The Event 1x06 - "Loyalty": Análisis

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Una de las críticas más comunes hacia "The Event" es la de que esta trepidante serie de acción y misterios no profundiza demasiado en sus personajes. Hemos visto un poco del pasado de alguno de ellos, pero son escenas que o bien no nos dijeron mucho, o todo lo que nos dijeron fue relativo a la conspiración. Pero en este "Loyalty" vemos un cambio en esa tendencia, ya que la serie nos regala un episodio centrado en un sólo personaje, que profundiza en la vida de este y en unos hechos que marcan sus motivaciones presentes, traduciéndose en un gran episodio, más profundo de lo habitual, pero sin por ello dejar de darnos sorpresas, emoción y acción. ¿Habéis disfrutado este "Loyalty" tanto como nosotros?

Lealtad.

La lealtad opuesta al amor. Esto es lo que nos plantea el sexto episodio de "The Event", que aprovecha estos 40 minutos que sirven para allanar el camino hacia esa bestial escena final en presentarnos a fondo al misterioso Simon Lee, un hombre que ha vivido una décadas en tierra de nadie, sirviendo de enlace entre la gente de Thomas y la de Sophia, pero alejado de unos y otros. Intentó construirse una vida, sintiendo un amor que dejó marca para siempre, pero se vio arrastrado por su lealtad, arrancado de la vida que deseaba. Ahora veremos si esa fuerte marca entra en juego cuando su lealtad sea puesta a prueba.

Venice Beach, California, 1954.

10 años después del "accidente" en Brooks Mountain en Alaska, Simon (o Mason, o como quiera que se llame) parece haberse distanciado del resto de su gente, y ha encontrado una vida, algo que le hace feliz. Ha encontrado el amor.

Ese amor, según él, le ha hecho olvidar su pasado, aquel lugar del que viene y donde, atención, según sus palabras, no hay agua. Pero aunque el amor le permite olvidar y ser feliz, hay alguien que no hará eso mismo: Thomas. Simon / Mason se despide de su novia, Violet, por unas horas, y ella le pide que le lleve un girasol. Pero no podrá hacerlo, ya que Thomas ha ido a buscarle, apelando a su lealtad, al hecho de que no envejecerá, y llegando incluso a amenazar con acabar con Violet para forzarle a irse. Sin otra salida, Simon / Mason se ve obligado a marcharse... sin siquiera poder despedirse de ella.

Diez años antes.

56 años tras el "accidente" en Mount Brooks, 46 años tras desaparecer de la vida de la mujer a la que amó, conocemos a un Simon que acaba de superar su entrenamiento como agente, y que, para cumplir su misión, ha solicitado como destino Alaska. No parece que las cosas le vayan mal, tiene una vida que promete ser estable, y se dispone a celebrarlo. Pero entonces su viejo nombre vuelve a él. "Mason".

Casualidades de la vida, se vuelve a cruzar en el camino de Violet, quien, pese a tener alzheimer, reconoce al lejano amor de su juventud. Pero, evidentemente, Simon no puede admitir delante de otra gente que no ha envejecido en 46 años, y se ve forzado de nuevo a marcharse, rompiendo el corazón de la mujer una vez más.

Pero si hay una fuerza poderosa y duradera, esa es la del amor. Y Simon necesita despedirse de Violet, necesita pedirle perdón por lo que hizo. Por eso, 46 años después, se presenta con el girasol que le prometió.

Simon LaFleur

"¿Eres un angel?", le pregunta ella, a lo que él responde "Estoy muy lejos de eso". Violet no puede comprender que, en sus últimos días de vida, el hombre a quien tanto amó aparezca para pedirle perdón por irse, para decirle que jamás dejó de amarla. Y la fuerza de ese amor hizo a Simon, como veremos, diferente de los suyos.

Presente: Sean / Leila / Collier

Tras conseguir rescatarla al final del episodio anterior, es el turno de que Sean ahora cuente a Leila todo lo que ha tenido que pasar para llegar hasta ella, por muy increíble que suene. Mientras, la agente Collier trata de obtener información de su rehén, el compañero de Vicky, sin éxito. El hombre no tiene la menor disposición a responder, pero como Collier no tiene nada que perder, algo me dice que esto no ha hecho si no comenzar.

