How to get away with murder 1x04 - 'Let's go scooping': Review


Seguimos viendo pequeñas piezas del gran rompecabezas que es How to get away with murder. Retales de los personajes que envuelven un caso cada vez más misterioso. Información dosificada a cuentagotas que quizás en ocasiones se nos hace demasiado escasa. Esta semana conocemos un poco (muy poco) mejor a Connor y sus reacciones en la noche del asesinato de Sam. Pero como siempre, nos quedamos con la miel en los labios.

Las buenas series casi siempre arrancan sus temporadas de manera potente. En algunos casos, a partir del cuarto o quinto episodio empiezan a meter capítulos un poco más flojos, como de relleno, que aportan poca información a la trama principal, para a los pocos capítulos volver a subir. Este ha sido un poco el caso de 'Let's go scooping', en donde a penas hemos conocido un poco de información sobre Connor, pero, la verdad, tampoco ha sido mucha. Más bien hemos tenido más de lo que ya habíamos visto previamente y se ha avanzado bastante poco en la trama transversal. En los flashforwards vemos al estudiante en pánico, en un ataque de nervios ante la situación y un derrumbe en los brazos de Oliver. ¿Entrará el amigovio (sí, aunque suene ridículo, ya podemos llamarlo así pues la RAE ha reconocido esta palabra) de Connor en el grupo de cómplices? ¿Le contará lo que pasó con Sam?


La review pasada me preguntaba por qué Asher no formaba parte de este 'selecto' grupo y esta semana hemos visto como ha estado a punto de irrumpir en la escena del crimen pero no lo ha logrado. Por lo que vemos de momento, el estudiante más pedante de la profesora Keating no ha tenido nada que ver con el asesinato de Sam. Pero esto es sólo lo que parece por ahora... Todo puede cambiar a punta de flashforwards...  Ojalá Asher empiece a tener un poco más de protagonismo, pues el personaje se intuye muy interesante debajo de toda esa fachada de pedantería.

El caso capitular ha sido bastante flojo y no merece especial atención más que por la presencia de una Elisabeth Perkins casi irreconocible. Muchas primaveras le han pasado desde Big o Los Picapiedra... El personaje de Perkins ha tratado de indagar en la vida de Annalise pero no lo ha logrado a pesar de que parecía conocerla desde hacía bastante tiempo. Quizás esta ha sido la mayor falencia del episodio. La ausencia de trama para la abogada penalista. No hemos sabido mucho más de ella hasta bien entrado el final.


Lo más remarcable del episodio ha venido justo en esta recta final. Ya se intuía, pero cada vez nos damos más cuenta de que todo el peso en How to get away with murder lo lleva Viola Davis y cuando no está en pantalla se la echa mucho de menos. Wes finalmente ha confesado a Annalise que tiene en su poder el teléfono móvil de Lila. A partir de aquí ha venido todo lo bueno y hemos tenido un potente cliffhanger que nos deja con una gran expectativa ante el capítulo de esta semana. Después de una secuencia de montaje impactante, con una transformación de Annalise que nos deja de piedra (el momento en que se saca la peluca y se despoja de todo el maquillaje es realmente estremecedor), nos encontramos a la profesora totalmente vulnerable, de una manera como no la habíamos visto hasta ahora. Y sin ningún tipo de adorno ni coraza, la vemos enfrentarse a Sam con el teléfono de Lila en la mano y una frase que seguramente marcará el desarrollo de la serie a partir de ahora: 'Sam, why is your penis on a dead girl's phone?'

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