Dexter 5x01 - 'My bad': Análisis

Acabada "Lost", este año dedicaremos nuestros esfuerzos en hacer análisis (o reviews) de otras series diferentes, como es el caso de "Dexter", y otras que darán comienzo más adelante, como "V" o "The Walking Dead". Aquí os dejamos el que es nuestro primer intento con la serie del Sr. Morgan, hablando de esta fantástica premiere, 5x01 - "My bad", y que, sinceramente, ha supuesto un reto comparable al que nos presentaba el analizar los detalles de los episodios de "Lost". Esperamos que os guste cómo enfocamos esta serie, y, como siempre, nos encantará leer vuestros comentarios o sugerencias sobre cómo afrontar estas reviews. ¡Ahora, vamos allá! 

Una de las mayores virtudes de "Dexter" es que los guionistas no tienen el menor miedo a arriesgar, a sorprender, a tomar el camino difícil. Por eso, no es de extrañar que para dar apertura a esta nueva temporada, opten por esa última opción, la del camino difícil.

Cuando una serie o un personaje experimenta un brutal cambio como el que ahora vive Dexter y todo su entorno, se suele tirar, salvo algunas contadas excepciones, por el camino del "salto temporal" mostrándonos todo ya metido de lleno en la nueva situación. Pero "Dexter" sigue donde lo dejamos, segundos después de la escena que cerró la temporada, preparándose para mostrarnos cómo afecta ese horrible suceso a la vida de Dexter y a quienes le rodean. Una tarea titánica, si nos ponemos a pensar en lo que va a ser. ¿Cómo conseguir que un hombre incapaz de expresar sentimientos nos muestre que la culpabilidad le está destrozando por dentro? Bueno... eso es algo que queda en manos del gran Michael C. Hall, quien consigue transmitirnos esa sensación durante todo el episodio, con una interpretación magistral.

Una interpretación que consigue desesperar al espectador, hacerle reaccionar ante la pantalla, ante la incapacidad de reacción de Dexter, ante sus continuos errores o deslices, ante su falta de tacto, ante una constante sucesión de desastres emocionales que, en un corto período de tiempo, van minando su tapadera ante todos sus conocidos, sembrando la desconfianza entre ellos.

Brillante, simplemente. Normalmente dejamos la opinión personal para el final, pero esta vez no he podido resistirme. Qué ganas había de volver a verte, Dexter.

My bad.

"Culpa mía". De eso trata este episodio, de la culpabilidad que corroe a Dexter por la muerte de Rita. Y con razón, ya que el haber estado rondando a Trinity, el haberle perdonado la vida en tantas ocasiones por ¿compasión? ¿curiosidad? ¿empatía? ¿o todo ello junto? fue lo que provocó la serie de desgraciados eventos que llevaron a la muerte de Rita, y que no digo "culminaron", porque está claro que las consecuencias de todo ello seguirán a lo largo de esta temporada.

"My bad" es una expresión que normalmente se refiere a hechos no tan graves o importantes, y que en este caso puede referirse a la reacción a simple vista de Dexter ante este evento, que hace que la gente que le rodea piense que no le importa. Pero realmente parece otra cosa... parece que el torrente de sentimientos que esto ha despertado ha dejado a Dexter en shock, incapaz de usas sus ya limitadas capacidades sociales.

Partiendo de una escena a cámara lenta, con el llanto amortiguado de Harrison, asistimos al inicio de la temporada como si Dexter saliese de un estado de inconsciencia, como si despertase a esa horrible realidad en ese momento, como si el peso de la culpa devolviese, como una bofetada, a las ruinas de lo que era su vida.

Por eso, no es de extrañar que, superado por esa culpabilidad, diga en voz alta lo que siente, "He sido yo", delante de su hermana y varios policías. Primer error grave en este asunto, primero de muchos, que continúa con su impasividad ante la retirada del cadáver lo cual, sumado a las lágrimas del vecino, no hacen más que incrementar las sospechas de Quinn.

Debra.

Deb, uno de los personajes más maltratados de la televisión, se mantiene fuerte ante el suceso, cuidando de su hermano y de Harrison, atónita ante la actitud impasible de Dexter. Cuando descubre que Dexter decide no contarle a los niños lo que ha ocurrido con Rita hasta que regresen, le plantea que, pese a lo que está pasando, debe ocuparse de algunos asuntos referentes al funeral de Rita.

