Grey's Anatomy 11x06 'Don't let's start' - Review


April Kepner estaba desaparecida, creíamos que la habían sacado de la serie sin avisarnos. Pero no; finalmente ha vuelto. Tarde pero ha vuelto. Igualita a mi esta semana, también totalmente ausente y sin rastro de review alguna... En unas horas se emitirá el nuevo capítulo, así que hagamos un repaso rápido para recordar dónde nos quedamos en 'Don't let's start' y poder engancharnos al nuevo. Aunque el título diga lo contrario, esto no es una review. Sería una vergüenza que lo fuese, pues ya estamos fuera de tiempo. Esto es un warm up para el episodio de hoy, y unas palabras de agradecimiento a Shonda y los suyos por volver a las tramas que realmente nos interesan.

Los veteranos del hospital están empezando a cobrar importancia a medida que van avanzando los capítulos. Esto es bueno señores, muy bueno. Los que seguimos la serie, que según el rating continuamos siendo muchos, agradecemos que no se olviden de los personajes que verdaderamente nos importan. April había estado ausente hasta este sexto episodio y eso es algo imperdonable. La compañera de Owen en trauma está embarazada y esto supuso una crisis matrimonial con Jackson la pasada temporada. No podíamos obviar su estado, no era justo. Por eso tuvimos una buena ración de Kepner en los pasados minutos, con la visita de su progenitora y todo lo que una abuela puede suponer en la vida de su nieto no nato y los padres del bebé. April estalla con su madre de una manera bastante injustificada, pero es normal que la doctora quiera tomar las riendas de su vida y hacerse respetar. Bien Shonda, bien... Gracias por devolvernos al personaje... Ya casi pensábamos que había desaparecido como Lexie, sin pena ni gloria...


Callie y Arizona decidieron (bueno, más bien fue Torres la que lo decidió por ambas) llevar sus vidas por separado. Cerramos la etapa Calzona y abríamos la puerta a un mundo de posibilidades para las dos doctoras. Robbins está tratando de seguir adelante centrándose en su trabajo y, la verdad, eso nos encanta, pues gracias a esto podemos ver mucho más a Geena Davis. La doctora Herman estaba siendo especialmente dura con la pediatra, y en este capítulo hemos descubierto por qué. El personaje de Davis tiene una enfermedad terminal y está buscando quién la sustituya, de ahí las altas expectativas puestas en Arizona. Hasta ahora habíamos visto a Herman como dura y a veces casi intratable, pero acabamos de descubrir la parte vulnerable del personaje e intuyo que no será la última vez que veremos este lado más humano. Lo grande de esta serie es la verdad que emanan los personajes y sus constantes desequilibrios y dualidades. Nadie es bueno ni malo en su totalidad, ni actúa sin un motivo de peso.

Nadie excepto Maggie Pierce. Ya he dejado bien claro cuánto me aburre este nuevo personaje. Pues con este último capítulo no he cambiado de opinión. Pese a los esfuerzos de Derek (¿Por qué de repente volvió a ser el príncipe azul? ¿Dónde dejó su enfado con Meredith? En fin...) por juntar a toda la disfuncional familia de su esposa, la nueva jefa de cardio sigue siendo un personaje amargado e insufrible. No entiendo ese enfado irracional hacia Webber y me parecen muy injustas sus palabras en el porche de Grey... Pero bueno, nada nuevo bajo el sol.

Esto no era una review, ya avisé. Pero esto fue lo más destacable del último episodio bajo mi punto de vista. Quiero ver más  Kepner, cómo afrontan Torres y Robbins su separación y sus encuentros en el hospital, a Derek enfadado con Meredith, a Karev haciendo algo para destacar... Quiero todo esto y más. Y espero verlo dentro de unas horas en el nuevo capítulo.

COMPÁRTELO

Sobre los comentarios:
El equipo de Llegaron Para Quedarse se reserva el derecho de eliminar todo comentario que contenga:
- Agravios hacia comentaristas y/o responsables de la página.
- Links externos sin autorización.
- Cualquier contenido que pueda considerarse inapropiado.

0 comentarios :