Bates Motel 3x10 'Unconscious' (Season finale) - Review
Ya no hay marcha atrás. Los acontecimientos se precipitan en el último episodio de la tercera temporada de Bates Motel. Múltiples amenazas acechan a la familia Bates que, por ende, deberá lidiar con la locura de Norman. Nadie está a salvo en la ciudad con Bob Paris libre y Romero, consciente de ello, buscará la solución a tantos problemas. Ha llegado la hora del check-out. Tras el salto, la última review de Bates Motel.
En episodios anteriores de Bates Motel... La llegada de Bradley nuevamente a la ciudad parece trastocar por completo la vida de Norman. Aún queriendo ayudar a su amiga, Norman deberá hacer caso a su perturbada mente y tomar una decisión sobre la vida de la joven. Norma y Romero continúan asediados por Bob Paris quién, creyéndose intocable, está decidido a ir por ellos...
Una ayuda tardía.
Unas horas después de que Caleb se marchase, Dylan descubre una guitarra en el salón de la mansión. Norma le dice que es un regalo de despedida de su padre pero que no sabe nada más. La matriarca de los Bates aprovecha la ocasión para sincerarse con su hijo y decirle que ha llegado la hora de ayudar a Norman y que en Pineview lo harán, puesto que es una de las instituciones que mejor tratan los problemas mentales que acusa Norman.
Dicho y hecho. Momentos después, Norma conduce hasta la institución mental en busca de las respuestas que necesita. Al contrario de lo que cabría imaginar, el manicomio es un lugar aparentemente plácido en el que los pacientes parecen gozar de una especie de libertad en la que sus familias pueden visitarlos con asiduidad. Norma comienza a hacer las pertinentes preguntas sobre precios a la responsable. La directora le advierte que suelen trabajar directamente con las aseguradoras y que, además, necesitan un diagnóstico médico previo. El total del tratamiento oscila entre veinte y cuarenta mil dólares mensuales.
Con esa información, Norma llega al motel y habla con su hijo. Es consciente de que ella un día faltará y quiere asegurarse de que Norman se quede en perfecto estado y a salvo. Pero, cuando comienza a detallar su idea y la necesidad de que vaya a ese lugar, Norman comienza a ponerse a la defensiva asegurando que, en realidad, su madre se ha cansado de él y se ha dado por vencida.
Cazando al cazador.
Mientras tanto todo está dispuesto en la comisaria para dar caza a Bob Paris. La agente especial Babbitt da las últimas indicaciones del plan: asaltar la vivienda de Bob Paris a las 21:30. Todo debe salir a la perfección sin bajas ni fallos. Pero, desde el lado opuesto de la sala, Romero observa la escena y parece estar preocupado por lo que va a suceder...
Romero visita a Norma para ponerla al corriente de las novedades. Norma, afectada, asegura que, pese a lo que ella haga, el destino está por encima de todo. La mujer teme en realidad que Bob Paris cargue contra Norman y termine separado de su madre. Esos miedos maternos son comprendidos por Romero quién, en pleno operativo para detener al mafioso, decide llamar a Paris para advertirle sobre las ideas de la DEA y le recomienda que escape y se esconda. Es lo que parece convenir al policía. Efectivamente, cuando llegan a la mansión, el hombre ha logrado escapar y burlar a los agentes.
Pero Romero sí conoce el paradero del mafioso. En el puerto de la ciudad, Romero sorprende a Paris intentando escapar. Pretende dejar su nombre atrás y labrarse un futuro fuera de la locura de Norma y su hijo. Esas palabras que utiliza llenas de veneno comienzan a hacer mella en Romero que se pregunta por qué, si sabía que había tanto dinero en el pueblo, nunca pudo beneficiarse de ello. Bob Paris siguiendo con su asquerosa artimaña compara a Romero con su padre. Pero con lo que no contaba es con la idea del sheriff. Antes de que pueda terminar de hablar, Romero dispara en tres ocasiones contra Bob Paris dejando que muera a sus pies. El asesino de las dos jóvenes ha caído.
Esperanza.
El padre de Emma recibe una llamada para informar que ha aparecido un posible donante de pulmones para Emma. La joven, que se encuentra en su dormitorio, parece rechazar la idea. Cuando confirman la idoneidad de la chica para ese transplante, Emma huye de casa presa del pánico.
Will Decody, su padre, decide llamar a Dylan para que le ayude a encontrar a su hija. En la cabaña, Emma desvela sus temores ante el joven: tiene miedo de que su cuerpo rechace los pulmones y morir. Y, además, no quiere vivir de por vida sometiéndose a continuas pruebas, análisis y revisiones. Tal y como asegura, prefiere vivir en su engaño pero a salvo. En una falsa sensación de seguridad. Dylan,anima a su amiga a ser valiente y aceptar la nueva oportunidad que le brinda la vida. Con las palabras de Dylan, Emma se llena de energía y besa al joven. Está dispuesta a recibir ese transplante pese a las dudas que la invaden acerca del motivo por el cual ha escalado puestos en la lista tan rápido.