Ella, quien aún lidia con el dolor por la pérdida de Lundy, se ve obligada ante la inoperancia de su hermano, quien ni siquiera es capaz de ocuparse de escribir unas palabras de homenaje a Rita, a dar un paso adelante y ocuparse de todos los preparativos. Sorprende verla aguantar de ese modo, más cuando recordamos cómo se vino abajo en la anterior temporada poco después de morir Lundy.

Pero evidentemente, hasta ella tiene un límite, y en este episodio vamos a ver a varios personajes alcanzar el suyo. En este caso, Deb, quien, sin Anton, sin Lundy, y con un hermano prácticamente zombie, se siente sola, carente de cariño, estalla. Primero son las lágrimas las que aparecen, al hablar sobre cómo es incapaz de soportar la presión de tener que ser la fuerte, para acabar buscando ese cariño en los brazos de Quinn. Debra ha explotado, y ese es el resultado. De todos modos, es algo puntual, y cuando han terminado, Deb se muestra agresiva con Quinn, y tiene mucha prisa por marcharse de allí, sabiendo que ha cometido un error.

Consecuencias.

En ese momento, Quinn aprovecha para interrogar a Elliot, el vecino, quien le revela que Dexter le golpeó cuando se enteró de lo de su beso con Rita. Todo eso se suma a las sospechas que el agente ya tiene, y le anima a seguir adelante con sus pesquisas.

Con todo esto, Dexter se encuentra en la mira de Quinn y del FBI. Las sospechas son grandes, debido a la falta de reacción de Dexter, al "He sido yo" y a detalles sospechosos como la llamada a urgencias, en la que Dexter describe con precisión técnica y con una voz seria y neutra la muerte de Rita. En ese momento vemos que la acostumbrada precisión y minuciosidad de Dexter le han fallado, han sido una desventaja. Y el que no acuda al interrogatorio del FBI no dirá mucho en su favor.

Disney.

Qué gran escena. Este trocito de episodio merece un pequeño apartado, por el modo tan horrible en el que Dexter da la noticia a los hijos de Rita y a sus padres. Los niños vienen felices tras su viaje, con un gorro de Mickey Mouse para Dexter y otro para Rita, ante lo cual él no tiene otra opción que contar la verdad.

El modo en que lo hace, despacio por momentos, y soltando el data "la mataron" bruscamente. Con el gorro puesto, viendo sólo el rostro de Dexter mientras escuchamos los lamentos y el llanto del resto, y terminando con ese "sorry for your loss" que usa como último recurso imitando al hombre de la funeraria, todo eso, nos deja una escena que provoca angustia y una tristeza inmensa. 

"Astor está enfadada. Me regalaron un sombrero". Así lo define Dexter.

El impacto en el resto.

No menos importantes que Dexter y Deb son aquellos que les rodean, a quienes, evidentemente, la muerte de Rita afecta de diversos modos.

La teniente Laguerta parece la más afectada de todos ellos, o al menos la que más lo demuestra. La propia actriz ha dicho en entrevistas que Laguerta siente a toda la comisaría como una familia, y por tanto la pérdida de Dexter como suya propia. De ahí que relegue el caso al FBI, para alejarlo de sus compañeros y evitarles ese dolor añadido, pese a que no compartan su decisión. Además, al final descubrimos que su motivación para esa decisión es la de no recordar el día de su boda con Ángel como el día en que Rita murió, y por eso alejó de ellos la investigación.

Ángel Batista es el que mantiene la cordura sobre el modo en que afecta a la comisaría este asesinato, intentando hacer entrar en razón a su esposa. Pero Ángel también tiene ese sentimiento de "familia" que Laguerta siente, y se niega a considerar que su amigo Dexter pueda haber tenido algo que ver.

Quinn, como ya hemos dicho, mantiene la cabeza fría y va poco a poco atando cabos en lo que se refiere a los confusos y sospechosos detalles que rodean todo el asunto. Eso probablemente hará que caiga en desgracia ante los que se niegan a considerar eso, como pueden ser Laguerta y Batista. Pero Quinn, que es un hombre tenaz, no ceja en su empeño, y seguramente se convierta en un adversario temible para Dexter.

Masuka, quien, recordemos, había visto a Rita y Elliot besarse, parece compartir en cierto grado las sospechas de Quinn, y además se culpa por haber contado a Dexter lo que presenció. De cualquier modo, continúa teniendo la "habilidad" de decir cosas en el momento o del modo más inoportuno posible, como el "La he imaginado desnuda miles de veces, pero nunca así" ante el cadáver de Rita en la bañera.

