Game Of Thrones 2x09 - 'Blackwater': Review

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Después de hacernos esperar por nueve episodios, al fin llegó el deseadísimo 2x09 - "Blackwater", capítulo escrito por el padre de los libros y la serie, George R. R. Martin. La flota de Stannis llega a Desembarco del Rey, dando comienzo a una gran batalla para deleite de todos los espectadores, en el que me animo a decir es el mejor capítulo de la serie. 

Esperando al destino

En la oscuridad y el silencio de la noche, la flota de Stannis se aproxima a Desembarco del Rey, llevándonos hacia la inminente batalla de Blackwater, conocida así por el nombre de la bahía Aguasnegras, por donde llegan los barcos atacantes.

Al mando de toda la flota, subido a uno de esos barcos, está Davos Seaworth junto a su hijo Matthos, quien parece convencido de que Stannis será el nuevo rey luego de esa noche, y ya comienza a soñar con el poder. Su padre, más humilde, en cambio, le hace ver que aún no han ganado esta batalla y no será tan fácil.
 

El Maester Pycelle lleva a Cersei una peligrosa esencia que ella misma  pidió. Una gota en un vaso de vino calma los nervios, tres gotas dan un profundo dormir sin sueños, y diez gotas... un sueño eterno.
 

Antes de partir hacia la mansión de Maegor, donde Cersei y otras damas de alta cuna invitadas por la dueña se refugiarán allí durante la batalla, Sansa, por pedido de Joffrey, se queda unos momentos antes de él se vaya con su ejército. Con su soberbia de siempre hace que ella bese su espada.
 

Mientras tanto, Tyrion, con el sonido de la tormenta que se acerca, le confiesa a Shae, en la intimidad de su lecho, algo que no se atrevería a confesar a nadie más: que tiene miedo.

Su mano derecha, Bronn, y una parte de su ejército se encuentran en un bar, quizás despidiéndose algunos de su vida antes de la batalla, mientras beben y cantan la canción Lannister "The Rains of Castamere". Al entrar el Perro, el clima se pone tenso y, de no ser por las campanas de guerra, un enfrentamiento entre ambos guerreros podría haber acabado con la vida de uno de ellos.
 

Davos y Matthos oyen las campanadas que los están "recibiendo" y deciden llevar su propio sonido, haciendo sonar sus tambores, lo que genera una tensión extra a la escena, que nos hace sentir que está a punto de estallar todo.

Dentro de la Batalla

La preocupación de Davos se acrecienta al no ver ningún barco de los Lannister esperándolos, sabe que hay un plan detrás de eso. Un barco vacío se acerca hacia ellos, y Davos se da cuenta de que su inquietud no era solo eso cuando el barco derrama Fuego Valyrio sobre el mar. La orden de Tyrion se hace esperar, hasta que finalmente Bronn dispara una flecha con fuego que detona una explosión espectacular y nos hace ver lo que el Fuego Valyrio puede hacer. Davos y su hijo, y varios barcos más, son arrasados.
 

Pero esa acción no va a parar a Stannis, quien está dispuesto a lograr su objetivo y lleva a su ejército hacia la Puerta del Lodazal. Miles de hombres llegan a tierra y son recibidos con piedras y flechas de fuego. Perro, Lancel Lannister, Bronn y muchos otros intentan impedir que lleguen a las puertas, pero fracasan, su resistencia no es suficiente para evitar que comiencen a trepar los muros e intentar atravezarlas con un ariete. Perro ve correr la muerte hacia él y es salvado por Bronn, lo que le hace ver todo el horror de la batalla con fuego hacia donde mire, le teme al causante de sus cicatrices en su rostro, y decide dejarla volviendo tras la muralla y desobedeciendo a su Rey. "Que jodan al Rey", son sus palabras.
 

En el encierro de las mujeres, Cersei hace beber vino a Sansa, comienza a contarle su historia y se propone educarla, mostrarle que para ser una reina no basta con ser sensible e ingenua como ella. Esto continúa hasta que el primo de la reina, Lancel, llega luego que lo hayan herido con una flecha y le dice a Cersei que las tropas de Stannis han desembarcado a las afueras de las murallas de la ciudad. Ella le ordena que saque de la batalla a su hijo Joffrey, y luego le confiesa a Sansa que si Stannis llega hasta ellas, Sir Ilyn tiene la orden de matarlas antes que alguien del ejército enemigo llegue a tocarlas.
 

