Sons Of Anarchy 7x10 –“Faith And Dispondency”: Review

Por Alex Crespo.

Hay que ver lo que pueden suponer las inocentes palabras de un niño. Bueno, en realidad Abel ha demostrado que de inocente tiene más bien poco, como veremos. Ya ha soltado Abel el bombazo, ni más ni menos que a su papi, el señor Jax Teller, abriendo la veda para el tercer acto -y final de la serie-, en lo que se presupone un sangriento desenlace shakesperiano.

 Y en realidad, esos dos segundos finales han sido lo más destacado del capítulo, por no decir lo único. Lo siento, pero por mucho tiroteo que haya habido, no me puedo quitar la mala sensación de haber tenido más y más relleno, otra vez, y van demasiadas. Insisto, cuando hemos tenido que esperar al final para obtener lo único que nos ha hecho saltar del sillón, y que eso haya venido de parte de un niño de cinco años, no s positivo. Claro que, jolín con el niño. Que Abel era algo turbio ya lo sabíamos, pero de ahí a autolesionarse para perjudicar a su abuela va un trecho muy largo. No Gemma, Abel no necesita un psiquiatra, necesita un batallón entero. No me extraña que la profesora de Abel –interpretada por cierto por la cantante Courtney Love, que se me había olvidado reseñarlo por aquí- la tenga entre ceja y ceja, porque la abuela de la criatura es la cosa más tóxica que se pueda encontrar uno.

La movida familiar se le presenta a Jax, como siempre, en mitad de un fregado de los habituales en SAMCRO. En esta ocasión, Jax ha logrado de un plumazo desactivar la amenaza del matón de August Marks y recomponer la alianza con los nazis. Y hasta aquí bien, pero el problema reside precisamente ahí. Da la impresión de que todo es demasiado fácil. La trampa, por mucho que en principio pueda estar bien planeada y que admito que me engañó la mayor parte del tiempo, no deja de ser un truco “tramposo” (perdonadme la reiteración) y que nos deja demasiado pronto sin la tremenda amenaza que podría haber supuesto Moses de cara al desenlace final. Digo tramposo porque creo que en vez de haber aprovechado la oportunidad de poner a Jax y a SAMCRO realmente contra las cuerdas en su momento más difícil, ahora de repente todo sale bien, Jax es un maestro planificador y sabía anticipar realmente la jugada de Moses. La verdad, yo me hubiera cargado a Rat o a T.O, si no a los dos, y ahondar así en la herida mortal de SAMCRO, a la vez que se demostraba que Marks seguía mandando por mucho que estuviese encarcelado. Creo que se empeñan en rehabilitar la figura de Jax demasiado pronto, cuando la línea a seguir debería haber sido la contraria.

Si, también hemos tenido a Unser liquidando al nazi pirado, pero igualmente, otra oportunidad perdida. Si se hubiera llegado a cargar a Eglee, podríamos haber tenido a toda la policía y a la fiscalía yendo a por SAMCRO indiscriminadamente. En vez de eso, otra situación potencialmente explosiva que se desactiva con demasiada facilidad. ¿Qué nos queda ahora? Pues como no sea que Indian Hills meta caña de verdad, poco veo. Ya no tenemos a los chinos, a Marks temporalmente fuera de combate y sin efectivos, Jax ha conseguido recomponer las relaciones con las otras bandas, con la policía ni cuento porque siempre ha sido un chiste en Charming… ¿Qué va a ser lo que produzca la caída de SAMCRO? Porque si no termina así, es para matar a Sutter. Esta serie no puede tener un final feliz. Y esa, como os digo, es mi principal queja contra el capítulo de hoy. Todo demasiado fácil y feliz. Y en vez de ahondar en otras líneas, este capítulo alargado se centra en situaciones dignas de culebrón venezolano. Porque sí, lo de Tig y Venus es de lo más tierno y romántico, ¿pero qué necesidad hay de eso a estas alturas? En otras temporadas lo hubiera entendido y me hubiera parecido bien, pero ahora me sobra. Al igual que lo de Rat y Brooke, y lo de Chibs y Jarry. Y ya del “cariño” de Marilyn Manson por Juice prefiero no comentar salvo la carcajada que me produjo.

Lo dicho, entrando ya de lleno en el acto final de la serie, hay demasiadas cosas que enmendar. Ojalá que la sensación final sea menos amarga