Astor, con quien Dexter tuvo dificultades la pasada temporada, ahora siente un comprensible odio hacia él, por no haber protegido a Rita, y por aparentar que no le importa su muerte. "Desearía que tú estuvieses muerto", esa frase resume lo que siente. En cuanto a Cody, apenas hemos podido ver cómo ha afectado al pobre niño, pero es de esperar que sea desolador para él.

El abandono.

Su experiencia en la funeraria, la visión de "lo que hacen las personas normales" hace que Dexter se plantee profundamente todo aquello que está haciendo. Sabe que él tuvo la culpa de todo, que sus mentiras hacia Rita provocaron eso, y, confesándoselo a Harrison, se da cuenta de que él envenena a todos los que están cerca, y decide poner fin a todo rastro de su vida pasada. Por eso, mientras Deb le enumera todo lo que tiene que hacer referente al entierro de Rita, Dexter enumera mentalmente lo que debe hacer para enterrar a su pasajero oscuro.

Dejar atrás toda esa vida implica también alejarse de sus seres queridos, y eso incluye a su hijo, a su hermana... a todos. Por eso, Dexter pide a Deb que sea lo que Harrison necesitará, que haga el papel de madre con él. Y cuando Deb sugiere que Dexter es alguien bueno y decente, él lo niega, sabiendo que no es así. Se abrazan, y podemos pensar que eso le hace cambiar de idea, pero Dexter ya ha tomado una decisión.

De un modo cobarde, sin despedirse ni nada, decide dejar a Harrison con una vecina que alimenta al pobre bebé con helado, y desaparece, faltando a su interrogatorio con el FBI.

Su primer paso en esa huida es el de despedirse de Rita, visitando su cuerpo y explicándole su decisión. En ese momento, cuando ella no puede oír, es cuando decide ser honesto con ella y contarle la verdad. Cuando ya es demasiado tarde.

La siguiente parada, el container con sus cosas, con todo lo que le define, con todo lo que fue. Vemos que se niega a dejar todo atrás, que conserva sus herramientas y trofeos, que quizá, pese a todo, sea el mismo de siempre, aunque en otro lugar. Que quizá se aferra a la esperanza de que Harry aparezca y le haga cambiar de idea. Pero no lo hace. No lo hace, porque Harry es una parte de la mente y la razón de Dexter, y ahora todo eso se encuentra bloqueado por el peso de la culpabilidad. Así que, tras ver arder casi todo su pasado, es hora de desaparecer. Y, de un modo irónico, elige el mar como vía de escape, el mismo mar en que ha hecho desaparecer a tanta y tanta gente.

Recuerdos y sentimientos.

Parte de ese profundo replanteo que Dexter hace de su vida viene de la mano de los recuerdos, en concreto de un par de flashbacks que nos muestran cómo fue la primera cita entre ambos.

Como Dexter dice, le mintió desde el principio, algo de lo que nos damos cuenta cuando vemos que Dexter aprovecha la cita para "cazar" a uno de sus objetivos. El contraste entre eso la tímida y dulce sonrisa de Rita, el brillo de ilusión en su mirada, y sabiendo las heridas que ella trataba de cicatrizar hacen aún más doloroso el regreso al presente, y el pensar en que los actos de Dexter condenaron a esa pobre mujer a su horrible final.

Debra le dice en un momento a Dexter que sabe que él jamás le habría hecho daño a Rita, y que ella siempre dijo que tenía mucha suerte por haberle encontrado. Debra no conoce la verdad, ni tampoco lo hacía Rita, una mujer dulce y llena de ilusión por dejar atrás las heridas del pasado.

La primera cita de Dexter y Rita estuvo a punto de quedar en nada debido a la "ocupación" de Dex. En ese momento, el "pasajero oscuro" se interpuso por primera vez entre ellos. Esa vez habría podido separarlos sin consecuencias horribles para ninguno. Pero no fue así, y cuando finalmente lo hizo, resultó del peor modo posible.

Pero, del mismo modo que esos recuerdos inducen la culpa y ese bloqueo, serán la llave para salir de ello. Tras ver una bonita escena en la que Dexter, de un modo algo tosco socialmente (básicamente respondiendo "yo también" a las bonitas palabras de Rita), consigue reparar lo que fue la desastrosa cita, sabemos que algo empezará a aflorar en él.

