The Big Bang Theory 9x01-The Matrimonial Momentum: Review





Finales de septiembre igual a regreso de las series franquicia de las cadenas norteamericanas. Y The Big Bang Theory no puede ser menos. Por noveno año, el universo estaba en un estado denso y caliente cuando…

Los que lleváis leyendo estas reseñas desde que empezamos a publicarlas aquí en LLEGARON PARA QUEDARSE no os sorprenderéis cuando os reconozca que no estoy precisamente convencido con esta novena temporada. Ya las temporadas anteriores acusaban un grado de cansancio y de ir con el piloto automático preocupantes, y alargar la cuestión durante nueve años no suele ser precisamente lo más adecuado para un asunto que depende tanto del ritmo como una comedia. Y esta season premiere no ha contribuido especialmente a quitarme esa sensación. Pero también es cierto que, por la razón que sea, llamadlo cariño, llamadlo rutina, me he acostumbrado a tener mi ración semanal de Sheldon y compañía, y que algo tendrá cuando no puedo dejar de ver sus capítulos y compartir con vosotros mis impresiones de los mismos. En fin, es lo que tienen las adicciones, que es muy chungo desengancharse de ellas.



Leonard y Penny se han casado. Os lo recuerdo por si no os habéis dado cuenta durante el capítulo. Vamos, igual que les ha pasado al resto de la pandilla. Porque la cosa ha sido tan rápida, tan fría y tan anticlimática que no me sorprendería que a alguno se le hubiera pasado. Es verdad que es una forma bastante original de presentar la boda de los dos personajes principales, lejos del capítulo especial que suelen tener todas las series cuando hay un acontecimiento similar (lo que suele pasar en prácticamente TODAS). Pero más allá de ello, lo que tenemos es que todos los problemas que venían arrastrando no desaparecen por arte de magia cuando se dicen el “Si quiero”. Cosa bastante lógica, por otra parte. Y el elefante en la habitación es demasiado grande como para ignorarlo. La infidelidad de Leonard le va a pasar mucha más factura de lo que pensaba, más cuando no puede evitar soltar que  sigue viendo a la susodicha en el trabajo. Leonard, la sinceridad es una de las cualidades más apreciables, pero también el cuándo hay que cerrar la maldita boca. Y de eso nunca has sabido mucho, majete. No voy a entrar a juzgar la reacción de Penny, cada uno tiene sus razones perfectamente válidas para actuar como ha actuado, pero lo cierto es que el resultado ha sido que ambos han empezado su vida de casados con una bronca descomunal y yéndose enfadados cada uno a su apartamento, separados en la noche de bodas. Ideal, oiga. Eso sí, no todo podía ser desagradable e incómodo en esta trama, y en el momento de pronunciar los votos nupciales hemos visto el amor que realmente se profesan el uno al otro y lo profundamente que se conocen. Francamente, no encuentro mejores votos que “You’ve got a friend in me” de Toy Story.



Pero claro, también teníamos que enfrentarnos en este inicio de temporada con el gran cliffhanger que nos dejó la anterior. La ruptura de Amy con Sheldon justo cuando éste iba a pedirle matrimonio. Obviamente Sheldon sólo puede reaccionar de una forma ante una situación así: obsesiva e infantilmente. Por supuesto que no va a conceder a Amy el tiempo que ella necesita, y por supuesto que no va a ser capaz de comportarse de manera que sea capaz de comprender las necesidades de ésta. Sheldon Cooper y empatía son dos términos antitéticos. Y por mucho que Mary Cooper le anime a mantener el anillo en su poder con la esperanza de utilizarlo pronto, la situación no está precisamente para tirar cohetes. Y menos cuando el resto de la panda se alinea, comprensiblemente, con Amy y le invitan a ver con ellos la boda, dejando a Sheldon de lado. Como le dice Penny en esa discusión final, no ha sido el mejor novio del mundo y todo lo que ha pasado ha sido su culpa. Pero por supuesto el descomunal ego de Sheldon le impide ver lo que es cristalino para todo el mundo. Tiene pinta de que la temporada va a girar en torno a la recomposición de la relación entre las dos parejas principales, siguiendo los estándares de cualquier comedia romántica. Lo bien o mal que les salga depende de la habilidad de guionistas y productores para no caer en los estereotipos vistos una y mil veces, y no perder la identidad de la serie. Mientras tanto, yo seguiré poniendo mis esperanzas en mi pareje favorita, Howard y Bernadette. Por supuesto, chicos, vuestra boda –y vosotros en general- machacasteis a la boda de Penny y Leonard. Vosotros sí que moláis. A todo esto, Raj bien, gracias.


COMPÁRTELO

Sobre los comentarios:
El equipo de Llegaron Para Quedarse se reserva el derecho de eliminar todo comentario que contenga:
- Agravios hacia comentaristas y/o responsables de la página.
- Links externos sin autorización.
- Cualquier contenido que pueda considerarse inapropiado.

0 comentarios :