American Horror Story: Roanoke - Chapter 7 - Review


Si hay algo irreprochable a la sexta temporada de American Horror Story es, sin duda alguna, su capacidad de reinvención. Tras las fallidas fórmulas mostradas en las dos anteriores temporadas, Roanoke apenas otorga respiro alguno en su metraje. Quizás sea por esa no tan novedosa técnica de found-foutage intercalada con cámara en mano y que sirve, entre otras cosas, para dotar de cierto realismo a la historia que pretenden contar.

Nos encontramos entonces con un muy buen material que sí ha sabido ser aprovechado y que inunda al espectador en el horror más absoluto. Con múltiples referencias y guiños a películas como "La matanza de Texas", "The blair witch project" o bebiendo de su propia historia, American Horror Story: Roanoke conjuga a la perfección una atmósfera opresiva quehace que, nuevamente, llegue la muerte para advertir que, uno a uno, todos caerán en sus garras.

 Esta es la review semanal de la serie.



La acción nos sitúa unos minutos antes del asesinato de Rory a manos de las enfermeras de la muerte. En el exterior del set, aparece uno de los colonos de Roanoke que, segundos después, desaparece. Sidney se encuentra en el tráiler de producción revisando las imágenes de la mansión mientras disfruta de lo inconcebible.


Tras recibir la cena y haciendo gala de su total falta de empatía con nadie, el productor disfruta de los altercados de la casa. Cuando su cámara ve como Rory es asesinado, los gritos de Alyssa alertan a Sidney. En el exterior, descubre a su compañera degollada y. tanto él como el cámara, son ajusticiados por Agnes.



En la casa, Audrey busca a su marido. Con la ayuda del resto de habitantes, finalmente llegan al dormitorio en ql que el joven fue asesinado. Un charco de sangre crea la incertidumbre pero, acordándose de la oferta recibida a Rory, Audrey piensa que ha sido abandonada por su esposo.


La locura de Agnes que cree ser La Carnicera le lleva a esconderse en la bodega. Con un monólogo que corta la respiración, la mujer va urdiendo su venganza cuando la luz se apaga. Al regresar, e igual que ya vimos en el primer episodio de la temporada, unos tótems inundan la estancia...


En el confesionario, Dominic desvela sus verdaderos motivos para estar en el programa: gracias a una cámara corporal podrá grabar las reacciones y todo lo que suceda con sus compañeros tras agitar el avispero. Sidney realmente quiere que vuelva locos a los demás para reventar los audímetros.


Shelby está en una de las habitaciones recuperándose de un encontronazo con Matt. Descubre la cámara que Agnes ha robado tras matar a Sidney y los empleados. Agnes entra en el dormitorio y, tras increpar a Shelby, advierte que ella quería estar en el programa pero que Sidney no lo permitió. Tras esto asesta un machetazo en el cuerpo de Shelby. Pero Dominic llega y, tras reducir a la mujer, pone a salvo a Shelby.


Pero, de alguna forma,. Agnes escapa de la estancia y se refugia en su escondite.

La situación es extrema y tras no recibir asistencia médica, los habitantes de la casa optan por encontrar a Sidney y culparle de lo sucedido. Además, Lee, para no estar desprotegida, ha metido una pistola a escondidas.


Pero con Agnes acechando, deciden escapar por los túneles de la casa. Lee, Monet y Audrey se encuentran con el fantasma real de E.P. Mott (Elliot Ehlers)  y disparan contra él. Una vez en campo abierto y antes de que caiga la noche, encuentran el centro de cámaras y descubren los cadáveres de los responsables. Sin escape poco pueden hacer sino buscar ayuda. Pero, Agnes nuevamente, aparece de la nada y Lee dispara sobre ella. Los colonos de Roanoke las sorprenden y, cuando se esconden las mujeres, descubren el cuerpo sin vida de Rory atado a la copa de un árbol. Pero la verdadera amenaza llega con la irrupción de los verdaderos Polk en escena. Entonces podremos ver fugazmente a Finn Wittrock interpretando a Cain Polk.



