American Horror Story. Asylum. Jessica Lange para Huffingtonpost

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Jessica Lange ganó un Emmy por su papel de Constance Langdon en la primera temporada de 'American Horror Story'. Muchos advierten que, este año, la actriz podrá repetir el Emmy nuevamente por su personaje de Jude en la segunda temporada que nada tiene que ver con su antecesora. Jessica Lange habló con un grupo de periodistas el viernes pasado. La actriz comentó sus impresiones acerca del descenso de Jude a la locura, de sus impresiones de la tercera temporada y sobre como espera ella el final de "Asylum".

Tras el salto, el resto de la noticia. Contiene spoilers...

"Unholy night", el episodio de la semana pasada de la serie, terminó con la Hermana Jude apuñalando a Leigh (Ian McShane), un malvado Santa Claus recluido en el sanatorio por asesinar a dieciocho personas años atrás. De cara al noveno episodio, Jude se convertirá en un nuevo paciente de Briarcliff, después de que Sor Demon Eunice y Arden-Gruper urdan un nuevo paso en su plan maléfico en contra de Jude.

"Todo se puso en marcha en Briarcliff cuando Jude desapareció del centro. Ella trata en realidad de corregir los errores que ha cometido en el pasado pero, al final, se queda atrapada dentro del mundo que ella misma ha ayudado a crear", dijo Lange.

En el episodio siete, 'Dark cousin', se estableció un punto de inflexión en la historia de la hermana Jude. "Creo que una de mis escenas favoritas es la charla con el Ángel de la muerte. Tras ese momento, Jude se queda atrapada. Su debilidad y honestidad se dejan ver y muestran una persona vulnerable y arrepentida. Esto cambia las reglas del juego y, con ello, un notable cambio en ella misma, que pasa a ser como debió ser siempre", aseguró la actriz.

Aunque dice que trabajar con James Cromwell (Arden), Sarah Paulson (Lana) y Lily Rabe (Eunice) es un honor, asegura que compartir nuevamente escenas con Frances Conroy (Ángel de la muerte, Moira) hace que algo grande en pantalla suceda. "Tenemos una conexión que no se puede describir al trabajar juntas. Es como que encuentras algo que te faltaba, es lo que siento al trabajar con Frances".

La serie profundiza en la oscuridad pero, para Jessica Lange, no ha habido escenas que fuesen demasiado lejos a la hora de ambientar la situación. "Hay momentos en los que he pensado que la escena resultaría demasiado dura, pero no ha sido a menudo. Los guionistas escriben mi guión con escenas menos amables, tornando todo a un punto más psicológico. Aunque, las escenas con los látigos y las de los azotes hacen que solo haya grabado dos. No quiero más escenas así".

Quizás en parte, debido al proceso de colaboración de Lange con el proyecto "American Horror Story", la actriz ha decidido participar en la tercera temporada de las serie pero, comentó que todavía están en una fase inicial de ideas y discuten acerca de como afrontar el nuevo reto. "Todo lo relacionado con la tercera temporada está muy verde todavía. Si el personaje está bien contruído, ¿por qué no intentarlo de nuevo?". Al preguntarle si hay algo que le impidiese su participación en la entrega, dice: "Salvo que se hunda el barco, no puedo imaginar que Ryan Murphy cree un mala historia. Me conoce bien como para errar. Pero, llegado el caso, no me gustaría estar involucrada en un mal resultado final". 

"Jude es una mujer mucho más vulnerable y trágica de lo que se piensa. Ella quiere llegar al final del camino y encuentra las fuerzas para ello". En cierto modo, la actriz se siente identificada en ese aspecto con el personaje. "Ahora, siento que no tengo nada que perder, así que no me importa tener alguna escena más cruel, o incluso exponerme saliendo desnuda. Sé que soy capaz de hacer eso y sé también que mi gran amigo Ryan Murphy me protegería. Puedo llegar hasta el límite ahora, tener la posibilidad de ir tan lejos como quiera por que no me importa lo que puedan decir de mí".

Jessica Lange ha disfrutado esta temporada dando vida a la Hermana Jude. Jessica pidió a Murphy una escena en la que saliese borracha. "Constance era una mujer que había perdido todo en su vida y se encontraba sola en el mundo, sin nada que perder. En cambio, Jude tiene mucho que perder porque se aferra a algo que siente que la ha redimido y salvado su vida: su fe. Cuando descubre que no ha matado a la niña vestida de azul, se da cuenta de que todo ha sido falso desde un comienzo y se inicia su descenso a la locura. Pero sabe que debe salir y se agarra a lo único que tiene. Ha sido un placer y más interesante dar vida a Jude".