American Horror Story: Hotel 5x07 'Flicker' - Review
'Flicker' marca el nuevo episodio de American Horror Story: Hotel. Esas películas que toda aspirante a actriz quiere rodar. Esas historias que puedan catapultarlas a la fama pero, claro estña, esa fama puede llevar escondido un alto precio a pagar. El pasado de La Condesa quedará al descubierto y conoceremos a su primer amor y los motivos que tuvo para convertirse en una chupasangre. Por su parte, John estará más cerca del Asesino de los Diez Mandamientos.
Toda persona que adquiere una propiedad, en la mayoría de las ocasiones, quiere realizar una reforma para poner a su gusto la adquisición. Y Will Drake, borracho de amor con La Condesa, no iba a ser menos. Tabiques que serán derribados y dejarán al descubierto los secretos del Cortez Hotel y de James March. Secretos que, al salir a la luz, salpican a todos los huéspedes del lugar.
Will Drake, entusiasmado, decide comenzar dichas reformas para dar un nuevo aire al hotel. Entre ellas tirar abajo paredes que dejarán al descubierto el pasado de su amada con un actor italiano cuya cara nos es muy familiar...
Mientras dos empleados se afanan en su trabajo y mientras Will habla con su hijo acerca de las maravillosas intenciones que tiene con La Condesa, descubren una plancha de acero que impide el paso a otra de las estancias del complejo. Tras derribar este impedimento, encuentran un ala del hotel cerrada durante décadas y que alberga cadáveres de ratas y a dos misteriosas criaturas sedientas de sangre que matan a los hombres. Ante este hecho, Iris y Elisabeth acuden al lugar pero algo parece perturbar la mente de la ex gerente del hotel.
Internamiento.
Lowe que, en los últimos episodios ha ido descendiendo progresivamente hacia la locura, decide enfrentarse a sí mismo y luchar contra esa malsana adicción que ha ido desarrollando para poder dar caza al Asesino de los Diez Mandamientos. Ese asesino que ha puesto su vida patas arriba y que ha ido arrebatándole su trabajo, su familia y su cordura.
Alex, que tiene sus propios motivos para encerrar a su ex marido en el lugar, en todo momento apoya a John. Lo que desconoce son las verdaderas intenciones del policía. En uno de los últimos asesinatos, John vio una pista que le condujo hasta ese mismo manicomio. La pista sobre la identidad del asesino se encontraba entre las paredes del sanatorio y, por eso, decidió internarse allí.
Primer amor.
Conectamos con la primera temporada de American Horror Story nuevamente. Y, en esta ocasión, al igual que ya sucedió en el primer episodio es Marcy la encargada de establecer un nuevo puente de unión entre temporadas. La agente inmobiliaria se encuentra en una de las habitaciones del hotel hablando de los chanchullos poco legales cuando alguien llama a la puerta de su dormitorio. Las criaturas que habían escapado de su cárcel de acero la atacan y terminan alimentándose de la sangre de la odiosa mujer que vendió la Casa del Crimen a los Harmon. Y, en este instante, todo da un giro: una de las criaturas es idéntica a Tristan Duffy. Entendemos esa admiración de la Condesa por el modelo y queda patente el motivo por el que el amante de Liz recordaba al primer amor de la Condesa.
Mediante un flashback llegamos a Hollywood. Año 1925. Elisabeth era una de esas muchachas que, queriendo alcanzar la fama con los dedos, decidió probar suerte en la Meca del Cine. Con papeles pequeños e intervenciones insulsas, Elisabeth fue desarrollando cierta admiración por Valentino (Finn Wittrock). El problema era que él estaba casado con Natacha Rambova (Alexandra Daddario). Realmente estos dos personajes beben de la realidad ya que existieron realmente. Tanto Rodolfo Valentino como Nactacha Rambova (Winifred Hudnut, nombre real) fueron un matrimonio de actores estadounidenses que triunfó durante la época en la que el cine mudo era el pilar fuerte de la industria del cine.
Pero, las vicisitudes de esconder secretos y el deseo de Elisabeth por tener un instante con Valentino hacen que ambos tengan una cita. Una cita en la que descubriremos que, en realidad, este matrimonio ha fingido su divorcio para dar que hablar y alcanzar su sueño común de la inmortalidad. Cueste lo que cueste.
