para zombies).
De cualquier modo, el resto de ellos se muestra como hombres duros que no tienen miedo de Rick y sus amigos... y que están dispuestos a arriesgar la vida del chico para conseguir la bolsa de armas. Porque, como Daryl dice, ahora las armas valen más que el oro... y toda esa gente va a disputarse esa fortuna de plomo, pólvora y acero.
Pero en esos momentos, a Rick no le importan las armas. Él es un hombre con una misión... y esa misión es proteger a su gente, especialmente a aquel que le salvó la vida y le permitió reunirse con si familia. Las armas valen más que el oro... y la deuda hacia Glenn vale más que las armas. Por eso... dispuesto a todo, Rick se propone regresar ante la banda... y sus compañeros deciden ir con él, apoyarle en su plan.
El plan de Rick es una locura... meterse en la boca del lobo ofreciendo un trato menor del que les solicitan. La tensión va escalando hasta llegar al punto en el que todos empuñan sus armas cargadas, apuntando al resto, una situación en la que un movimiento en falso podría desatar una masacre.
Una situación que es detenida por una ancianita.
¿Qué? Sí, una ancianita, la abuela del tal Felipe. En el mundo muerto de "The Walking Dead" a veces afloran estas chispas de humanidad que recuerdan que aún quedan retazos de lo que fue alguna vez la raza humana. Y esta frágil mujer en camisón pidiendo medicinas para su amigo es ese contraste de humanidad en medio de decenas de hombres armados dispuesto a todo por unas armas y unas balas.
La tensión desaparece con su llegada, y nosotros descubrimos el secreto de la banda. Son, como Rick y los suyos, gente que está protegiendo a sus familias. Los Vatos no son lo que creíamos... se trata de un grupo de gente que se ha quedado en esa peligrosa ciudad con la intención de proteger a los ancianos de una residencia, quienes no pueden desplazarse fuera. Quizá sus medios pueden resultar duros y despiadados, pero en un mundo como ese, poco más se puede hacer para sobrevivir y conseguir un fin tan noble. Sorprendido y conmovido, Rick entrega algunas armas, y tras eso, son libres para irse.
Como Guillermo les dice, el mundo sigue siendo el reino de los más fuertes, y si quieren conservar sus cosas, si quieren sobrevivir, deben ser duros y despiadados. Rick toma nota de ese hombre que se ha convertido en el líder de una fuerza tan poderosa, sabiendo que él tendrá que ser, en algunos momentos, igual de implacable.
Esta escena además nos deja una pequeña nota de humor, que no es muy frecuente en esta serie. Guillermo había amenazado con despedazar a Glenn y arrojarlo a sus despiadados y voraces perros que compró "a Satanás en una venta de garaje". Las horribles y sanguinarias fieras hacen acto de aparición.
Descuido y olvido.
Amy y Andrea regresan al campamento tras un exitoso día de pesca, recibiendo las felicitaciones de sus compañeros por todas sus capturas, y despertando la alegría de la gente.
En un mundo muerto y lleno de riesgos como este, un poco de alegría puede ser un alivio... pero también un peligro. Porque, cuando uno debe mantenerse constantemente alerta, la alegría puede distraerle... y hacerle cometer un error fatal.
Andrea prepara un regalo (el colgante de la sirena que se llevó de la tienda en "Guts") para el cumpleaños de su hermana, Dale, alegre, decide ayudarla a encontrar algo para envolverlo, Morales hace una útil construcción en la hoguera, Shane suelta a Jim de sus ataduras, Carol y Sophia son libres del despreciable Ed por unas horas... todos parecen contentos, y se disponen a disfrutar de una buena cena con los pescados capturados por las hermanas, mientras comparten historias, especialmente Dale, un hombre de orden y costumbres quien justifica el seguir llevando la cuenta del tiempo con unas frases de Faulkner. Todos ríen, bromean... no parece que nada pueda salir mal.
¿La parte mala de todo esto? ¿El error? Que no queda nadie montando guardia. Y, recordemos, que hay una amenaza constante que pende sobre sus cabezas.
Masacre.