Sean no puede decir mucho a Leila sobre su padre, tras verle por última vez junto al avión en Arizona, mientras que su madre fue asesinada... y su hermana secuestrada. Leila no puede dar crédito a lo que escucha, y furiosa, va al hombre que tienen retenido en busca de respuestas. Pero lo único que consigue saber es que su padre, Michael, está mucho más metido en todo esto de lo que parece. Por tanto, aunque Sean trata de convencer a Leila de que se mantenga a salvo, ella no cede, y ambos regresan a la casa de los padres de ella, buscando alguna pista para encontrar a la pequeña Samantha, y abandonando a Collier y al rehén.

Presente: Casa de los padres de Leila.

La pareja llega a la casa que ya vimos en unos flashbacks en varios episodios, empezando por el piloto. En ella aún quedan los restos del asalto y el asesinato de la madre de Leila, y ella, más determinada aún, busca sin descanso, dispuesta a encontrar a su hermana. Y, finalmente, algo descubren:

Mapas de norteamérica, fotos de satélite, recortes de periódicos que hablan de actividades extrañas en Alaska... y, ¿un plano de las instalaciones del monte Inostranka? Sea como sea, parece que Michael Buchanan conocía la existencia de los detenidos. Y si la sorpresa no fuese suficiente para Leila y Sean... una misteriosa mujer aparece apuntándoles con un arma.

Sean consigue desarmarla, con un engaño, y la mujer se ve forzada a revelarles la verdad. Se llama Madeline Jackson, y es una ex-periodista que en cierto grado perdió la cabeza tras descubrir la red de mentiras que sustenta la sociedad. Pero, aunque parezca paranoica, aunque Sean y Leila la miran como si estuviese loca, ella es alguien importante, alguien que sabe la verdad, o lo que ella cree que es la verdad.

¿Cómo supo Michael nada de la instalación de Alaska? En uno de sus vuelos regulares hacia Anchorage, en Alaska, se desvió del rumbo y vio la prisión de Inostranka. La curiosidad mató al gato, y Michael se puso a indagar en internet, hasta llegar a la web de Madeline. Tras ello sabía demasiado... y por eso fue capturado.

Como siguen tomándola por loca, Madeline decide contar a Sean y Leila la raíz de todo, el accidente de 1944, y define a los detenidos como aliens. ¿Pero, es esa la verdad?

Presente: Metro de D.C. / Casa Blanca

Partiendo del punto donde finaliza el episodio anterior, nos encontramos a la misteriosa Sophia viajando pensativa en el metro, hasta darse cuenta de que en uno de los asientos hay una bolsa que contiene un transmisor. Un poco raro que, siendo el centro de un enorme dispositivo de seguridad, hayan pasado eso por alto.

Pero bueno, el tema es que ese transmisor le pone en contacto con Thomas, con quien discute debido a sus acciones terroristas, que, para conseguir su liberación, arriesgaron la vida de un par de cientos de personas. Vemos que ambos no comparten el mismo punto de vista sobre como conseguir cosas de los humanos, pero, en ese momento la prioridad es la de escapar, ya que el gobierno está haciendo un seguimiento completo de Sophia, tras introducir en su organismo un isótopo rastreable.

Simon escucha todos los detalles del seguimiento, y pese a que el presidente asegura que no quiere que Sophia salga herida, él solicita el mando de la operación... para poder manipularla a su antojo. En cuanto sale de allí, inmediatamente avisa sobre el isótopo rastreable, y Thomas le dice que cuenta con él para solucionarlo.

El agente ya tenía su plan en marcha, tras haber robado una muestra del isótopo la cual vierte en una cafetería, provocando así que el inicial objetivo, Sophia, se funda en una nube de puntos en el mapa que deja desconcertados a los miembros del gobierno.

Haciendo un inciso, un par de detalles interesantes sobre Sophia que vemos durante su huída a pie por Chinatown, es que Sophia, aparte de inglés, sabe hablar chino. Aparte, un perro reacciona con violencia ante su presencia, mientras que ella parece muy asustada del animal. Recibimos, episodio a episodio, pequeñas pistas sobre la naturaleza de los detenidos... pero... ¿cómo las encajamos?

Presente: Adiós a la tapadera de Simon.

