How I Met Your Mother 9x22 -“The End Of The Aisle”: Review

Por Alex Crespo: 32 minutos para la boda. 60 minutos para el final de la serie. Todo llega, en un momento u otro

Pues por fin ya la tenemos aquí. La boda de Robin y Barney. Esa de la que llevan dando pinceladas desde allá el primer capítulo de la sexta temporada, para ir averiguando poco a poco quiénes eran los contrayentes, y descubrir que ese sería el momento en el que Ted conocería a la Madre de sus hijos. Y qué queréis que os diga. Pues que me ha sabido a muy poco. Lo que es la boda en sí no ha tenido absolutamente nada de la magia que tuvo, por ejemplo la de Lily y Marshall, sobre todo con esa pre-boda en parque. Que lo más destacado haya sido esa imprevista y sorpresiva quinta bofetada final quita-angustias de Marshall dice mucho. Porque no me digáis que lo del tan traído “ring-bearer” no se ha quedado en un bluff de tres pares de narices. Que sí, que muy mono el osito, pero no daba como para hacer un chiste recurrente durante 22 capítulos. Muy previsible por otra parte. No sé, quizá mis expectativas eran demasiado altas para este capítulo, o quizá se han guardado lo mejor para la traca final. Eso sí, bonito detalle el de que la novia entrara bajo los acordes de “Sandcastles In The Sand”.

Porque lo de los votos y lo del intento de huída de Robin entraba dentro del cliché “capítulo de boda” de cualquier telecomedia al uso. A ver, es normal que entren dudas antes de casarse con el mayor tahúr y mentiroso del mundo. De hecho ya sabéis que desde el primer momento nunca me he creído esta relación y que la pareja Robarney me deja bastante frío. Pero la crisis debería haber venido bastante antes, no en este penúltimo capítulo. Además, desde mi perspectiva Robin ha sido el personaje más desaprovechado de toda la temporada, circunstancia que se viene repitiendo desde hace un par de años. En muy pocos momentos he sentido que la acción pivotara en torno a ella, y por supuesto que casi nunca he visto a la Robin que hizo que se convirtiera en mi personaje favorito de la serie. Este capítulo, que a mi juicio debería haber sido una celebración de todo lo que Robin ha supuesto en la serie, ha quedado en otro “quiero pero no puedo” con respecto a la canadiense. Lo que sí, hemos tenido la coda que a mi juicio faltó en el episodio “Sunrise”. No sólo era Ted el que debía dejar ir a Robin: la propia Robin debía soltar a Ted de una vez por todas. Porque es muy cómodo tener siempre alguien a quien agarrarse, ese al que tienes “en el anzuelo” que sabes que bebe los vientos por ti, como vimos en el famoso capítulo “Hooked” de la quinta temporada. Y aunque Ted no es que haya sido exactamente ese “enganchado” para Robin, en este último momento de crisis Robin casi cae en la tentación de recuperar a Ted, a cuenta del hallazgo del famoso broche. Pero como muy bien dice Ted, ninguno de los dos son la misma persona de la que se enamoraron hace tiempo.

Lo que no quita para que Robin trate de hacer su versión de novia a la fuga, hasta tropezarse, literalmente, con The Mother. Otra decepción: el encuentro no ha tenido casi nada de significativo. A lo mejor porque pensaba que cuando se conocieran habría algo que Robin vería en ella que le haría darse cuenta que era la mujer ideal para Ted, y que sería ésta la que de una forma u otra propiciaría el encuentro entre ambos. Pero no. Un simple tropezón, unas respiraciones profundas y ya está. Poca cosa para lo que podría haber sido, la verdad. Por supuesto, no es sólo Robin la que sufre el vértigo del inminente matrimonio. Barney también está confuso, y en su caso el detonante es su incapacidad para redactar unos votos nupciales medianamente decentes. Al rescate acude la pareja por antonomasia de la serie, Marshall y Lily, sólo para ser despachados por Barney con que ellos no son nadie para dar consejos ya que han roto prácticamente todos los votos nupciales que hicieron en su momento. Y vale, es cierto, algunos de forma bastante jocosa, por cierto (esa Lily troleando a su marido con el corsé de Wonder Woman), pero es que lo importante es la vida y las vivencias que hayan compartido. De ahí a ese acuerdo de “votos con actualizaciones continuas”, que me parece mucho más lógico y significativo que cualquier cosa que se pueda decir. Porque vamos a ver, ¿quién se cree de verdad que Barney dirá siempre la verdad a Robin? Yo no, desde luego. Y por cierto, ¿qué pasó con la corbata de patitos?

Y ya. El 1 de abril, es decir, en nada, por fin Ted finalizará de contar a sus hijos la historia de cómo conoció a su madre. Y espero que mucho más. Que nos cuente cómo se enamoraron. Cómo formaron una familia. Y cómo pasaron su vida juntos hasta ese 2030. Personalmente, me estoy imaginando todo esto contado en una escena al estilo de los primeros ocho minutos de “Up”. El telón está a punto de bajar. Preparemos los pañuelos y la ovación