El tiempo transcurre y Elisabeth comienza una relación con el matrimonio, Es ese juguete de Valentino y Natacha que, por otra parte, son incapaces de ver como Elizabeth se enamora de ellos. Tiempo después las alarmas saltan con la muerte de Valentino y su leyenda se incrementa con la aparición de una misteriosa mujer vestida de negro que, cada día, deposita una flor en la tumba del actor. En realidad es la propia Elisabeth la que se viste de negro y alimenta la leyenda
Y una revelación la dejará helada. En realidad su amado nunca había muerto. Había tenido que fingir su muerte por un cambio en su vida que la antojaría eterna. Un nuevo viaje al pasado nos desvela los motivos por los que tuvo que tomar la drástica decisión de hacer creer su muerte.
En la promoción de su última película, Valentino comenzó a ver a un misterioso hombre que parecía perseguirle. Incluso en sueños, Valentino veía a ese hombre que ejercía sobre su persona una especie de atracción enfermiza. Esa persona era F. W. Murnau, el director de Nosferatu. (En claro homenaje a la película más famosa del director, los guionistas juegan con la idea de la inmortalidad del director alemán y los rumores que circularon sobre la posibilidad de que él fuese un vampiro y por eso pudiese realizar la película que le catapultó a la fama. Un nuevo guiño a la realidad).
Murnau transmitió el virus de la sangre antigua a Valentino con todos los efectos que ya conocemos y el actor convirtió a su mujer. Pero las cosas habían cambiado en los últimos meses. Elisabeth había conocido a James Patrick March durante la inauguración del hotel. Atormentada por la pérdida de su amado, Elisabeth quiso suicidarse pero fue salvada por March y ambos terminaron casándose. De este modo, Elisabeth descubrió los hobbies de su amado y,lejos de desaprobar la sed de sangre de su marido, Elisabeth animó a que, en vez de matar a indigentes, matase a los huéspedes del hotel para que ambos ganasen algo: él poder seguir matando y ella ir quedándose con las pertenencias de los malogrados huéspedes.
Ese cambio de vida era únicamente una salida a la soledad. Ellos, pese a profesarse cierto cariño, no se amaban realmente. Y, cuando Valentino apareció de nuevo, Elisabeth no dudó en dejarse convertir y aceptó escapar junto a sus amantes. Pero March estaba al tanto del plan y decidió confinar a los amantes en una de las alas del hotel para la eternidad. Las criaturas que escaparon eran Valentino y Natacha que, como comprobamos cuando matan a tres huéspedes en el hotel, van recobrando energía a medida que se alimentan de sangre.
En una de las cenas mensuales acordadas por March y Elisabeth, el ex propietario del hotel termina confesando lo que hizo con los amantes de La Condesa. Mientras tanto y con la vitalidad recargada, Valentino y Natacha salen del hotel jurando venganza hacia March.
Wren.
El policía y Wren consiguen escapar. El trato era ese. John debía ayudarla a escapar y ella le llevaría hasta el asesino. Pero el miedo pudo más y Wren terminó escapando y siendo atropellada por un camión.
AUDIENCIAS.
Afortunadamente, este séptimo episodio iguala la audiencia de su predecesor. 2.640.000 espectadores siguieron las aventuras del episodio mientras que los demográficos marcaban un 1.4% al igual que la semana anterior.
OPINIÓN.
Antes de nada me gustaría dejar preguntas en el aire. ¿Qué ha pasado con los niños transformados por Max y que consiguieron escapar en el especial de Halloween? ¿Dónde ha estado Sally durante los episodios? ¿Se llevará a cabo la venganza de Ramona y Donovan?
Tras el insuficiente sexto episodio nos encontramos con un capítulo centrado casi en la totalidad en La Condesa y su pasado. Nuevamente, las limitaciones interpretativas de la cantante quedan patentes y un servidor se pregunta la razón por la que, ilógicamente, no recurrieron a una actriz de verdad para sustituír a Jessica Lange.
Este capítulo es meramente de relleno para explicar el pasado y las conexiones de La Condesa con todos en la serie. Peor bastarían apenas diez minutos para establecer esos lazos y no dedicar un episodio entero y evitar avanzar en tramas mucho más importantes. Pero, como cada año, hay unos episodios que son, simplemente, para ver, cabrearte y olvidar.
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