American Horror Story: Hotel 5x06 'Room 33' - Review

Aunque con retraso, finalmente os traemos la review del sexto episodio de American Horror Story: Hotel. A veces, y muchos comprenderán estas palabras, los quehaceres diarios y alguna que otra faringitis, impiden que dispongas del tiempo suficiente para poder analizar cada episodio de una forma correcta y amena. Pero el momento ha llegado, tras el salto, la review de Room 33.

Y de todo ha pasado en estos dos episodios. Hemos podido conocer en profundidad el pasado de La Condesa, asistir al nacimiento de un amor puro y descender, por enésima vez, al infierno de la locura de John Lowe. Además se nos han contado detalles sobre la mitología de los eternos huéspedes del hotel y hemos conocido a un morador desconocido hasta ahora: la criatura de la habitación 33.

Interrupción de vida.

Una nueva conexión (y no será la única en los dos episodios) con la primera temporada se produce en el prólogo del episodio. Viajamos hasta 1926 en Los Angeles. Al pasado de La Condesa, Un pasado que quedará conectado para siempre con las vidas de Charles Montgomery (Matt Ross) y su esposa Nora. Efectivamente. Nuevamente entramos en la casa de Murder House para que quede establecida esa conexión antes mencionada. Si recordamos la primera entrega, el constructor de la famosa casa atestada de vengativos espíritus era Charles Montgomery, un reputado doctor que, cuando comenzó a caer en ciertas adicciones y en la práctica de abortos clandestinos, vio como su vida de desmoronaba por completo. Y ese trabajo sería el que le costase la vida de su hijo Thadeus.

Elisabeth llega a la consulta con una meta clara: abortar el fruto de una relación adúltera aparentemente. La Condesa de hace llamar Sra, Johnson. Amigas suyas le recomendaron a este doctor para poder borrar ese error de vida que crecía en su interior. Con un embarazo acelerado pese a estar solo de tres semanas, el Dr. Montgomery se dispone a realizar el aborto. Todo para evitar el qué dirán en la sociedad, el que el esposo de la Condesa descubra ese temible secreto. Pero los deseos de los pacientes son órdenes para el médico y el aborto de produce. Pero, con lo que no contaban era con que esa criatura estaba viva pese a la operación y que la enfermera del doctor se iba a convertir en su primer festín de sangre. Quizás este hecho fuese el que llevase a Montgomery a experimentar con los pedazos de su hijo años después y traer de nuevo a la vida a Infantata, al horror personificado.

Locura inducida.

Uno de los vértices sobre los que se apoya esta temporada es la locura en la que, con y sin ayuda, está cayendo John Lowe. Atormentado con la desaparición de su hijo, las "fantasías" de su hija y la mala relación existente con su esposa, el policía tendrá que hacer frente a un nuevo reto: mientras duerme recibirá la visita de Holden que, como si de un juego se tratase, conducirá a su padre hasta la piscina en el que descansa con su madre y sus "hermanos" en esos ataúdes de cristal. Y esa impresión de ver a su familia durmiendo en las cajas mortuorias es la que hace que caiga desmayado. Y, sintiéndose descubierta, Alex urde un plan que conducirá a la locura a su ex marido.

Liz Taylor es la guardiana de los secretos del Hotel Cortez. Y, a sabiendas de las consecuencias con La Condesa si esta se entera de que su "secreto" ha sido revelado, decide ayudar a Alex destruyendo los ataúdes para borrar cualquier pista que condujese al esclarecimiento de la verdad.

Alegando haber encontrado a John en el pasillo, Alex droga a su ex marido para poder deshacerse de lo que la pueda incriminar. Y, cuando John despierta de su letargo es víctima de Alex: la pediatra le hace creer que todo ha sido un sueño gracias, en parte, a lo que Scarlet creyó ver ya que, al igual que la historia de su pequeña, John ha visto lo mismo.

Secretos.

Liz y Tristan son los encargados de dar la sorpresa del episodio. Durante las últimas semanas han estado manteniendo una relación amorosa en secreto. Ambos, sintiendo ser rechazados, buscan el apoyo en el otro. Un amor floreciente que es, a su vez, un obstáculo para esa felicidad que tanto ansían. Tristan es uno de los nuevos juguetes de La Condesa y Liz es su mano derecha y es a ella a quién debe ser quién es en la actualidad.

Aún creyendo haber encontrado el amor, ambos son conscientes de los peligros que encierra ese deseo. Uno de los mayores miedos es la reacción de La Condesa pero, dejando claro que Tristan no es homosexual por estar con Liz, la recepcionista termina confesando que quiere a su nuevo amante.

Ajena a todo, Elisabeth está en sus aposentos con Will Drake, La idea de la chupasangre es matar a su conquista tras haberse casado y hacerse con toda su fortuna. Pero sus armas de mujer con ineficaces para conseguir una erección de Drake y recurre a Tristan para que caliente el ambiente y poder consumar sus planes.

Criatura.

La Condesa entra en la habitación 33. Esa en la que duerme la criatura mencionada por Iris en el primer episodio. Vemos una cuna y enseguida entendemos que su hijo, ese retoño de 1926 es quién mora en el dormitorio. El hijo de La Condesa no había muerto y vive en el Cortez. Podemos intuír que esa dieta que parece seguir la criatura es la misma que alimenta a su madre, la sangre humana.


