Dexter: Cómo se crearon algunos de los cadáveres más icónicos de la serie

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“Dexter” destaca en muchas cosas, y una de ellas es la de mostrarnos cadáveres y víctimas de asesinatos con un realismo escalofriante. Todas esas escenas son obra de Joshua Meltzer (a la derecha en la foto), el jefe de atrezzo, responsable de la creación de toda la sangre, partes de cadáveres, escenarios del crimen y armas de la serie. “He crado muchas piezas memorables a lo largo de los años, pero “Dexter” es un sueño para alguien como yo“. Meltzer comentó para Vulture y algunas de sus obras, ofreciéndonos un vistazo detrás de las cámaras de esos icónicos momentos. Pueden encontrarlo todo tras el salto y no se olviden de pasar por nuestro blog exclusivo a la serie The Bay Harbor Butcher.


La navidad del Ice Truck Killer (1×11 – “Truth be told”).
Durante la primera temporada, el Ice Truck Killer aterrorizaba a las prostitutas de Miami, dejando partes de sus cuerpos, sin una sola gota de sangre, en lugares públicos. Como gesto navideño, el asesino dejó las partes de un cadáver envueltas para regalo bajo un árbol de navidad.
“Se suponía que el Ice Truck Killer drenaba los cuerpos, así que no había ni sangre ni color, todo debía estar hecho a medida en lugar de usar piezas ya existentes”,dice Meltzer, quien trabajaba como asistente por aquel entonces. “Dexter era algo nuevo entonces, ni siquiera había comenzado a emitirse. Esa escena, con las partes del cadáver bajo el árbol, se rodó en una parte pública muy turística en Long Beach. A principios de Octubre teníamos todo ese montaje navideño, y una cabeza cortada bajo el árbol. La gente se paraba a mirar bastante”.
 Los cuatro jinetes del apocalipsis (6×03 – “Smokey and the bandit”).

La sexta temporada, que contaba con un asesino que se inspiraba en el Libro de las Revelaciones, supuso un gran desafío para Meltzer. El mayor de todos ellos, el de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, un elaborado montaje de partes de cadaveres y de maniquíes, que iban encima de caballos vivos.
“Cuando lees el guión y explica esa escena, crees que los guionistas han perdido la cabeza”, ríe Meltzer. En lugar de los típicos 8 días, el equipo tuvo 3 semanas para desarrollar y dar forma a esto. El producto final fue creado con partes de silicona, conectadas mediante un esqueleto metálico, y fijados a las sillas de montar. Pero no sabían si los cuerpos aguantarían enteros cuando los soltasen por las calles de Ling Beach. “No teníamos tiempo ni dinero para probar un prototipo… no sabíamos cómo reaccionarían los caballos llevando eso en la espalda durante horas. Pero los dioses nos sonrieron, los caballos no se asustaron ni los cuerpos se desarmaron. Pero hubo algunos problemas… tuvimos que atar algunas partes con alambre porque comenzaban a soltarse tras varias tomas. Pero, como digo, lo conseguimos”.

 El ángel de la muerte (6×05 – “The angel of death”).

Otro elaborado retablo que consistía en una mujer atada a una elaborada máquina de matar en medio de un invernadero. Cuando la policía tropezó con un cable, un collar de pinchos perforó la garganta de la víctima, alzando sus brazos para parecer unas alas, y soltando una plaga de langostas sobre los agentes.
“Obviamente, hay que pensar en términos realistas. ¿Queremos meter a todo un equipo de rodaje en un invernadero lleno de langostas? Las langostas eran digitales”, explica Meltzer. “Hablamos de conseguir unos cuantos bichos para tener algún elemento real, pero el CGI funciona muy bien estos días, no es lo que era antes. El departamento de efectos se ocupó del asesinato, con un artefacto mecánico. Ella estaba sobre un pequeño elevador, y cuando se activó el cable, ella se elevó, sus manos se alzaron, y se disparó un pequeño depósito de sangre que había colocado en ella“.
 La muerte de Rita (4×12 – “The getaway”).

La impactante muerte de Rita se mantuvo en secreto, llegando incluso a entregar un guion falso al equipo que no fue imprescindible para su rodaje. Por ello, un equipo básico fue el encargado de dar vida a la sangrienta escena.
“Era una bañera en un estudio, no había tuberías ni nada, así que tuvimos que hacer una instalación para meter y sacar la sangre”, cuenta Meltzer. “Fue la última escena que rodamos, para poder prescindir de toda la gente posible. Fue un momento surrealista. Todos sabíamos, cuando rodamos esto, mirando a Julie en la bañera, al niño en el suelo… el efecto que tendría en la audiencia al verlo”.
El apuñalamiento en el barco en Bimini (3×05 – “Turning Biminese”).
Cuando Dexter descubrió que iba a ser padre, se dispuso a matar una última vez antes de retirarse para siempre. Siguió a su víctima, un hombre llamando Ethan Turner, que había asesinado a su esposa, hasta la isla de Bimini, donde le apuñaló en el corazón. Pero, a diferencia de otras escenas, que cortaban en el momento del impacto, esta mostraba a Dexter metiendo el cuchillo completamente en el cuerpo.
“El director me dijo que quería que crease un cuchillo completamente retráctil”, dice Meltzer. Un cuchillo así es imposible, porque la hoja siempre es más larga que el mango, y la hoja no puede desaparecer completamente. En lugar de eso, Meltzer creó tres cuchillos para que luego la escena pudiese armarse en edición. Uno real para el “kit” de Dexter, uno de goma para mostrar la puñalada, y uno retráctil para el momento en que se clava la hoja, una versión especial con mucho más mango que hoja. “La única vez que vemos ese cuchillo es durante una fracción de segundo, cuando Dexter está clavándolo en el pecho del actor. Es como un truco de magia. Obviamente ese no fue el último asesinato de Dexter, y el cuchillo ha tenido mucho uso posterior”. 
 La pareja descompuesta (5×05 – “First blood”).