Escape.
Otra de las personas que parece no encontrar su lugar es Bradley. Aprovechando que su madre ha salido de casa, la joven entra en el lugar y destroza todas las pertenencias de su familia y les roba dinero y joyas. Esas joyas que han sido pagadas con el dinero del tráfico de drogas. Una vez en el motel, la joven anima a Norman para que escapen juntos pero son sorprendidos por la llegada de Norma. Bradley le dice a Norman que, de aceptar la idea de escapar juntos, ya sabe dónde puede encontrarla.
Llegada la noche y con la pelea con Norma reciente, Norman hace su equipaje para abandonar a su madre. Según él, ella es la culpable de todos sus problemas y no duda en increparle que es gracias a ella por lo que Norman se está volviendo loco. Lo que Norman quiere es marcharse con Bradley Martin. Norma cree que su hijo está sufriendo un nuevo ataque de locura al querer irse con una persona muerta ya que, para todo el mundo y aunque no sea cierto, Bradley se suicidó el año anterior en el lago. Norma intenta que su hijo no se marche y, en un forcejeo por arrebatarle la maleta, Norma cae por las escaleras y, para evitar que Norman escape, decide golpearle con un objeto en la cabeza y dejarlo atado e inconsciente en el desván.
Norman decide pedir ayuda a Dylan pero, cuando el joven llega a casa, descubre que Norman ha logrado escapar. El hijo mayor de Norma le cuenta la verdad sobre la falsa muerte de Bradley; en realidad, él fue cómplice de ese montaje ya que la joven tenía muchos problemas y la única salida era fingir su propia muerte para que pudiese vivir tranquila. Norma entiende entonces que su hijo no mentía y que ha escapado con la joven que vino de entre los muertos.
El renacer del asesino.
Norman finalmente logra escapar con Bradley y, aparentemente, dejar atrás la locura con la que convivía. Según él mismo su madre era la que estaba loca y, con su marcha, ya nadie puede hacere sentir la locura. O tal vez sí. La locura se adueña de Norman una vez más cuando cree ver a su madre en el asiento trasero del coche. El joven le dice a Bradley que detenga el coche, que Norma quiere hablar con ella y, una vez que lo haya hecho, dejará que se marchen. Norman, creyéndose Norma saca violentamente a Bradley del coche, y le increpa sus malas artes con él mismo. En plena locura, Norman golpea en repetidas ocasiones a la joven contra una piedra matándola.
Para ocultar el cuerpo, Norman decide tirarlo al lago para que nadie lo encuentre. Su locura le sigue haciendo creer que es Norma la que actúa. Sea como sea, Norman sigue su carrera como asesino cobrándose una nueva víctima.
AUDIENCIAS.
Desde Tv by the numbers nos hacemos eco de las audiencias cosechadas en la season finale de Bates Motel. El último episodio de la tercera temporada congregó a 1.671.000 espectadores frente a la pantalla con un 0.7% en la franja 18/49 años. Como vemos, la serie no consigue remontar las paupérrimas cifras que ha ido cosechando en el presente año.
OPINIÓN.
Esta season finale cierra tramas abiertas durante la presente temporada para que, llegado el caso de su renovación, podamos explorar las reacciones a los acontecimientos acaecidos en este décimo episodio. Estamos ante una buena season finale que, aún distando de las anteriores, nos ofrece un episodio casi perfecto en el que la tensión se palpa casi en cada fotograma.
Mención especial para Vera Farmiga una vez más. Sin duda alguna es el pilar de la serie.
BALANCE DE LA TEMPORADA.
Pobre e insulsa. Me cabrea que hayamos tenido que esperar siete semanas para poder ver los mejores episodios de toda la temporada. Los seis primeros eran una incesante pasarela de tramas nada atrayentes, de quiero y no puedo aunque pueda. Pero, desde el séptimo episodio, la serie ha ido mejorando notablemente hasta ofrecernos un buen final de temporada que, desgracidamente, se ve empañado por la baja calidad de lo mostrado durante la totalidad de la temporada.
Desconozco si tendrá o no una nueva temporada pero, desde aquí, quisiera pedir que, al igual que hicieron en la segunda temporada, sean capaces de sorprendernos con buenos capítulos que nos dejen esperando que llegue el siguiente. Aunque, a decir verdad, la renovación pende de un hilo...
COMPÁRTELO
0 comentarios :