Grey's Anatomy 11x01 - ‘I must have lost it on the wind’: Review

Hoy le damos la bienvenida a nuestro staff a Ruth Caudeli, quién comenzará el seguimiento de la onceava temporada de Grey's Anatomy.

La verdad es que me da un poco de tristeza estrenarme en este blog con una review negativa. He tratado de buscar la parte positiva del capítulo para centrarme en eso y que mi entrada no fuese tan pesimista pero, la verdad, no lo he logrado. Porque, aún a riesgo de ganarme ya enemigos en este primer post, seré contundente al abrir la review diciendo que esta season premiere ha sido aburrida y no ha estado a la altura de lo que debería ser un arranque de temporada Shonda style.


No nos engañemos, este capítulo lo hubiésemos catalogado como ‘de relleno’ si se hubiera emitido a mitad de temporada. Pero además, se trata del primero después de una larga espera. Los seguidores de la serie, entre los cuales me incluyo (y espero no dejar de hacerlo y que la cosa mejore), nos quedamos con un gran vacío después de la salida en la temporada pasada del mejor personaje del ahora Grey Sloan Memorial Hospital: Cristina Yang. Su despedida dejó a muchos tocados y, por esta razón, esta premiere tendría que haber sido muy superior e impactante para que pudiésemos seguir adelante y no estar echando de menos continuamente a este personaje. Al final de la décima temporada sentí miedo; sin Cristina, quizás los doctores de Shonda ya no volverían a ser los de antes. Pero pensé en que muchos otros personajes también habían salido anteriormente (obviamente ninguno era Yang) y la serie había logrado reponerse.  Pero en este caso no ha sido así.

La trama no ha avanzado en absoluto. Esta premiere sólo ha servido para presentarnos muy vagamente algunos de los conflictos que trataremos durante estos primeros episodios y, la verdad, éstos no parecen demasiado interesantes ni, lo que es peor, originales.

Empecemos con la siempre pareja feliz de Meredith y Derek. Cuando parecía que tendríamos un poco de acción y conflicto en este matrimonio e íbamos a tener a cada uno en una parte del país, el señor esposo perfecto de McDreamy se ha echado atrás y decide quedarse con su mujer y sus hijos. Su perfección ya es demasiado predecible y lo único que me ha parecido medio interesante ha sido la reacción de Meredith cuando él le ha comunicado su decisión. Quizás la doctora Grey por fin se de cuenta de que tanta perfección está haciendo que nos aburramos hasta el exceso y la que era la pareja protagonista de la serie se está convirtiendo en la pareja más odiosa.

Y siguiendo con Meredith… ¿por qué está tratando tan mal a Maggie? No es que Grey haya sido nunca la simpatía en persona, pero es obvio que la nueva jefa de cardio no tiene la culpa de la salida de Cristina aunque la doctora Grey parece que piensa lo contrario. Obviamente, los guionistas están tratando de enfrentarlas al máximo para que nos apiademos de la pobre Maggie y que Meredith se muera de culpabilidad cuando se entere del parentesco que las une. Porque, según el flashback inicial, Grey tiene bloqueado el recuerdo del nacimiento de su hermana. Pero, pensemos un poco…¿otra hermana secreta? Ya lo tuvimos con Lexie y estuvo muy bien, pero otra ya no nos funciona. Lexie fue Lexie y a pesar de la mala salida que tuvo de la serie (no entraré en el superficial tratamiento que dieron a la muerte de ésta) no queremos otra hermana que la remplace. Sí, vale que esta es hija del Chief y que por ahí nos tratarán de meter más conflicto porque ahora él no va a decirle que es su padre… pero en serio… ¿Otra hermana? Y lo peor… ¿otra hermana médica?

La trama Calzona y sus primero blanco y después negro ya nos cansa. Su relación lleva mucho tiempo deteriorada y es muy cansino que en todos los capítulos Arizona empiece diciendo una cosa y Callie la contraria y, al final del capítulo, acaben cada una en posiciones opuestas. Nunca se van a poner de acuerdo. Ahora Callie sí quiere una madre de alquiler y Arizona volver a estudiar. Obviamente su matrimonio entrará por enésima vez en crisis y Callie se quedará de nuevo sin bailar en ropa interior.

El resto de personajes han pasado sin pena ni gloria por el capítulo. Se nos empieza a insinuar el conflicto Karev-Bailey (qué personaje tan desperdiciado últimamente) por el puesto de Cristina en la junta. Jackson y April a penas han tenido diálogos en esta premiere, más que para tratar de animar a un Owen que parece totalmente perdido sin su ex esposa.

Respecto a los casos médicos, nada nuevo bajo el sol. Como siempre, el que parece que más mal está acaba salvándose y el que a priori tiene una enfermedad menor termina teniendo una complicación inesperada. Pero lo que realmente ya es demasiado obvio y predecible en esta serie es la trasposición de los casos con la vida de los médicos. En todos los capítulos, cada uno de los médicos tiene uno relacionado con el conflicto vital que está teniendo y que le hace reaccionar ante su propio problema. Los médicos tan sólo reaccionan y actúan en base a la resolución de sus casos y sus pacientes acaban convirtiéndose en oráculos que les hacen darse cuenta de lo que realmente tienen que hacer. Este patrón se repite en cada episodio y creo que es demasiado repetitivo. Como espectadora, siento que lo único que crea esta trasposición es que uno pueda anticiparse y saber exactamente cómo va a reaccionar el personaje. Se pierde completamente la capacidad de sorprendernos con las reacciones de los protagonistas.

Finalmente, como parte positiva del capítulo (algo bueno tenía que tener), haré una especial mención al nuevo personaje de la doctora Herman, interpretado por la oscarizada Geena Davis. A pesar de lo poco que la hemos tenido en pantalla, espero que empiece a ganar protagonismo porque, además de ser una gran actriz, puede ser el nuevo personaje que refresque un poco una serie que parece que desde la temporada pasada va en caída libre.