Dispuestos a abandonar la ciudad con al menos una parte de la misión completada (tienen armas, no tienen a Merle), el grupo de Rick se encuentra con que su vehículo ha desaparecido. Y su primera idea es que ha sido Merle quien ha robado la camioneta... para ir al campamento a vengarse de quienes le abandonaron. Por desgracia, eso hace que tengan que regresar a pie... lo cual es malo para todos.
Mientras, en el campamento, Amy se levanta para ir al baño... por última vez. No es Merle quien ataca el campamento (parece poco probable que él tenga algo que ver) si no que se trata de los zombies, a quienes nuestros protagonistas parecen haber olvidado.
Alejado del resto, Ed, el maltratador, es el primero en convertirse en alimento para zombies. Mientras, Amy sale de la caravana, pronunciando las que serán sus últimas palabras, "¿Se ha acabado el papel higiénico?".
El infierno se desata donde instantes antes tenía lugar una apacible velada ante el fuego del campamento. Un par de decenas de zombies están atacando, y los supervivientes repelen el asalto con todo lo que tienen a su alcance... armas de fuego, bates, palos... todo sirve con tal de mantenerse con vida.
Mientras Greg Nicotero, quien parece haberle tomado el gusto a lo de hacer de zombie, hiere de gravedad a Amy, el resto se ve rodeado por la imparable horda. Lori, quien en el episodio anterior rechazó a Shane, diciéndole que no se acerque a su familia, ahora no duda en escudarse tras el agente para salvar su vida.
Gran cantidad esos extras que no aparecían en los cómics y que hemos ido viendo por el fondo en anteriores episodios son devorados por los zombies, mientras que nuestros protagonistas retroceden hacia la caravana, superados en número por los no-muertos. Morales, dispuesto a proteger a su familia a cualquier precio, los contiene valerosamente con un bate de baseball y una brutalidad increíble hasta que Rick y los demás hacen aparición, acabando con los caminantes restantes usando las armas que recuperaron en Atlanta. En el cómic, hasta el pequeño Carl acaba con un zombie usando una pistola, pero en esta ocasión el tiroteo resulta diferente.
El panorama resultante es dantesco. Los cadáveres se amontonan por todo el campamento, mientras todos, aterrados, observan cómo la vida de Amy se escapa de entre los brazos de Andrea, mientras Jim sentencia con un críptico "Ahora recuerdo mi sueño. Por esto cavé los hoyos".
Este final nos plantea algunas preguntas. La primera de ellas es, ¿qué pasará con nuestros supervivientes ahora? Evidentemente, si hacemos caso a lo que dijo Morgan a Rick en el episodio piloto, los humanos que han sido asesinados pronto despertarán en forma de zombie... así que tendrán que lidiar con ellos. Y, ¿qué hay del campamento? Parece bastante claro que el lugar ya no es seguro, y que a estos zombies podrían seguirles más... especialmente tras el escándalo y el tiroteo que ha tenido lugar. Parece que será hora de marcharse.
¿Y qué hay sobre el ataque en sí mismo? Mi compañera Naty sugiere que quizá esta sea la venganza de Merle, haber metido unos zombies en la camioneta y haberlos soltado en el campamento. No dudo que el sureño racista pudiese ser capaz de algo así, pero yo, personalmente, considero que, en el estado en el que se encuentra, habiendo perdido mucha sangre, dolorido, deshidratado y hambriento, y sin una mano, sea capaz de meter más de dos docenas de zombies en un camión. Mi apuesta es que Merle sí tiene intención de vengarse, pero ha ido en busca de armas o algo, mientras que los zombies han llegado al campamento en busca de comida, provenientes de la ciudad, como se dijo en el anterior episodio al encontrar el zombie que se estaba comiendo el ciervo. Además, en esta ocasión, la ciudad ha estado bastante vacía de zombies, así que es probable que estén "emigrando".
