The Big Bang Theory 7x05 - “The Workplace Proximity”: Review

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Por Alex Crespo: -“Cariño, ¿qué te parecería que trabajáramos en el mismo sitio, juntos?”- ¡Alto! Antes de contestar a tan peligrosa cuestión, echa un vistazo a este capítulo de The Big Bang Theory. Seguro que te ayuda a saber lo que tienes que hacer. Sobre todo, lo que NO tienes que hacer…

El refranero castellano es inmenso y sabio. En toda su extensión. En este caso, nos detendremos a analizar el, tan apropiado en este caso, dicho de “donde tengas la olla, no metas la p***a”. Mucho más bonito y menos escatológico, vamos a decirlo, que su versión anglófona. Obviamente hay de todo y para todos los gustos, pero no suele ser buena idea el compartir espacio de trabajo con tu pareja. Más que nada, porque si ya te estás viendo tooodo el día, en todos los ambientes, tanto en el laboral como en el hogar, ¿qué espacio queda para cada uno? En fin, reflexiones aparte, si en las parejas “normales” es algo que puede ser fuente de problemas, imaginadlo en una pareja tan disfuncional como Sheldon y Amy. Y eso que Sheldon  en principio no parece ver ningún problema al respecto, todo lo contrario. Y es sólo tras escuchar los consejos de Howard al respecto cuando cambia de opinión. De verdad, si alguien no hay que hacerle caso casi nunca en estos aspectos, es al señor Wollowitz y sus neuras. Neuras que se le van a volver en su contra cuando Sheldon aplique el “Asperger maximus” y le cuente a Bernadette todo lo que anda diciendo su marido sobre lo aburrido que sería compartir trabajo con ella. Conociendo el carácter de Bernie, en cuanto vi eso se me cruzó enseguida un pensamiento por la cabeza: Corre, Howard. Corre como nunca lo has hecho.


Y es que la estructura del capítulo ha girado entera sobre la misma premisa, repartiendo el peso de la misma entre Shamy por un lado, y Howard y Bernadette por otro. Tanto Leonard como Penny y Raj han sido en esta ocasión meros secundarios, sin apenas relevancia en el desarrollo de al trama. Y me parece bien, hay veces que hay que dejar descansar a ciertos personajes para no quemarlos. Cosa que apenas se puede hacer con Sheldon, siendo como es el alma de la serie. Y me atrevería a decir que ahora mismo Amy se ha colocado casi a su altura. No sólo por ser un personaje estupendo, sino porque ahora mismo los avatares de la relación Sheldon-Amy han pasado al primer plano de la serie, ocupando el lugar que antes ostentaba la relación Leonard-Penny. Está claro que los guionistas le están dando muchísima más relevancia a la paulatina evolución de Shamy, y como muestra ese discurso de Sheldon en la puerta de Amy, la primera vez que habla de que son una pareja. Incluso en la cafetería de la Facultad se presenta a sí mismo como su “novio”. Vale, que siempre la acaba fastidiando de una u otra forma está claro, si no no sería Sheldon y esto no sería una comedia. Pero la intención está allí. Como decíamos, los mejores momentos del capítulo se los queda Sheldon, sobre todo con ese relato de su increíble viaje en autobús al “pequeño Sri Lanka” de Los Angeles. Menos gracioso, por previsible, me resulta la escena de las poses con el mono, pero bueno, no todo va a ser perfecto.


Efectivamente, no todo va a ser perfecto. Principalmente para Howard, al que por un lado por su propia tontería y por otro por la bocabuzón de Sheldon le toca vivir esa experiencia tan propia de las parejas que es “hoy duermes en el sofá”. O en casa de Raj, que al caso es lo mismo. Normal que Bernadette sienta celos de la relación entre los dos. Jolín, si es que Raj ha sido casi más novio de Howard que ella misma. Me he reído horrores con los patéticos intentos de Howard de explicarse en el piso de Leonard y Sheldon, simulación de ataque al corazón con el brazo equivocado incluida, mientras que Raj y Leonard comen palomitas en el sofá comentando las mejores jugadas. Y ya puestos, gloriosos los momentos frikis del capítulo, con las cartas cada día más estrafalarias de los Guerreros Místicos de Ka’a, y sobre todo ese tiro al blanco explotando globos con láser ¡Yo quiero jugar!


Un capítulo de muy buen nivel, con varias frases y diálogos realmente ingeniosos, como el que abre el capítulo sobre lo que Penny considera una cita de Shamy. En general este primer mes de temporada ha sido más que satisfactorio, algo muy a valorar para una serie que lleva siete temporadas y cuya capacidad de sorpresa es obviamente cada día menor. Pero si de lo que se trata es de echarse unas buenas risas, The Big Bang Theory lo está consiguiendo. Y con creces.

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