Ramona y Donovan llegan al hotel aprovechando la ausencia de Elisabeth. Ella y Drake han viajado a Paris. Y esta circunstancia será aprovechada por los despechados ex amantes para culminar su venganza matando a los hijos de la mujer. Ramona descubre que la piscina está vacía y no hay rastro de los pequeños sanguinarios. En ese momento, habla con Iris quién, una vez aceptada su nueva condición, ha asumido que debe matar para sobrevivir y le cuenta lo acontecido con la pareja hipster. Ramona no ceja en su plan y decide atacar al retoño de La Condesa pero, tras encontrarse con él, termina herida por el ataque de Bartholomew. Instantes después Liz descubre que Bartholomew ha desaparecido y así se lo cuenta a Alex que comienza a buscar al pequeño.

Girando en la rueda del hámster.

Un nuevo acontecimiento nos pilla desprevenidos. Al igual que acontecía en Murder House, los fantasmas de los asesinados quedan para la eternidad deambulando por el hotel. Si una persona tiene pendientes en su vida quedará girando en la rueda del hámster para la eternidad. Pero hay una salvedad que Donovan desvela.

Vendela y su amiga, las turistas que abrieron la temporada siguen buscando la salida del Cortez. Pero es imposible. La verdad es que, de no encontrar un propósito, una forma de escape de ese bucle infinito, quedarán siempre repitiendo lo mismo. Día a día. Una especie de semejanza con el infierno particular que ya vimos en Coven. El ex amante de La Condesa cuenta la historia de Cara, una enfermera en búsqueda del amor que, cansada, decidió poner fin a su vida. En vano. El cuerpo fue encontrado después de que el agua de la quinta planta quedase mezclada con sus restos. Una clara referencia al caso de Elisa Lam en el Cecil Hotel en 2013. Pero Cara encontró su propósito torturando a los hombres que se hospedaban en la habitación en la que ella se quitó la vida.

Dicho y hecho. Con la lección aprendida, las amigas suecas deciden usar sus cuerpos para ese fin que les ayude a escapar de la rueda. Un asiático será la primera víctima ya que, tras mantener relaciones con una de ellas, termina muriendo. Pero eso no llena a las amigas y, con la ayuda de Alex que, al parecer, quiere seguir hurgando en la herida de John, deciden ir a por el policía, mantener relaciones sexuales con él e intentar volverlo loco. Más loco si cabe.

Todo afecta al policía. Un nuevo asesinato del Asesino de los Diez Mandamientos. En esta ocasión ha destripado a un predicador que se lucraba con su trabajo. "No usarás el nombre de Dios en vano". 

Huída.

John decide ir a su nueva casa para poner su vida en orden y escapar de la locura del hotel. Una idea de Alex que asegura que así no sea descubierta y pueda seguir pasando la eternidad con Holden. En el hogar y sin él saberlo, se encuentra Bartholomew que se escondió en la maleta del policía para escapar.

En casa Scarlett ve los dibujos mientras es acechada por la criatura. Cuando es descubierto por John, quiere escapar pero es alcanzado por los disparos del policía. Unos disparos que aterrorizan a su pequeña y hacen que la policía llegue y medie en la situación. De un plumero, Alex se ha librado de su hija para mandarla a casa de un familiar. Y, de paso, ha encontrado al hijo de la Condesa.

Para que sea mío.

Armándose de valor para poder enfrentar a La Condesa y confesarle su relación con Tristan, Liz, amparado en la confianza existente con su jefa, decide contar todo lo relacionado con Tristan. Y, aunque en un comienzo ella parece tomarse bien la revelación, finalmente besa a Liz y raja la garganta de Tristan que muere delante de su amado. 

Posteriormente, la Condesa acude a visitar a su hijo y encuentra a Alex en la habitación 33 meciendo al bebé. La médica le cuenta lo sucedido y La Condesa abraza a su deforme y monstruoso retoño.

AUDIENCIAS.

Anunciada unas horas antes la renovación de la serie, el nuevo episodio marcó un nuevo descenso en espectadores quedando en 2.640.000 espectadores con un 1.4% en demográficos. Un nuevo descenso que, tristemente sufre la serie pese a ser anunciada como la temporada más oscura hasta la fecha.

OPINIÓN.

Basta con dar un poco más de protagonismo a Lady Gaga para que queden patentes sus limitaciones interpretativas. A veces, cuando ella copa la pantalla, parece que estamos viendo uno de sus videoclips en los que, lejos de demostrar su valía, parece querer limitarse únicamente a lucirse como en cualquiera de sus canciones. Una pena que hayan escogido a esta cantante para un papel que, en otras manos, podría haber sido una delicia. Pero es lo que hay. No puedes pedir a un burro que no rebuzne...

El sexto corte ha sido un poco insulso. Una serie de imágenes dedicadas a una criatura que podrían haber sido más aprovechadas por los responsables y no una especie de "sugiero, amago y no hago",

A grandes rasgos es un episodio bueno pero, personalmente, creo que han optado por la salida fácil para cerrar y abrir la trama de Bartholomew.