Dexter 7x07 - 'Chemistry': Review
Una semana más, aquí tenéis nuestra obligada review del episodio. Es hora de hablar de "Chemistry" y discutir sobre las partes más importantes de la entrega de esta semana. ¿Qué les ha parecido el capítulo?
La
semana pasada comentaba que la supuesta "química" entre Dexter y Hannah
no resultaba demasiado creíble para haber desembocado en ese impulso
sexual, y ahora resulta que tenemos un episodio completo que gira en
torno a esa química.
Al
igual que nosotros, el propio Dexter tiene dudas sobre la naturaleza de
su pérdida de control. ¿Es esta la "química" de la que tanto ha
escuchado hablar? Sudoroso, descansando sobre el plástico de su kill
room, se hace esa pregunta, pero enseguida un cuchillo en el cuello le
interrumpe. Hannah parece dispuesta a matarle por haber intentado lo
propio con ella... pero cuando él confiesa a lo que se dedica, cambia de
expresión. Primero Wayne Randall, ahora Dex... ¿a la señorita McKay le
gustan los chicos malos?
De
todos modos, Dexter sabe que eso no puede terminar bien. Quiere
alejarse de ella para evitarse problemas. ¿Dexter fuera de problemas?
¿Cuándo se ha visto tal cosa? 5 segundos después de despedirse de
Hannah, se da cuenta de que Sal Price les ha visto juntos, y de que eso
le proporciona una jugosa historia. Dexter, para intentar librarse,
trata de ofrecer algo más al periodista: las últimas palabras de Wayne
Randall.
De
nuevo, los problemas no terminan con eso. Debra sabe que hay algo raro
en los informes de sangre, y las cosas que Sal Price le cuenta no hacen
más que acrecentar sus sospechas sobre Hannah. Y Price no se equivoca.
Mientras Dexter trata de librarse de él incriminándole en un antiguo
asesinato, Hannah tiene otro plan diferente.
Cuando
vemos que la chica se derrumba y confiesa su primer asesinato ante la
grabadora de Sal Price, sabemos que hay algo raro. La mujer
supuestamente lleva años matando de modo silencioso y saliéndose con la
suya... para caer de ese modo, por más inmunidad que tenga. ¿Quizá
aquella fue su única vez? ¿Quizá el resto de muertes que la rodean sólo
eran una coincidencia? Por un instante nos lo planteamos, pero cuando,
mientras discutía con Dexter, Price se desploma muerto de un ataque al
corazón, tenemos nuestra certeza: Hannah es una asesina, y Dexter, Price
y Debra estaban en lo cierto.
A
Debra le gustaba Price, todos nos hemos dado cuenta. Por eso, la
imposibilidad de encontrar nada con lo que acusar a Hannah, primero en
los casos antiguos y luego en la muerte de Price, lo convierten en algo
personal. En el enfrentamiento entre Debra y Hannah en la sala de
interrogatorios saltan chispas, y también vemos chispas, pero de
admiración, en los ojos de Dexter al observar lo buena que es la mujer
asesinando y ocultándolo.
La
muerte del famoso Sal Price elimina un peligro inmediato para Dexter,
pero le pone en una situación de la que aún no es consciente, pero es
probablemente peor. Siempre dijo, "si pudiese amar a alguien, amaría a Debra",
y durante todos estos años hemos visto que eso es más que evidente.
Pero ahora queda claro que ha encontrado a la persona más parecida a él
que ha visto en su vida. Si bien Hannah no está conducida por códigos,
tiene su propio Pasajero Oscuro... vive esa vida solitaria, forzada
debido a su "afición" secreta. ¿Ama Dexter a Hannah? Quizá es pronto
para ello, pero la serie quiere dejarnos claro que hay "química" entre
estos dos asesinos, una química dada por su condición.
Así que, cuando Debra, sin más opciones, pide a Dexter que haga "lo que siempre hace", está poniendo a su hermano en medio de un tormentoso dilema.
LaGuerta
no consigue llegar a nada relacionado con el Bay Harbor Butcher en el
caso de Jordan Chase, y comienza a mostrarse bloqueada en su
investigación secreta. Debra ve la oportunidad de acabar con ese peligro
de una vez por todas, y hace todo lo posible por convencer a la
capitana de que lo deje, por más que esté en contra de sus principios y
le haga maldecir sus propios actos.
Por
desgracia para Deb, su insistencia en rendirse es un arma de doble
filo. Por eso, cuando LaGuerta, ya desesperada, revisa antiguas
investigaciones del caso, concretamente la pista de los policías
propietarios de embarcaciones, y se cruza con el nombre de Dexter, se
disparan sus alarmas.
