The Big Bang Theory 8x13 –“The Anxiety Optimization”: Review
Por Alex Crespo.
¡Hola de nuevo! Si, ya se que nos saludamos el año a comienzos de 2015, pero es que llevamos tantas semanas sin capítulo que parece como si no hubiera empezado el año. Jamás entenderé el régimen de retransmisiones yanqui…
“The Anxiety Optimzation” nos quita en cierta medida el mal sabor de boca que nos dejó el anterior “The Space Probe Disintegration”, resultando un capítulo ciertamente entretenido y divertido, con protagonismo casi absoluto de Sheldon bien secundado por Amy, y con Howard de gran telonero con su subtrama (porque Raj es sólo el pretexto de la misma, no nos engañemos). No es la primera vez que nos encontramos con un Sheldon bloqueado en su trabajo, como pudimos ver en “The Einstein Approximation” allá por la tercera temporada. Al igual que en aquella ocasión, los intentos por salir de ese bloqueo creativo son la base de los gags durante el capítulo. Y aunque se podría pensar que la falta de originalidad lastraría la consideración final, he de decir que no es así. Los tres actos en los que podríamos dividir esta subtrama, -a saber, la introducción con Sheldon aislado sensorialmente, el cambio de táctica demandando estímulos de ansiedad, y la resolución en el apartamento con Amy y de vuelta al piso con Leonard y Penny-, han estado bien presentados y desarrollados, y lo más importante, los chistes han sido buenos. Particularmente la conversación de Sheldon con las chicas sobre los Hombres-Lobo, y el momento de Sheldon con Amy en el laboratorio tratando ésta de puñetearle. Claro que para eso no hay mayor maestro que Howard, como veremos en un momento. Y por supuesto, y cómo la echábamos de menos, el regreso de la mítica “Soft Kitty”, esta vez a dos voces por Penny y Leonard.
En los tres actos que os describía antes se guardan escenas y gags que merecen la pena, lo que ya es una notable mejora respecto a lo que habíamos venido padeciendo últimamente. Y todo ello soportado casi en exclusiva por un Sheldon que luce con luz propia durante todo el episodio y que lleva sobre sus hombros el peso del mismo. Quizás esa sería la pega que le podríamos poner, que apenas hemos tenido nada de Leonard, Penny y sobre todo mi adorada Bernadette, que cada vez que abre esa boquita con esa vocecilla de pito sube el pan. No obstante, esto no hace que el capítulo desluzca, ya que la actuación de Jim Parsons más escuderos se basta y se sobra para sacarlo adelante con nota. De todas formas, un capítulo difícilmente puede salir adelante con una única trama, siendo necesaria alguna otra que aligere el peso de la principal. Siendo serios, la subtrama del juego “Emily o Canela apenas tiene fundamento para sustentarse por sí sola. Pero el acierto es que ha sido Howard el encargado de llevarla a cabo, y ya sabemos que en esta serie todo lo que toca el señor Wollowitz lo convierte en oro. Raj vuelve a ser el pim pam pum de los chistes fáciles a su costa, pero lo que en temporadas pasadas podía resultar ya deprimente, en esta por el buen hacer de Howard la verdad es que resulta desternillante. Le falta a mi juicio una aportación de Raj más interesante, más que poner cara de perrito apaleado, y la resolución con la brevísima aparición de Emily tampoco es que sea para tirar cohetes, pero ya estamos acostumbrados a que Big Bang Theory falle en los cierres de capítulo.
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