How I Met Your Mother 8x22 –“The Bro-Mitzvah”: Review
¿Quieres enterarte de todas las actualizaciones al instante?
¡Síguenos en FACEBOOK o en TWITTER, o hazte seguidor del blog!
¡Síguenos en FACEBOOK o en TWITTER, o hazte seguidor del blog!
Por Alex Crespo. ¿Qué le regalas a
un hombre que lo tiene todo? ¿Qué ha vivido las noches más “awesómicas”
posibles? ¿Al que todo lo increíblemente molón que tú puedas pensar en realizar
en tu vida él ya lo ha hecho al menos tres veces antes? ¿Cómo, en definitiva,
le preparas una despedida de soltero que esté a la altura del legendario Barney
Stinson?
Pues fácil: le
regalas la peor noche de su vida. Ese es el planteamiento que se hace la
pandilla a la hora de preparar la despedida de soltero de Barney. Lógico
pensando que la cosa no viene nada fácil de principio, porque la lista de
exigencias del señor Stinson para su perfecta despedida de soltero, o
“Bro-Mitzvah” como lo ha bautizado él mismo, tiene telita. Así que a sugerencia
de la futura señora Stinson (por dio que no abandone su apellido de soltera.
Scherbatsky es mucha Scherbatsky) deciden engañarle con una de las despedidas
de soltero más aburridas y catastróficas que se pueda imaginar. Y el problema
es que eso es lo que se consigue. Pero no sólo la despedida: el episodio es
aburrido y previsible al máximo. Vamos, ¿de verdad hay una sola persona que no
se viera venir que todo era un truco desde el principio? ¿Que Robin estaba
compinchada en la confabulación? Venga, que sé que los lectores de este ilustre
blog tienen un nivel intelectual envidiable y se lo olieron todo. Bueno, admito
que el golpe final con la aparición del “auténtico Karate Kid” William Zabka es
un buen golpe de efecto, pero no da tiempo apenas a saborearlo porque justo en
ese momento termina el capítulo. Ni siquiera un epílogo en forma de fotos de lo
que pasó en la auténtica despedida tipo “Resacón en Las Vegas” para cerrar de
una forma menos abrupta y más divertida.
Porque siento
decirlo, el capítulo es un desastre en todos los sentidos. Tenían la
oportunidad de hacer uno de esos capítulos que pasen a nuestra memoria
colectiva, y han fallado estrepitosamente. La despedida de soltero de Barney
Stinson tenía que haber sido gloriosa, jodidamente legendaria, un episodio loco
de esos que nos encanta. Y ni de lejos. Es que no me he reído apenas un par de
veces, y ha sido con la Lily “calentorra” con el pobre Ralph Macchio(¡¿pero es
que no le va a cambiar la cara nunca a este hombre?!) y con el famoso juego
chino del casino. Y ya está. Ah, se me olvidaba, alguno de los comentarios de
las correrías sexuales de la madre de Barney. Pobres Crosby, Stills, Nash, and
Young… Lo de la aparición de Quinn no tiene sentido alguno. Ya hace tiempo que
la serie renunció a cualquier ápice de lógica, pero es que esto es tan absurdo,
y sobre todo, con tan poca gracia que sigo sin entenderlo. Y ya me he cansado
de esperar a que se acuerden de que Robin también se casa, y que es la
protagonista de la serie, por cierto. Porque desde la proposición en la
terraza, todas sus apariciones han estado subordinadas a Barney. No ha tenido
desarrollo propio en un tema capital para la serie. Ni tan siquiera se han
dignado a darla una despedida de soltera. Ellos sabrán, pero su desaprovechamiento
tiene mucho que ver con el bajón tremendo que ha pegado la serie en estos
meses.
Llevo dos reseñas
seguidas muy duras con esta serie, y me fastidia porque quiero a estos
personajes. Pero es que estos dos capítulos no me han sacado ni la más mínima
sonrisa. Ni emoción. Chistes fáciles, repetidos, previsibles, como hechos con
pocas ganas. How I Met Your Mother está fallando a la hora de hacernos reír. A
ver si acierta en hacernos llorar. Porque como estos dos últimos capítulos, con
la que se viene encima, no sean épicos, me presento en casa de los señores Bays
y Thomas (que se van a encargar de los guiones de este final de temporada) y
tenemos unas palabras. True Story.
COMPÁRTELO
0 comentarios :