The Event 1x16 - "You bury other things too": Análisis

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"The Event" es una serie bastante irregular. Últimamente nos presenta algunos episodios bastante pobres, pero cuando empezamos a perder la paciencia, nos sorprende con giros como el final del episodio anterior, "Face off", que nos hacen recuperar el interés. Por desgracia, después de estos golpes de efecto, regresamos a un episodio que sigue más la línea de los anteriores, en el que no encontramos demasiado avance. ¿Qué os ha parecido este 1x16 - "You bury other things too"?

Al descubierto.

Tras el impactante final del anterior episodio, en el que cerca de 150 de la gente de Sophia murieron a manos de los militares humanos, es hora de conocer las consecuencias de todo esto. Sophia, Michael, Leila y otros consiguieron escapar por los pelos del ataque, y Simon debe afrontar el dolor por haber trabajado con los responsables de la masacre, tratando de mantener su tapadera aun sabiendo que el destino de todo el plan de su gente está en el aire.

Sometido a una vigilancia intensiva por parte de Sterling y Martínez, el agente Lee recibe un aviso que le hace saber que conocen su verdadera identidad, y por tanto sólo tiene una opción: huir, antes de que le atrapen y termine interrogado y sometido a torturas. Ahora, Simon llegará al lugar que creó Thomas, donde ahora está Sophia y toda su gente. Mientras Leila, que quiere todo lo contrario, salir, está ahí atrapada.

Sophia, por su parte, debe ahora aceptar la pérdida de su hijo, Thomas, quien ha dado su vida (y la de decenas de personas más) por ella, y por el futuro de su raza. Todas las escenas que vemos de ese "poblado" son lentas, silenciosas, dejando claro el dolor que esa gente está sufriendo.

Sophia está desesperada, debido a que su planeta está muriendo, y revela que el "juramento" que mencionaba Maya en "Inostranka" se refería a no herir a las "civilizaciones benévolas". Pero ahora que más de cien de los suyos han muerto por orden de Martínez, se acabó eso. 2.000 millones de personas, un devastador ejército, vendrán a la Tierra y la conquistarán.

Genocidio.

Simon no parece convencido con el plan, y se da cuenta de que Sophia pretende acabar con los humanos, eliminarlos para "hacerse sitio" en el planeta. Algo con lo que no puede estar de acuerdo, aunque fingirá mantenerse fiel a Sophia.

Este plan descarta completamente la teoría de que esta gente son humanos del futuro... ya que el hecho de exterminar a la raza humana supondría su propia destrucción. Es decir... si no quedan humanos en 2011... no podrá haberlos en un futuro (a no ser que sean descendientes de unos pocos supervivientes).

Simon, incapaz de aceptar los planes de su líder, decide acudir a Michael en busca de ayuda. Michael, quien amó a una humana, quien tiene hijas híbridas, se muestra reticente, pero termina aceptando la proposición de Simon, pese a que eso les convertirá en traidores a ojos de los suyos. Por desgracia, Michael sí, es un traidor... hacia Simon.

Sophia le da un ultimátum al agente: o está con ella, o contra ella. Simon, quien no está dispuesto a permitir esa masacre contra la humanidad, es aparentemente sentenciado a muerte, y Sophia dice que "ha perdido a un segundo hijo". Pero las palabras de Simon parecen haber causado efecto en Leila, quien seguro le ayudará en próximos episodios.

Asesino.

Por su parte, en Francia, Sean y Vicky preparan un plan para llegar hasta Dempsey, y la chica hace ver la verdad al chico: ellos no son nada al lado de Dempsey, y sólo pueden herirle y detenerle de un modo: matándole. Vicky ha reconocido algo oscuro en el interior de Sean, un negro impulso que, en caso de resurgir, le llevaría a matar sin piedad. Sean tiene un Pasajero Oscuro XD.

Ante esa afirmación, Sean decide dejar marchar a Vicky, liberarla del chantaje. Pero ella no está dispuesta a marcharse. Está muy cerca de acabar con Dempsey, de ser libre... y no va a dejar pasar la oportunidad. Pero la cosa no va a ser sencilla. Mientras el anciano se dedica a romper vasijas y sacar pergaminos de una "civilización de centinelas" de su interior, unos matones asaltan a Sean y Vicky, atrapando a esta última.