Finalmente, ¿qué pasa con Jim? ¿Acaso tiene algún tipo de poder psíquico? Teniendo en cuenta que en el cómic no ocurre nada así, y que el episodio ha sido completamente escrito por Robert Kirkman, lo dudo mucho. La realidad es que Jim, como es normal, está profundamente traumatizado por la muerte de su familia delante de sus ojos, y eso, unido al clima de peligro, al calor y a muchos otros factores, le esté haciendo perder la cabeza... seguramente tenga pesadillas, y por alguna razón eso le empujase a cavar las tumbas.
Opinión.
Últimamente se lee en muchos lugares que la serie se aleja demasiado del cómic, que no conserva la esencia de los personajes, etc... pero este episodio demuestra que no es así. Evidentemente, un episodio escrito por Robert Kirkman, los personajes serán aquellos que conocemos de los cómics. Aparte, parándonos a pensarlo, el final de este episodio nos devuelve a la senda del cómic, dejándonos en una situación general casi idéntica, con la salvedad de la existencia de los nuevos personajes.
Hablando de esos nuevos personajes, creo que es de justicia destacar la incorporación de Daryl, que, en parte debido al actor, Norman Reedus, y en parte a lo interesante del personaje, es probablemente el más destacado de todas estas nuevas incorporaciones. Es un tío listo, duro, volátil y capaz, silencioso con su ballesta, y capaz de hacer lo necesario por cumplir sus objetivos. Un superviviente nato.
En cuanto a los personajes del cómic, Rick de nuevo es capaz de mostrarse como un duro líder cuando la situación lo requiere, y aquí le vemos enfrentado a otra persona que se encuentra en la misma situación que él, y del que seguro aprende algo. Mientras, los personajes del campamento (Amy, Andrea, Dale, Lori, Shane...) todos ellos siguen manteniéndose como han sido, aunque les hemos visto bajar la guardia y relajarse, conociéndolos quizá un poco más parecidos a lo que eran antes del apocalipsis.
"Vatos" nos habla de dos cosas: la primera de ellas es que las situaciones extremas pueden sacar lo mejor y lo peor del ser humano. Pero no todo es blanco o negro, y los Vatos son un claro ejemplo de ésto. Cuando les conocimos, creímos que eran ladrones, asesinos... pero realmente son gente que está haciendo lo necesario por la noble causa de proteger y cuidar a unos ancianos. Para Rick y los demás, los Vatos eran enemigos... y para la banda, Rick y el resto eran los malos. Sin embargo, ambos no hacían más que tratar de sobrevivir. Y eso es lo que nos cuenta este episodio. Nada es lo que parece.
Otra cosa que nos cuenta el episodio es el adormecimiento de la raza humana, debido a las comodidades. Ahora es un mundo en el que la supervivencia depende de la cooperación, y del instinto de supervivencia. Por desgracia, toda esa gente viene de un mundo en el que prácticamente tenían asegurada dicha supervivencia, y el instinto está aletargado. El nuevo mundo lo ha despertado... pero algo tan simple como pasar unos días sin problemas y el poder disfrutar de una cena juntos adormece de nuevo ese estado de alerta... algo que pagan muy caro. Simbólicamente, los individualistas (Ed) y los más débiles (Amy) son los primeros en caer. Porque en el nuevo mundo, el único modo de sobrevivir es permanecer juntos y hacer lo necesario.
En definitiva, "The Walking Dead" continúa recorriendo este gran camino de su primera temporada, con un brillante cuarto episodio que toma lo mejor de los anteriores (la tensión silenciosa y amenazante del piloto, la acción de "Guts" y el desarrollo de personajes de "Tell it to the frogs") mezclándolo para conseguir un variado e impactante capítulo que seguro no deja a nadie indiferente. Vale, lo de los Vatos puede gustar más o menos, pero hay que reconocer que no resulta un mal añadido... y en el cómic resultaba extraño que nunca viesen a nadie en Atlanta. Ahora sabemos que aún hay vida, y hay gente en situaciones parecidas a la de Rick y el resto. Nosotros tenemos nuestros "buenos", pero no son los únicos. Hay otros por el mundo, que se pueden ver afectados por las acciones de nuestros personajes. Y es algo que merece la pena explorar.
Una semana más, grande "The Walking Dead". Qué pena que queda tan poco.
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