Game Of Thrones: Aidan Gillen habla sobre Meñique

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Cuando Aidan Gillen habla del Lord Petyr "Littlefinger" Baelish, lo hace en primera persona. Da algo de miedo que un actor tan serio y amable use la palabra "Yo" para referirse al despiadado proxeneta ansioso de poder al que interpreta en "Game of Thrones". Pero la razón enseguida queda clara: Gillen busca encontrar a hombre que hay dentro del maquiavélico monstruo. Como para cualquier personaje de la serie, para él todo está en juego. Tras el salto, Gillen habla para Rolling Stone sobre su personaje.

El monólogo al final de "The Climb" fue magnífico. Cuando aparece algo así en tus guiones, ¿cómo reaccionas?

Diría que generalmente reacciono con júbilo cuando algún momento de oro de Meñique aparece. Como cualquier actor que trata de dar forma a un personaje durante varios episodios o temporadas, siempre es bueno tener otra pieza que poner en el puzzle. Algunos dicen que se trata de resolver el puzzle, pero probablemente es mejor servir a ambos propósitos. La audiencia intenta comprender mejor al personaje a medida que se aplican nuevas sombras aquí y allá. Como en los libros, consigues pequeñas informaciones, y nunca hay más de lo que necesitas. Hay muchas otras historias que contar, muchos otros platos que mantener girando, así que es un juego muy largo.

¿Cómo evitas los estereotipos del villano con bigote cuando los interpretas?

Mantengo el bigote corto. Eso ayuda. Sin embargo, podría haber libertad. Con la edad y la sabiduría vienen los mostachos largos. ¿Has visto la foto del tío con un bigote que parece un pulpo? Obviamente no haría eso, es más de las Islas de Hierro, pero ya me entiendes.

No esperaba que la búsqueda de poder de Meñique implicase más vello facial.

Con Meñique todo se planea meticulosamente, incluido el bigote. Siempre me ha parecido un personaje que gusta, que es atractivo. Juega un buen juego, juega con la gente, con sus destinos. Eso es jugar mucho. Siempre intento que todo se vea con una perspectiva de juego, y mantenerme ganador si puedo. Los guionistas no escriben con clichés, así que si las cosas van mal, puedes culparme a mí.

Como lector de los libros, siempre me ha dado miedo Meñique, pero no sé exactamente por qué. Mantiene oculto su verdadero ser.

Puede dar algo de miedo, tienes razón. Tiendo a ignorar eso, o no prestarle mucha atención. Su ambición no se doblega ante nadie, y es despiadado en ese sentido, pero eso no es algo raro en los Siete Reinos. Todo viene de la experiencia humana, claro. Rechazo, humillación, pobreza... lo que sea. La gente no nace mala, no importa lo malas que sean las circunstancias. Hay una persona en él, y no está hecha de hielo. Puede que veamos algo más de su rostro real en la serie que en los libros, pero me gusta pensar que los momentos han sido elegidos con cuidado. Siempre son momentos tensos, con un pequeño vistazo a la verdad aquí o allá, pero también hay ocasionales cortinas de humo. Es bueno que la gente no sepa qué pretendes.

En la serie le vemos en toda su gloria, y tú puedes crear el personaje casi desde cero. ¿Es más fácil o más difícil que ser un personaje más desarrollado en las novelas?

Si estuviese más desarrollado tendría más a lo que atenerme, supongo. Pueddes verlo de ambas maneras, pero hay más que suficientes pistas sobre el personaje tal y como está. George R.R. Martin lo creó, no yo. Todo lo que necesita un buen guionista para hacer su trabajo son dos o tres párrafos, incluso basta con dos o tres buenos adjetivos. Supongo que los actores son elegidos no sólo por su capacidad para un papel, si no también para dar personalidad. En realidad intento evadirme de la pregunta.

Muy Meñique por tu parte.

Para mí, tengo que decir, cuanto más huecos haya, mejor. Pero no me refiero a páginas en blanco, sino a algo más similar a unir los puntos.

Conleth Hill (Varys) y tú sois dinamita juntos. ¿Se siente así en el set? ¿Podemos esperar un spin-off en forma de comedia de dos amigos?

¿Como una donde le meto en una caja y le llevo en la parte trasera de un carro por toda la eternidad? De vez en cuando podría tirarle un pedazo de delicia turca.

De nuevo, muy Meñique por tu parte.

Es una broma, Varys. Conleth y yo nos divertimos juntos, es cierto, y hay mucho en el aire cuando rodamos juntos, ya sea solo o en la cámara del consejo con el resto. Pese a que venimos de la misma pequeña isla, sólo nos habíamos visto una vez antes, hace mucho. Meñique y Varys se conocen muy bien, y creo que nosotros damos el pego.

Su crueldad, su condición de proxeneta y su siniestro interés en personajes como Sansa, Ros y Lysa le ponen en el centro del tratamiento del sexismo y la misoginia en ese mundo, así que tu material es difícil. ¿Eso te afecta?

Es cierto que se ha visto mi parte más cruel en esa escena en el burdel con Ros en la segunda temporada, donde la amenazo. Sin embargo haría lo mismo si ella fuese un hombre. Soy dueño de un burdel, entre otras cosas, y es una posición perfecta para alguien que juega a este juego. Como todos sabemos, el sexo puede derrocar a un gobierno. En esas habitaciones se ven y se escuchan cosas... los clientes se muestran vulnerabes. Pero sólo hago las cosas que hago para llegar a donde quiero llegar, y no me voy a poner demasiado místico con ello. Mi relación con Lysa tiene muchas tonalidades, como mi interés en Sansa, pero en lo que a mí respecta, nada es necesariamente lo que parece. Y, en el cuadro completo, algunos de los personajes más fuertes y decididos de la serie son mujeres. Si te refieres a si tratar a la gente como lo hace Meñique me pone mal, no. Sólo estoy interpretando un papel. Siempre intento encontrar justificación para lo que hago, por despreciable que pueda ser.

¿Crees que Meñique tiene intenciones nobles hacia algo o alguien? ¿La escalada es realmente todo lo que hay?

Sí, hay algunas intenciones nobles. Pasan muchas cosas, hay muchas maquinaciones sibilinas, pero hay cierta integridad y honestidad. Yo soy fiel a mí mismo, eso seguro, pero no es exclusivo. ¿Hay algo de ternura? Quizá. La escalada no es todo, pero decirlo en ese momento es una licencia dramática. Y reamente sentía lo que decía. Puede que uno pueda poner la fe en algunas cosas honorables, pero el amor, los dioses y los reyes podrían llevarte a la tumba.