Joffrey, acobardado por tener a las numerosas tropas de Stannis en su puerta, y luego de que Lancel le diga los deseos de su madre, abandona cobardemente a su gente y huye, pese a que su tío le pide que actúe como un Rey y lidere la batalla y a sus hombres.
 

Entonces, Tyrion decide conducir el ataque aunque, en un principio, su gente, abatida por el abandono del Rey y sintiendo a su enemigo a su puerta, desmerece su actitud. Pero los convence mediante su épico discurso. Otra vez me saco el sobrero frente a el excelente Peter Dinklage. Aquellas palabras son tan sinceras y justas que las cito para que no se pierdan:

"No luchen por su Rey... y no luchen por sus reinos. No luchen por honor. No luchen por gloria. No luchen por las riquezas, porque no ganarán nada. Esta es su ciudad, la que Stannis quiere saquear. Esta es la puerta que está embistiendo. Si consigue entrar, serán sus casas las que queme... su oro el que robe... sus mujeres las que viole. Esos son los valientes que están llamando a nuestra puerta. Matémoslos".

Suenan las Campanas Victoriosas

Lancel le comunica a Cersei que la batalla esta perdida, que los Capas Doradas al ver a su Rey abandonar la batalla perdieron su corazón, que es necesario que el chico regrese. Pero ella no quiere escuchar eso, lo golpea en su herida y se retira del lugar. Y entonces, es Sansa quien intenta calmar a las mujeres que entran en pánico, haciendo lo que una verdadera Reina debería hacer, mentir para confortar a todos. Shae le dice que se vaya y se encierre en su habitación, que Stannis no le hará daño y en cambio Sir Ilyn sí. Ella le hace caso y allí, mientras se aferra su muñeca, se encuentra con el Perro, quien le dice que se marcha, que si quiere puede llevarla con él al Norte, a casa, pero la chica se niega. Está decidida a permanecer junto a Joffrey hasta las últimas consecuencias.
 

Tyrion, con su gente, terminan utilizando los túneles debajo de la ciudad creados por los Targaryen, para atacar por sorpresa a su enemigo y masacrarlos. Una vez más, la inteligencia del enano vence a la fuerza del enemigo. Cuando la batalla parece ganada y todos le corean al grito de "Medio Hombre", ante sus ojos comienzan a aparecer centenares de soldados de Stannis, superándo su número. En medio de la lucha, Ser Mandon aprovecha para atacar a Tyron y tratar de asesinarlo, cosa que el joven Podrick evita. Nuestro medio hombre yace, con un corte en el rostro, en brazos de su salvador.
 

Cersei, sentada en el trono de Hierro junto su hijo Tommen, relata una historia mientras que vemos como llega Tywin Lannister y su ejército a salvar el Reino de su nieto. Antes de que pueda hacer beber al pequeño la esencia que pondría fin a su vida, la puerta de la Sala del Trono se abre y Ser Loras Tyrell, con la armadura de Renly, aparece en escena. Y detrás de él, Cersei ve a su padre, Tywin Lannister, pronunciando estas palabras: "La batalla ha terminado. Hemos ganado".
 

Mientras que el ejercito de Stannis se retira y el pretendiente al trono, quien está dispuesto a luchar hasta el final, es arrastrado por sus propios hombres en la retirada, vemos como se termina completamente el capitulo con la canción "The Rains of Castamere", interpretada por The National.

Opinión

El mejor capitulo de la serie ha pasado ante nuestros ojos. Como espectadora me sentí dentro de una película con las magníficas actuaciones de Peter Dinklage y Lena Headey, como así también el resto del elenco.

Gracias HBO por no escatimar en presupuesto y darnos el placer de poder ver algo con calidad en nuestra pantalla. No han ahorrado en nada con una batalla espectacular, y efectos especiales que no tienen nada que envidiarle a ninguna película de Hollywood. A los que estábamos pidiendo a gritos acción nos ha dejado con algo mejor de lo que pedíamos.

Aplaudo de píe, señoras y señores, delante de "La Serie" que todos queríamos ver. Este es un episodio que va poniéndonos en clima con cada escena en esta batalla con los momentos de tensión justos, diálogos y escenarios. Nos llevó a navegar en cada minuto de este mar de emociones, orquestado con su magistral banda sonora detrás.

"Game of Thrones" no decepciona y cada día nos demuestra que puede dar incluso aún más de lo que queríamos ver. Como "no lectora" de este libro disfruto de esta maravilla de la literatura traída como una gran película capítulo a capítulo. Probablemente, una de las mejores horas de televisión que hemos tenido el placer de disfrutar.