El brillante y efectivo plan de Simon no consigue liberar definitivamente a Sophia de la vigilancia, pero sí que le ha dado un valioso tiempo. Pero, la precipitación necesaria para el plan provocó que Simon no pudiese cubrir sus huellas, así que ahora Sterling y otro de los jefes, tras descubrir que el isótopo fue robado de la armería por uno de los miembros del equipo de campo, saben que hay un topo entre ellos.

Pese a todos sus intentos por evitarlo, el jefe solicita a Simon que se someta a una prueba para ver si fue él el autor de la traición. Sin ver otra salida, Simon decide dejar sin sentido al hombre. Su tapadera ya ha volado por los aires... ahora lo único que puede hacer es conseguir un poco de tiempo para ayudar a Sophia a huir. Como Thomas le dice, "es hora de mudarse de nuevo", algo que provoca rabia en Simon, quien, tras tantos años viviendo y haciéndose pasar por humano, parece querer tener una vida estable, la cual ha perdido, una vez más, por su lealtad hacia su gente.

Presente: Amor y lealtad.

Finalmente, Sophia es localizada, pero Thomas no se muestra preocupado, ya que tiene un plan. Simon, aterrado por lo que eso pueda significar, se dirige a toda velocidad hacia el edificio en que ambos están, con la intención de detenerlo antes de que sea demasiado tarde. Pero hay poco tiempo, ya que el equipo de asalto conoce la localización del edificio.

Simon consigue llegar hasta Thomas y Sophia mientras el equipo comienza a entrar. Es en ese momento en que Thomas revela su plan... destruir todo detras de ellos para impedir ser alcanzado.

Sophia se muestra sorprendida por lo que está ocurriendo, y Simon, quien ha sido capaz de entender y amar a los humanos, le pide a Thomas que lo detenga... aunque ya es imposible. Y, pese a que Sophia le pide que vuelva, él no puede hacerlo. La lealtad a su gente fue lo que siempre movió su vida... pero ahora ve que quizá esa lealtad no es merecida hacia alguien que utiliza medios tan terribles para sus fines. El recuerdo de Violet, a quien abandonó por esa gente, está más presente que nunca, y Simon, asumiendo un gran riesgo (su tapadera ha sido descubierta y el edificio se está derrumbando) decide quedarse para salvar a los agentes.

¿Cómo está provocando Thomas que ese edificio se caiga a pedazos? Usando la misma tecnología que usó para desplazar el avión... una grieta, portal, agujero de gusano o lo que sea que absorbe todo lo que le rodea.

Simon, que sabe lo que es eso, trata de sacar a un agente herido, con la ayuda de otro más. Durante todo el camino recibe una serie de fuertes golpes, que bien pueden ser simplemente para dar más dramatismo a la acción, o pueden ser un indicativo de que su gente tiene una dureza mayor a la normal. De cualquier modo, no es suficiente para conseguirlo, y a pocos metros de la puerta, todo se le viene encima.

¿Cuál es el destino de Simon? ¿Seguirá vivo bajo esa capa de escombros? ¿O habrá hecho un sacrificio por un humano, anteponiendo la bondad a la lealtad? ¿Dónde han ido Thomas y Sophia? ¿Qué hará el presidente tras este desastre? Dentro de dos semanas... lo sabremos.

Opinión.

Un episodio muy diferente a lo que nos tiene acostumbrados "The Event", y que resulta brillante. Los flashbacks son todos homogéneos y nos muestran una cara desconocida de uno de los integrantes de ese misterioso grupo de gente, y, por primera vez, nos hace pensar sobre sentimientos, lealtades y demás, en vez de mantenernos tensos con misterios y acción.

Pero eso no quiere decir que esas cosas se vean dejadas a un lado, ya que el capítulo, como siempre, no nos deja respirar, con una trepidante sucesión de respuestas, más preguntas, acción y emoción, culminada con una escena final espectacular, a nivel de emoción y efectos, que supone un gran cliffhanger de cara al próximo episodio, ampliando aún más si cabe las ganas que tenemos de verlo.

En definitiva, mientras que por desgracia, las audiencias siguen bajando, la calidad de la serie ha dado un buen salto con este episodio. ¿Será este el camino a seguir, o regresaremos al ritmo anterior? Sea como sea, "Loyalty" ha sido uno de esos que dejan marca dentro de una serie.