Las
consecuencias del acuerdo de Quinn con los Koshkas comienzan a verse...
y podrían también volverse contra él. Desaparecida la muestra de sangre
del bar colombiano, no hay nada que incrimine a Isaak, y si los agentes
no encuentran una nueva muestra, el peligroso mafioso saldrá libre. La
mierda se les viene encima... literalmente.
Alguien
ha estropeado el desagüe del bar, y ya no ha posibilidad de recoger más
sangre. Isaak vuelve a la calle, sonriente, dispuesto a acabar con
Dexter. No se marchará hasta conseguirlo. Y, aparte del evidente peligro
que supone esa máquina de matar de factura ucraniana, Isaak es un tipo
inteligente, que se pregunta cuáles son las motivaciones de su nuevo
enemigo. Es tenaz, incansable, y tiene una impresión muy acertada sobre
Dexter. No se va a detener, y que Dex le provoque contándole con todo
detalle cómo acabó con Viktor... bien, no va a ser de mucha ayuda.
Y
algo de la mierda salpicará a Quinn seguro. La desaparición de la
prueba es sospechosa, y la teoría de Masuka de que hay un topo cala
hondo en Batista. Recordemos que el agente estaba dispuesto a llegar
hasta el final y encontrar al asesino de Mike Anderson, un caso
relacionado con los Koshka, que seguro no ha tardado en unir con este.
Por eso, después de esa primera conversación entre ambos, seguro Batista
supondrá un peligro para Quinn, pese a esa donación para el restaurante
que quizá pueda ser un velado intento de soborno. No sólo eso... ahora
George le tiene agarrado por las pelotas, y se niega a soltarlas. Quinn,
por haber tratado de proteger a Nadia, ahora se ha convertido en un
títere de la mafia ucraniana. El agente se ha lanzado de cabeza a ese
charco de mierda.
El
final del sexto episodio resultó bastante polémico y desconcertante,
pero era por una razón: necesitábamos este séptimo episodio para
comprenderlo. Dexter ha hecho un análisis en tres pasos de la química
romántica-sexual, desde su punto de vista, el cual nos permite ahora ver
su impulso con otros ojos.
La
"química", aparte de ser el modo de matar de Hannah con sus venenos,
simboliza, como dice Dexter, la atracción de esos dos "elementos" que
son él y Hannah. El primer elemento, Dexter, es por
todos bien conocido, pero también es muy diferente al que era hace años.
Ha vivido, ha sufrido y ha aprendido. Se ha humanizado. Este año le
vemos explorar diferentes sentimientos humanos que nunca antes había
tenido que tocar. Lidiar con el descubrimiento de su hermana le ha
cambiado, y ahora es un hombre diferente, en su modo de afrontar los
problemas. Vemos cómo afronta los problemas con un suspiro, como trata
de buscar ese perdón o aceptación completa de Debra. Dexter ahora tiene
una necesidad de contacto humano, un "enlace abierto", sería el término
químico.
El segundo elemento, Hannah,
tiene una composición molecular similar a Dexter. Pero no idéntica.
Ella no tiene código. Su Pasajero no es tan fuerte, no tiene el mismo
control. Su instinto, muy adecuadamente para una asesina que utiliza
plantas, lo justifica con el impulso natural, la supervivencia del más
fuerte. Es una mujer diferente a todas las que Dexter ha conocido
(aunque, visto su historial con Wayne y Dexter, podría tener esa
"atracción por la oscuridad" que tenía Lila), y por eso, aunque sabe que
se está metiendo de cabeza en un problema, no quiere dejar pasar esta
oportunidad.
La
escena de sexo fue el momento del enlace molecular. Los dos elementos,
atraídos por la acción de la química, se unieron, y ahora trabajan en
beneficio del otro y de sí mismo. Así entiende Dexter el amor, con la
misma mecánica que la química. Él no conoce el sentimiento, pero se
plantea si ahora lo está viviendo. Y si esa unión de elementos podría
ser peligrosa. Porque, a veces, los elementos reaccionan, y arden,
exploran, o crean un compuesto aún más peligroso, como un ácido que
podría estar a punto de salpicar a Debra.
"Chemistry"
es un gran capítulo que hace que, si bien aún no me agrada del todo, la
trama de Hannah gane muchos puntos. Por si fuera poco, Isaak está de
nuevo en la calle, y LaGuerta va encarrilando sus pistas hacia Dexter.
Esas, junto a la petición de Debra, suponen unas fuentes de calor y
presión que harán peligrar el compuesto. La temporada se torna muy
emocionante, y seguro pronto sabremos si esta unión química es algo
sólido y duradero... o se trata de un compuesto peligroso unido por un
frágil hilo tejido con el gusto común por el olor de la sangre.
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Excelente Review no entendía bien lo que había mirado LaGuerta ahora si me quité la duda.
ResponderEliminarIgual esta temporada la serie viene flojita