En la quinta temporada, Miami Metro seguían la pista de un par de asesinos que dejaban objetos rituales de Santa Muerte en las escenas del crimen. En su persecución, Debra se encontró con los horriblemente descompuestos restos de las dos primeras víctimas de los asesinos, llenos de moscas y gusanos.
Cuando leyó el guión, Meltzer estaba encantado. “Cada vez que a un jefe de atrezzo le permiten llamar a un entrenador animal y encargar 20,000 gusanos, es un buen día”. Pero enseguida aprendió una lección. “20,000 gusanos no dan para tanto”. Por eso, tuvo que añadir una capa de arroz marrón bajo los gusanos vivos, para que pareciese que había el doble. Además, introdujo 5,000 moscas comunes para que volasen alrededor de los cadáveres sintéticos. Y, por supuesto, un entrenador de insectos supervisó toda la escena.
 Las fotografías de los asesinatos de Trinity (Cuarta temporada).
Una de las tareas de Meltzer es crear las fotografías de las escenas del crimen. Cada una de las que vemos en la serie, lleva un gran trabajo detrás. Para la trama de Trinity, tuvo que crear documentación para sus tres tipos de asesinatos: mujeres apuñaladas en bañeras, mujeres obligadas a saltar de grandes alturas, y hombres apaleados hasta la muerte. Eso fue un largo día de trabajo para Meltzer, diez artistas de maquillaje y varias docenas de extras.
“Preparé un carrito lleno de diferentes mezclas de sangre y limpiadores, y nos movíamos de un baño a otro armando los asesinatos en los baños”, recuerda. “Y luego buscábamos esquinas de edificios afuera de los estudios, poníamos un cuerpo en el suelo, sangre en las paredes, y así teníamos los saltos. Creo que se dieron forma a 39 asesinatos, fueron 12 horas de matar gente y fotografiarlos”.

 El caso de las chicas de los barriles (Quinta temporada).
Otra sesión de fotos aterradora fue la que se tuvo que hacer para documentar este caso. Los cuerpos en las escenas eran de silicona, pero para las fotos lo más realistas posible, Meltzer tuvo que meter a mujeres en barriles.
Primero pensamos en buscar a una contorsionista, e hicimos audiciones para ello. Luego se nos ocurrió hacer barriles más grandes, que desde una perspectiva forzada pareciesen normales”. El día del trabajo, Melzer llenó los barriles de agua y glicerina (para dar un aspecto enfermizo al líquido) y dejó a las contorsionistas trabajar. “Me subí a la escalera, las chicas entraron a los barriles, y saqué fotos durante dos horas, hasta que tuvimos todo”.

La ramera de Babilonia (6×08 – “Sin of omission”).

“Hay un taxidermista local que trabaja con la industria del cine y hace cosas geniales”, dice Meltzer. “Fui a verle y le dije que necesitaba crear un aligator de siete cabezas”.

El aligator iba a formar parte de uno de los retablos del Asesino del Juicio Final. “Así que miramos todo lo que tenía, buscamos la piel de aligator más grande, y luego eligió siete cabezas y creó esa pieza que es simplemente genial”. Como la víctima era profesora, se rodó en una escuela. “Por suerte, no había clases, pero caminar por la calle llevando ese aligator de siete cabezas llamó bastante la atención”.

 Bonus: La sangre.

“El estándar en la industria es que toda la sangre tiene base de sirope, el tipo que uses ya entra en tu fórmula secreta”, revela Meltzer. “Yo uso un sirope especial, y luego colorante alimentario. También añado un par de gotas de lavavajillas Dawn, porque ayuda a limpiar después. Si trabajo en la calle, añado aceite de peppermint, porque las abejas lo odian, y así no dan problemas”.

Recientemente han comenzado a utilizar un ingenioso avance: charcos de sangre “portátiles” hechos de silicona, que simplemente se posan en el suelo bajo una víctima. Meltzer añade a ello gotas de sangre reutilizables, que se pueden quitar y poner en cualquier superficie. “Limpiar es mucho más fácil. No tienes a un actor tumbado en sirope durante horas, goteando cada vez que cambiamos el ángulo de cámara”.

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