Agnes se extrae la bala y jura vengarse para recuperar sus tierras. En la casa, tras acercar posturas, Matt y Shelby duermen cuando Scathach, la verdadera bruja del bosque, seduce nuevamente a Matt. Con Dominic presenciando la escena no tarda en estallar la guerra. Dominic corre a despertar a Shelby para mostrarle la verdad. En el sótano, Matt se deja llevar por la pasión y yace con la bruja. Realmente él ha aceptado volver a la casa porque está enamorado de Scathach. La locura se apodera de Shelby y termina destrozando el cráneo de su marido con una barra de hierro.



El infierno en el que se encuentran las chicas sale a la luz. Por un lado, Lee es retenida y atada a una silla. Mamá Polk (Robin Weigert) entra en escena y, tras sazonar la pierna de Lee con aceite de almendra y sal, corta trozos de carne de la pierna de Lee para que, las exhaustas Audrey y Monet, puedan disfrutar de tamaño manjar.




Dominic y Shelby siguen en la casa. Tras matar a Matt, la única salida viable es que Shelby se entregue. Pero Agnes aparece en escena por enésima vez para llevar a cabo su venganza: incendiar la casa y matar a sus moradores. La veterana actriz es sorprendida por los colonos de Roanoke que, con sus antorchas, llegan a la entrada de la mansión y se encuentran con Agnes. Nuevamente mostrando su paroxismo más brutal, cree que han venido a ayudarla. Pero la verdadera Carnicera (Susan Berger) se sitúa enfrente de Agnes y hunde un hacha en su cráneo.


Ya nadie está a salvo ya que, como la propia Sheby dice: "no hay forma de evitar que entren en la casa".


TABLA DE MUERTES.

Como ya sabemos, sólo uno de ellos logrará salir con vida. ¿Quién? En esta lista iremos tachando a los que hayan pasado a mejor vida a lo largo de los episodios.

Shelby Miller
Matt Miller
Lee Miller
Sidney Aaron
Diana
Alyssa
Monet
Rory
Audrey
Dominic
Cámara del programa

AUDIENCIAS.

Tal y como recoge Spoilertv, este séptimo episodio de la franquicia ha conseguido levantar el número de espectadores y, con respecto a la semana pasada, experimenta una ligera subida habiendo congregado a 2.620.000 espectadores manteniendo los datos demográficos de 1.4% del capítulo anterior.


OPINIÓN.

Superando ya a la segunda temporada de la serie, Roanoke se consolida como el gran acierto de la historia de la franquicia de terror. Si bien es cierto, temía que, con el paso de los episodios, la historia fuese perdiendo fuelle y terminase sin pena ni gloria como, desgraciadamente, sucedió con Hotel, Freak Show y Coven.

Es interesante ver como se satiriza el actual mundo de la televisión, los reality-show y los responsables de las cadenas. Esta sátira inunda incluso a aquellos que permiten cualquier cosa por un minuto de efímera fama. Es el caso de Agnes quién, ávida de esa fama y con su locura por bandera, filma sus atrocidades sin importarle las consecuencias. Algo que, para la gente como Sidney es oro: cuanto mayor sea la tragedia vivida, mejores resultados tendrá el programa y mejor publicidad. Algo similar sucede con esas personas que, aún estando al límite, documentan su desgracia para poder compartirla con el mundo gracias a la televisión.

Por fin un papel a la altura de Kathy Bates. Tras merodear sin pena ni gloria durante tres temporadas, al fin le han dado un papel a su medida. Creo que los premios deberían recompensar el trabajo de Bates en esta temporada. Cuando aparece en pantalla es sinónimo de una clase de magistral interpretación que, desgracidamente, nos han dejado atisbar por haberla matado tan deprisa en la ficción. Una pena.

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