The Big Bang Theory 8x05 –“The Focus Attenuation”: Review

Por Alex Crespo.

¿Qué es lo mejor que pueden hacer Penny, Amy y Bernadette cuando los chicos se encierran para un brain-storming? ¡Irse a Las Vegas! ¿Y qué es lo mejor que pueden hacer los chicos en su encierro creativo? ¡Ver Regreso Al Futuro II! El futuro de la investigación científica está asegurado.

No se les puede culpar mucho a los chicos por esa falta de concentración a la hora de poner sus mentes a funcionar. Si supierais el tiempo que se me va mientras trato de escribir las reviews mirando chorradas en internet (estooo, Naty, no estás leyendo esto, ¿verdad jefa?). vamos a decirlo ya: este “The Focus Attenuation” ha sido el mejor y más divertido episodio de lo que llevamos de temporada. De nuevo tenemos la partición del capítulo en dos tramas bien diferenciadas, en este caso chicos por un lado, chicas por otro, y ambas funcionan casi a la perfección, con gags destacables en cada una de ellas. Empezando primero por la de los chicos, que es en la que se centra el título del episodio, su intento de desarrollar algún invento o idea estaba abocado al fracaso desde el principio conociendo las particularidades de los cuatro científicos. Bueno, científicos por decir algo, porque la verdad es que en siete años apenas hemos visto que realizaran algún avance ni aportación destacable en sus respectivos campos. Vamos, que no sé para qué les pagan. En principio, coger ideas de Regreso al Futuro II para desarrollarlas en el presente (que en realidad es casi ya el futuro presentado la película. Sí, es un lío) se antoja una propuesta razonable y lógica proviniendo de una panda de frikis como estos. Y por tanto, es igual de lógico o más asumir que los inventos se van a ir hacer puñetas y que se van a hartar de ver pelis ochenteras. Como os decía, encontramos una serie de gags memorables como el intento de explicación de las líneas temporales de la película que acaba derivando en el mayor galimatías gramatical que me han hecho jamás con los tiempos verbales en inglés. También suelen acertar cuando hacen montajes rápidos de gags, en este caso acabando siempre frente a la pantalla del portátil, aunque quizás en esta ocasión ya se ha terminado haciendo algo predecible. Por poner otra pega, de nuevo volvemos a tener un cierre de trama un tanto precipitado. Ojalá les hubiésemos podido ver a los cuatro trabajando juntos elaborando algún invento. Mira, si querían hacer un homenaje a las películas y series de los ochenta, se me ocurre que una escena de los cuatro creando algún cacharro como hacían en El Equipo A hubiese quedado de lo más divertido. Pero en fin, no ha podido ser, así que… Who ya gonna call?

La trama de las chicas basa su atractivo en dos recursos cómicos que no por recurrentes son menos efectivos. Por un lado, el intercambio de roles, y por otro, la clásica borrachera. Y lo que más lo hace funcionar es que ambos recursos son acaparados por Amy y Bernadette de forma magistral. Desde hace mucho ambas le ha robado definitivamente todo el protagonismo cómico a Penny, quizá porque Penny es un personaje demasiado “normal”, y no destaca tanto entre dos personajes tan característicos. Precisamente al realizarse el cambio de roles entre la tradicionalmente fiestera y las habitualmente más apocadas Amy y Bernadette, encontramos con que Penny apenas tiene presencia en la trama. El otro recurso habitual, la borrachera, suele ser tan simple como memorable cada vez que es utilizado en la serie. Todavía recuerdo aquel capítulo en que los chicos se pillan un colocón de cuidado con unas galletas de marihuana, o en el que Sheldon se emborracha a la hora de dar un discurso y acaba sin pantalones. Grandes momentos. Aquí no llegamos a tanto, pero aun así tenemos grandes escenas como la que comparten ambas en el bar hablando de los “colisionadores de hadrones” de Bernadette (en la que se nota que ambas actrices se están partiendo de la risa con la escena), o la gloriosa llegada de las dos borrachuzas a la habitación. No menos efectiva es la fría y soleada venganza de Penny contra las dos resacosas. De lo que pasara después de la escena con los strippers mejor vamos a dejarla para la intimidad de las chicas (guiño guiño codazo codazo). Ay Amy Farrah Fowler, si te viera tu madre…