Ver de nuevo a esa Rita del principio, tan frágil, tan herida, pero tan llena de esperanza por una nueva vida, resulta doloroso y triste, y también algo que nos dice cómo ella ha sido el lazo de Dexter a la humanidad, a los sentimientos... Dexter era prácticamente incapaz de tenerlos antes de que ella llegase, y su habilidad social era básicamente nula. Rita le hizo crecer en ese sentido, mientras que él hizo lo mismo con ella, ayudándola a olvidar, a volver a nacer. Ahora eso terminó, la nueva vida de Rita se acabó, y Dexter, debido a esa "sobrecarga" que le bloquea, vuelve a ser algo parecido a quien era antes de conocerla.

Pero todo tiene un límite.

El regreso.

Dexter, como él mismo dice al final de este episodio, siempre consideró que, antes de conocer a Rita, no era humano. Pero ella le enseñó a desarrollar algo de humanidad. Y, pese a su inactividad en ese sentido durante todo el episodio, incluso alguien como Dexter tiene un límite, un momento en el que explota. Y, ese tipo de explosión, que en el caso de Debra le hizo lanzarse en los brazos de Quinn, aquí se convierte en una inusual violencia y pérdida de control que acaba con la vida de un arisco hombre que se atrevió a insultar a Dexter y, peor aún, a la memoria de Rita.

Finalmente, tras esa explosión, el bloqueo desaparece, y Harry hace acto de presencia, remarcando que esa monstruosidad es la primera cosa humana que hace desde la muerte de Rita, y animándole a mostrar sus sentimientos, haciéndole ver que su gente le necesita... y él los necesita a ellos.

Y entonces Dexter decide aceptar eso y regresar con su gente, a tiempo para el funeral de Rita (y para evitar que Quinn cuente a Deb sus sospechas). Dexter regresa con su hijo, regresa con su hermana, y regresa para dar la despedida a Rita con un emotivo discurso, en el que declara su intención de permanecer con su gente, de intentar redimirse por sus errores, cuidando de su gente.Y sobre todo, lo más importante, reconoce, aunque para sí mismo, su amor por ella.

"Ella tenia un corazón inmenso, lo suficientemente grande para nosotros dos. Tenía que serlo. Yo ni siquiera era humano... cuando nos conocimos. Nunca esperé que eso cambiara, pero ella buscó y encontró algo que yo ni siquiera sabía que estaba ahí. Ella nunca hizo daño a nadie. Era inocente. Y ella tuvo una muerte violenta y... y no puedo... arreglarlo. Pero sé que tengo que intentarlo... aquí en Miami con la gente que la conocía y quienes... quienes... se preocupaban por ella. Y quienes la amaron". - "Como yo lo hice".

Opinión.

Comentando el episodio con un amigo, ambos estuvimos de acuerdo en pensar que este "My bad" es una especie de epílogo de la cuarta temporada que a su vez sirve de prólogo de la quinta. En este episodio Dexter siente el peso de la culpa, y de una serie de sentimientos que le superan, haciéndole vivir una situación que nunca antes había vivido. Y aparte de ser algo nuevo para Dexter, es algo nuevo para nosotros.

Este "My bad" consigue algo excepcional, hacernos sentir, en todo momento. Ya sea tristeza, compasión, angustia, rabia... todas las escenas nos dicen algo, todas las interpretaciones, todos los momentos. El contraste entre los flashbacks (que simbolizan el "nacimiento" de una vida nueva para Rita, y de cierta humanidad para Dexter) contrastan con el presente (que es todo lo contrario, el fin de todo eso) y dejan una sensación desoladora. En resumen, todo el episodio nos mantiene con los sentimientos a flor de piel, todo lo contrario que el propio Dexter.

Las interpretaciones son, como siempre, destacables. Junto al magistral trabajo de Michael C. Hall hay que destacar el de Jennifer Carpenter, Lauren Velez y Julie Benz, quien nos ha hecho volver a ver y sentir a esa dulce e inocente Rita de la primera temporada, que llevaba ya tiempo olvidada.

Ese conjunto convierte esta premiere en un impresionante episodio, que, personalmente, deja una buenísima sensación y alivia mucho ese "miedo" tan comentado a que esta temporada no esté a la altura de la anterior. Evidentemente, habrá que ver cómo se desarrolla antes de opinar sobre eso, pero por ahora, esta premiere abre una gran esperanza. Dicho esto, sólo queda esperar a la próxima semana, para disfrutar de otra hora más con esta gran serie.