JOSEPH FIENNES: "EL GUIÓN DE FLASH FORWARD ES MEJOR QUE EL DE CUALQUIER PELÍCULA"

Aquí os dejamos el texto de la entrevista a Joseph Fiennes de la revista "Pantalla Semanal" que os dejamos en estos scans el otro día.

A sus 39 años, Joseph Fiennes, que saltó a la fama por su papel protagonista en 'Shakespeare enamorado', asegura que no tiene ninguna intención de participar en películas comerciales y que la televisión norteamericana es mejor que el cine. Tras sus últimos trabajos en películas como 'El mercader de Venecia' o 'Recortes de mi vida', Fiennes se centra ahora en la pequeña pantalla. Tras el salto, encontraréis la entrevista completa.

Con una carrera tan establecida en el cine, ¿qué le llevó a aceptar el papel de Mark Benford en FlashForward?

Lo que realmente me convenció fue la calidad de los guiones. El cine es un medio para los directores, el teatro para los actores y la televisión para los guionistas. Además, creo que debo culpar a David S. Goyer y el extraordinario equipo que ha conseguido reunir para hacer este show.

¿Qué destacaría de "Flash Forward"?

Fue muy excitante leer un guión tan complejo donde vamos descubriendo a los personajes y todo su potencial de atrás hacia delante. Es un guión redondo, mucho mejor que cualquier película, y me gusta porque la historia se contradice a sí misma. Todos los personajes se juzgan unos a otros antes de saber la verdad que, como termina por demostrarse, no está escrita en ninguna parte y se puede modificar. El conflicto que se plantea me fascina, me siento atraído por la idea de perseguir el futuro tal y como uno lo ve. Creo que, si te concentras en un futuro positivo, puedes construir tu estrategia y sacar lo mejor de ti mismo.

¿Y qué nos dice de su personaje Mark Benford y de sus problemas con el alcohol?

Es un tipo que lleva camisas de colores, una pistola en la cadera y esposas en el cinturón, algo realmente divertido para cualquier actor.

Además, su mujer ve cómo le engaña en el futuro. ¿Por qué cree que el público va a querer ver la caída del héroe?

Sí, es cierto, pero una de las principales razones para el drama es el conflicto y creo que muchos matrimonios en la vida real tienen este tipo de problemas. En el show aparece la responsabilidad que implica una infidelidad y cómo los personajes se enfrentan a ella. Para mí, lo más importante de esta serie es el abanico de imágenes que se muestran de la experiencia humana.

Hasta ahora le ha dado miedo la fama, pero interpretar una serie de televisión tiene sus consecuencias, entre ellas una enorme invasión de su vida privada.

La privacidad es un premio. Cuando se estrenó Shakespeare enamorado me quedé en estado de shock. Honestamente, la intrusión que provoca esta profesión, en ocasiones, me agobia mucho. No quise caer en ese mundo, todo me aburría en Hollywood, haber seguido ese camino significaba hacer cinco películas en cinco años me gustaran o no los guiones. Yo he elegido mi libertad, mi vida es mía y estoy muy satisfecho con mi decisión.

Pero no me ha contestado a la pregunta. Si su serie es un éxito, perderá esa libertad que tanto ha buscado...

Perdóname, pero siento que la televisión norteamericana es mucho más excitante que las películas. Hace mucho tiempo que decidí que no quería hacer películas de tinte comercial. Yo quiero ser un actor trabajador, es lo que siempre he buscado. Me aburre que en esta industria todo el mundo esté dispuesto a colgarte una etiqueta. Ahora he decidido participar en esta serie por los guiones, todo lo demás me sobra.

También hace tiempo que decidió que no quería interpretar más historias románticas.

No me interesa hacer siempre ese tipo de personaje. Ya lo hice en muchas ocasiones y, sinceramente, hay pocas facetas en un personaje romántico. No encuentro la energía creativa suficiente para interesarme por sus historias.

¿Cómo se siente formando parte de los Fiennes, una dinastía de artistas?

Lo más importante en mi familia es que cada uno sigue su camino de manera individual, ninguno va a casa del otro a intercambiar notas y, cuando lo hacemos, es por disfrutar de la vida doméstica, no a nivel profesional.

Su padre era fotógrafo y su madre, pintora y escritora. Su vida siempre ha sido nómada y poco convencional. ¿Cuáles son los recuerdos de su infancia?

Mi infancia fue una loca, desorganizada, ruidosa y caótica aventura. De niño te adaptas a todo. Cuando pienso en mi familia veo un grupo de amigos muy unidos pero, al mismo tiempo, somos algo melodramáticos.

¿Y fue su infancia nómada la que le convirtió en el actor itinerante y sin un hogar fijo que es ahora?

Creo que sí. Cada año tenía que aprender a comportarme dentro de una escuela nueva, reinventarme a mí mismo. Ahora me doy cuenta de que ya entonces era un actor porque, si uno de mis personajes no funcionaba, me inventaba otro. Era el arte de sobrevivir, de intentar no ser golpeado en el recreo por los otros compañeros.

¿Desde entonces ya quería ser actor?

Recuerdo como si fuera hoy el día que me dieron mi primer papel, sentí que me habían elegido para la gloria y en ese momento me di cuenta de que esto era lo que quería hacer con mi vida.

¿Es cierto que a los 16 años desapareció y se fue a la Toscana italiana a vivir en una villa del siglo XII?

Sí. Me aislé durante seis meses. Era importante para mí descansar, apartarme de todo, aclarar mis ideas. Salí de allí con mi pasión intacta y decidido a buscar mi lugar en el mundo. Convertirme en actor fue algo extraño, una coincidencia del destino, algo me agarró del cuello y me colocó en el lugar adecuado.

Y ahora, ¿qué le pide al futuro?

Seguir aprendiendo a través de mi trabajo. Algunas veces funciona y otras no. ¿Quién ha vivido sin tener altibajos? No hay periodista, actor, pintor ni administrador que no haya sufrido momentos buenos y momentos malos en su carrera. Siempre van a llegar esos instantes en la vida en los que nada nos sale bien y esperamos que todo cambie. Por supuesto yo también he fallado y me da miedo el fracaso. Sólo espero poder mejorar poco a poco en lo que hago. Fallar, mejorar y volver a empezar el proceso de nuevo. A mí no me da miedo el fracaso.

Así que lo único que tiene seguro hasta el momento es que, al mudarse a Los Ángeles, podrá dar rienda suelta a su pasión por el surf, ¿no es así?

Te confieso que me encanta. El surf es una auténtica adicción. Aprendí a hacer surf en Australia y, ahora que me mudo aquí, voy a aprovechar para subirme a la tabla y montar las olas.

Fuente: La Guia TV

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