Sons Of Anarchy 7x07 –“Greensleeves”: Review


Por Alex Crespo. 

Atravesamos el ecuador de la temporada, embalados hacia el desenlace final de la serie. Sigo preguntando ¿Quedará alguien en pie?




Supongo que se os quedaría la misma cara de WTF? - ¿pero qué c*****s? en el mucho más rico castellano- que a mí cuando vimos arrancar el capítulo con lo que en un principio debería ser el pelotón de ejecución de Juice, en el mismo lugar donde murió John Teller, para luego ver cómo no solo no era así, sino que marcha ileso en su moto y para más inri, con su chaleco con el parche del club. De verdad que yo no entendía absolutamente nada. Y ya cuando se hace capturar por la poli aún menos. No ha sido hasta que el propio Jax nos lo ha explicado que no he pillado la jugada. Y la verdad es que por una vez no está nada mal: enviar a Juice a la cárcel para que pueda matar a Henry Lin allí dentro, con la ayuda de los nazis de Tully/Marilyn Manson. Ciertamente no esperaba que al muchacho se le pudiera ofrecer una oportunidad de redención, aunque la verdad es que las circunstancias han jugado a su favor. En esto hay que reconocer que Kurt Sutter ha sabido jugar muy bien con el asunto y ofrecernos un giro que no sólo pocos o ninguno esperaríamos, sino que ya desde el principio del capítulo nos ha tenido enganchados.


La cuestión es que ahora mismo Jax se encentra con problemas mucho más acuciantes, y eso que no sabe ni la mitad de lo que pasa realmente. Por un tema por el que aparentemente no va a tener que preocuparse más es por Eglee, la policía herida en la emboscada de los nazis, dado que ésta no va a contar nada de lo sucedido. Me causa bastante decepción que finalmente no exploten esta línea argumental (de momento, quién sabe si la recuperarán), porque podía haber sido un elemento esencial en la carga final de la serie, haciendo por ejemplo que Unser se volviera en contra del club, o volcando las iras policiales contra Jax y Chibs. A todo esto, de la fiscal Patterson no hemos vuelto a tener noticias, acabo de caer. En fin, como decía, de esto nos podemos ir olvidando, porque vamos a tener un “final boss” de mayor calado. La guerra contra August Marks acaba de subir varios niveles de golpe y porrazo, con la respuesta de Marks al regalito en forma de cadáveres que Jax y los suyos le dejaron en la puerta el anterior capítulo. Desde que empezó esta temporada me estaba preguntando cuándo empezarían a caer las bajas en SAMCRO, y me decía que si yo fuera un jefe rival, lo primero que haría sería eliminar a los lugartenientes de Jax, dejarle sin sus principales apoyos y así caería él solito. Vamos, que Chibs y Bobby serían mis principales objetivos. Parece que Marks comparte mi parecer, porque ha escogido a Bobby para responder adecuadamente al desafío de Jax. El orondo imitador de Elvis no pierde la vida, de momento, pero pierde un ojo enviado de regalo a Jax. Marks sabe cómo hacer daño, yendo a por lo que más sabe que va a afectar a Jax: hacerle vez que no es capaz de cuidar de los suyos y que los demás van a pagar las consecuencias de su insensatez. Así que a partir de ahora, tendremos a Bobby con un bonito parche decorando su barbuda cara. Le pega, la verdad.


La serie tiene la costumbre de en mitad de cada capítulo meter una “misión” que los protagonistas deben completar para conseguir algún “trofeo” que les permita seguir avanzando, si seguimos con el símil de los videojuegos, y que en cierto modo aligera la trama. En esta ocasión volvemos a la familia del predicador “licencioso”, a los que Jax pretende utilizar contra Marks. Los pobres están atrapados entre Guatemala y Guatepeor, la verdad. Total, que esta vez Jax tiene que hacerse cargo de un chantajista de medio pelo que tiene ahogada a la familia. No dura mucho el menda, pero este asunto servirá de detonante para que se masque la tragedia. No es lo más inteligente por parte de Jax el enviar al despistado Ratt y al hosco Happy a por Gemma sin que le puedan dar ningún tipo de explicaciones, para llevarla a la cabaña. Nosotros sabemos que es para cuidar de la esposa yonki del cura, pero obviamente Gemma se teme lo peor. Esta parte está llevada con muy buen tino, manteniéndonos en tensión en todo momento. Yo de verdad pensé que Gemma acabaría pegándole un tiro a alguno de los Sons o algo así. No ha sido así, pero el daño finalmente ha sido mucho mayor, dado que el pequeño Abel ha escuchado a su abuela confesar que mató a su madre. De lo que pueda surgir de aquí sólo podemos especular, porque Abel es demasiado pequeño para que nadie le crea si lo cuenta. Pero de una criatura tan dañada sicológicamente se puede esperar cualquier cosa. Y justo cuando a Gemma se le había aparecido una posibilidad de escape con la oferta de Nero de retirarse juntos a una granja. Si alguien tiene merecida una buena jubilación es el señor Padilla, porque madre mía las que ha tenido que pasar…

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