Sons Of Anarchy 7x05 –“Some Strange Eruption”: Review

Por Alex Crespo
Con el primer tercio de la temporada cumplido, es hora de pisar el acelerador en este “Final Ride”. Con cuidado que alguno se va a salir en alguna curva.



La sensación principal que me dejó el capítulo ha sido de Intensidad. Justo de lo que adolecían los primeros capítulos de la temporada, en este la tensión la tenemos a espuertas. Ese cigarro de Jax entre los cadáveres de la masacre de Diosa es prácticamente el único momento de “calma” que van a vivir los muchachos de SAMCRO. Porque como no puede ser de otra manera, la mierda les va a llover de todos los lados. La sheriff Jarry, por muy en buenas relaciones que esté con Chibs, no puede dejar pasar así como si nada una de las peores masacres ocurridas en la zona, entre otras cosas porque los federales con Patterson a la cabeza (a la que apenas se le ha visto en esta temporada y creo que debería tener bastante más presencia) van a ir a por su cabeza, y a por la de todos si esto no se resuelve pronto. Y es precisamente esa una de las pegas que se le puede poner a este capítulo: que se resuelve demasiado rápido. Es bastante increíble cómo Lin cae en una trampa tan obvia y que tampoco es que haya sido una obra maestra de estrategia y planificación, por mucho que la intervención de la policía comprada de Barosky (director del capítulo, por cierto) nos haya cogido por sorpresa. A estas alturas de la película, todos deberían saber que en cuanto tengas la más mínima oportunidad deberías meter una bala entre las cejas de tu enemigo, sin dejarle hablar siquiera, porque te la van a liar. Por la intervención de los SWAT de Jarry, entre otras cosas por la información proporcionada por Unser, Lin sobrevive y entrará en la cárcel, donde suponemos que antes de morir de alguna forma macabra, dirá o hará algo que haga que Jax comience a dudar de la versión de Gemma sobre la muerte de Tara. Iba a decir que porque una vez más o menos resuelta la guerra con los chinos, era el principal tema a tratar en la serie. Pero claro, uno se pone a recordar todo el tema de los nazis, los polis tiroteados, August Marks, Jury, y un largo etcétera, y vuelve a pensar que todavía queda mucha mierda por llover encima de los Sons.

Y en medio de todo esto, anda Nero. A día de hoy la única justificación de éste no le haya metido ya tres balazos a Jax es que argumentalmente se sigue necesitando que sea el mayor pagafantas al oeste de Charming y por eso ese alineamiento ciertamente ilógico con los Sons. Porque ya son demasiadas todas las mentiras y todas las veces que ha sido utilizado por Jax, importándole a éste poco o nada el que Nero ponga en riesgo su reputación, o incluso su vida y la de su hijo, mientras pueda seguir siendo su marioneta. Y ya es demasiado, se hace muy poco creíble cómo un tipo que en su tiempo fue Rey, ahora acepta ser un simple palmero al que todo el mundo usa a su antojo sin que éste proteste más que levemente para acabar agachando las orejitas después. Y encima, parece que se apunta el germen de un romance entre él y Wendy, lo que sería ya la espoleta definitiva para desatar la furia apocalíptica de Gemma. Si Gemma sobrevive a la furia de Juice, claro está. Vale, sabemos de sobra que sí, que sobrevivirá, pero me gusta ver que también a ella sus planes se la están viniendo abajo. De manera un tanto torpe, ciertamente, porque no entiendo por qué no ha aprovechado cuando Juice se ha quedado dormido para librarse de él de una vez por todas. Como el mismo Juice sabe, es un cabo suelto, y por tanto, un peligro latente. La cuestión es ahora qué. Qué puede hacer Juice ahora que se ha quedado completamente solo y más o menos en mitad de la nada. Por supuesto que sabemos que es una pieza clave en la resolución final del puzle, y espero que ahora que se ha producido este giro abandone ya de una puñetera vez la pose de perrito apaleado y pase a la acción.

No quiero dejar de destacar la escena que protagoniza el pequeño Abel martillo en mano de guardián de su hermanito Thomas. Que algo no va ir bien en la cabeza del muchacho es más que lógico con todo lo que ha vivido desde incluso antes de su nacimiento. Y sin duda el que ya en dos capítulos nos hayan mostrado reacciones de este tipo o conversaciones como la que mantiene con Jax (¿es que se va a morir si da un abrazo a su hijo de vez en cuando?) me lleva a pensar que desgraciadamente Abel va tener un protagonismo desgraciado en la tragedia griega con la que va a acabar la serie. Ojalá que me equivoque, porque los niños no son siempre más que víctimas inocentes de los desmanes que cometemos los adultos y es algo terrible cuando son los que sufren las consecuencias de nuestros errores. Por supuesto que todavía queda mucha tela por cortar, que estamos a mitad de temporada y hay un montón de asuntos coleando y esperando para estallar en la cara de Jax y SAMCRO. Mientras lo hagan con la energía de este capítulo, es seguro que vamos a tener un final de serie que nos va a dejar pegados a nuestros sillones.