La chica es conducida hasta el hombre, quien, como el típico villano, saluda con un "me alegro de verte", para luego revelar tranquilamente que pertenece a una "línea de personas" dedicadas a proteger a la humanidad de "ellos", los provenientes del espacio.

Dempsey se muestra fascinado ante el tenaz Sean, y sugiere que el chico es una parte importante de todo lo que está ocurriendo. Mientras, Sean se ha convertido en una especie de Jack Bauer y golpea y tortura al amigo de Vicky para descubrir el paradero de ésta.

El bueno y torpe Sean de los primeros episodios ya no existe.

Resurge en ocasiones, como en esa extraña escena de tortura en la que golpea al amigo de Vicky a martillazos mientras repite "no quiero hacerlo, no quiero hacerlo", pero la mayoría del tiempo, Sean ya no es ese chico nervioso, miedoso y enamorado que conocimos en un principio.

Su nueva dureza da su fruto, y consigue la localización de Dempsey, pero tendrá que darse prisa, porque a Vicky, encerrada en una habitación ardiendo, no le queda mucho tiempo.

La primera dama.

 Ahora es cuando Martínez y los suyos se dan cuenta del alcance de la conspiración, que llega a los más altos niveles. Culpando a terroristas de oriente medio del ataque al monumento de Washington, tratarán de acabar con los durmientes sin llamar la atención (algo complicado tras atacar a dos autobuses con misiles desde un helicóptero en mitad de la ciudad). Se dirige a su país con un inspirador discurso, apelando a la libertad.

Pero, mientras habla de esto, desarrolla junto a la senadora Lewis un engaño que, con el pretexto de prevenir una epidemia, permitirá al gobierno someter a prueba de ADN a todo el país, comenzando por el personal de la Casa Blanca. Y aquí es donde viene la sorpresa: su esposa Cristina se niega a someterse a la prueba.

La mujer se escuda en principios y libertades, pero la realidad parece muy diferente: Cristina esconde algo. ¿Acaso es uno de ellos? En caso de ser así, habrá un detalle destacable, y es que todos los "híbridos" que hemos visto en la serie son chicas... pero el hijo de los Martínez es un niño.

Opinión.

"The Event" tiene un modo de funcionamiento bastante extraño: alarga algunas de sus tramas hasta la saciedad, y cuando el espectador empieza a perder la paciencia, golpea con un giro impactante que devuelve el interés hacia la serie. Pero, después de eso, regresa al ritmo anterior, dejando un extraño contraste.

El episodio de la pasada semana nos dejó un impactante final que prometía tener graves consecuencias. Pues bien, no las ha tenido. Sophia no ha hecho demasiado, y, lo más grave, ¿nadie se ha enterado de que un helicóptero ha destruido dos autobuses en mitad de la ciudad? El Presidente se ha referido al atentado del monumento a Washington, pero ni palabra sobre los autobuses. ¿Tenemos que creernos que nadie lo vio o a nadie le importa?

En cuanto a la trama de Sean, Vicky y Dempsey, tampoco hay demasiado avance. Sí, han encontrado a Dempsey, pero hemos estado todo el episodio viendo como Sean se convierte en otra persona, en alguien que esconde un "yo oscuro". Totalmente opuesto al personaje que era al principio (algo que ha pasado con casi todos los demás, además sin demasiada motivación aparente, como en el caso del Presidente Martínez, quien, tras tener una pesadilla, deja de ser un hombre razonable para volverse cruel e impulsivo).

Simon Lee es el único que no ha sufrido uno de esos bruscos cambios, y es, de largo, el personaje más interesante de la serie. Por eso no es de extrañar que su episodio, "Loyalty", sea de lo mejor de toda la serie. Junto a eso, "Inostranka", un episodio cargado de acción y emoción, y algunos giros puntuales, así como el juego del misterio que últimamente han dejado de lado, son las cosas que "The Event" hace bien y en las que debería centrarse, en lugar de tratar de desarrollar unos personajes que carecen de desarrollo.

Ahora toca esperar al siguiente golpe de efecto, al siguiente giro o sorpresa que nos haga volver a seguir la historia con más ganas.

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