The Big Bang Theory 8x01 - “The Locomotion Interruption” & 8x02 - “The Junior Professor Solution”: Review


Por Alex Crespo.

Llega septiembre, se va el verano, y vuelven las series. Esto es ley natural. Y quién mejor va a conocer de leyes científicas que los chicos de The Big Bang Theory. Por octavo año ya, el Universo estaba en un estado denso cuando…



Una de las características de Big Bang Theory –si es una virtud o un defecto lo dejo a vuestro juicio- es la escasa evolución que la serie ha mostrado en las anteriores siete temporadas. Y el doble inicio de esta octava no va a ser una excepción. Ya en ocasiones anteriores nos dejaron con un cliffhanger a final de temporada que parecía que podría tener cierta repercusión en el devenir de los personajes en la siguiente, para luego pasados apenas unos pocos minutos de la premiere de la temporada siguiente todo vuelva al statu quo anterior. Me viene a la mente aquella temporada en la que Raj y Penny amanecieron juntos en la cama, lo que parecía iba a provocar un cataclismo en la panda, y luego todo siguió adelante como si tal cosa. Repito, no voy a juzgar si es algo bueno o malo. Es una de las señas de identidad de la serie y supuestamente por eso nos gusta. Bien, pues eso es lo que tenemos en este arranque de la ya octava temporada de Big Bang Theory: vuelta a lo de siempre. El “viaje iniciático” de Sheldon por todo el país (más bien por las estaciones de tren del país) finaliza abruptamente en Arizona, en calzoncillos y a lo loco. Y no os vayáis a creer que esa experiencia y ese tiempo viajando sólo ha provocado en él ningún tipo de “revelación” o cambio en su forma de ser. Por supuesto que no. Así que de nuevo tenemos al Sheldon infantil y egocéntrico de siempre de vuelta a Pasadena, al apartamento con Leonard y a la Universidad, aunque sea de profesor. Y por supuesto, sin dejar de abusar psicológicamente de Amy, la mujer más devota y paciente sobre la faz de la tierra. Si los guionistas se atrevieran, e imagino que en algún momento tendrán que abordar esa trama, harían que Amy cortase con Sheldon. Sería muy interesante ver cómo harían que Sheldon viviese esa experiencia. Aunque claro, como hemos dicho, seguro que al capítulo siguiente todo se resolvería de alguna forma para que siguiera todo igual. Evolución cero.


Porque al fin y al cabo, los productores de la serie piensan, y según los datos de audiencia con buen criterio, que lo que la gente quiere de Big Bang Theory es que los personajes mantengan su esencia característica mientras se desgranan gags. Y efectivamente, es lo que hemos encontrado en esta doble premiere. Si en realidad, el mayor cambio ha sido el peinado de Penny. En ambos capítulos hay un buen puñado de gags de calidad, probablemente más en el segundo que en el primero. Entre lo más destacable, el final de la entrevista de Penny con su nuevo jefe confesando ambos el terror que les inspira la pequeñita pero muy matona Bernadette. Y ya creo que les entiendo, madre mía. Tampoco ha estado nada mal el nuevo capítulo en la guerra Howard-Sheldon, de la que espero nuevas entregas, y que por un rato nos ha devuelto la parte más friki por el lado científico de la serie, que estaba un tanto descuidad. Pero quien creo que se ha llevado el gato el agua en el estreno ha sido Amy. Su protagonismo en el primer capítulo, y su trama en el segundo explotando en su beneficio esas “discusiones de chicas” que por un momento la convierten en la más popular ha sido de lo mejorcito, con la guinda del momentazo oreja en la puerta y huída a la carrera por la escalera. La mayor carcajada que he soltado durante el doble episodio.



Por el lado más flojo, tenemos la trama entre Stuart y Howard, que creo que no se le ha sacado mucha chicha y está mal resuelta. Lo de la transposición de la charla padres-hijo adolescente está un tanto visto ya. Raj no ha destacado apenas en ninguno de los dos capítulos. Y qué vamos a decir de Leonard ¿Alguien se ha percatado de su presencia? Pues eso. Si le van a pagar un millón de dólares por capítulo por eso, pues en fin. Sea como sea, aquí tenemos de vuelta un año más a los cuatro científicos raritos y a sus tres amigas. Y si todo sigue como está previsto, los tendremos un par de años más. Ojalá que sea algo más que estirar el chicle y no se haga largo. Y además, a algunos actores se les está notando ya demasiado la edad para seguir haciendo de recién treinteañeros. Que lo de Jim Parsons ya clama al cielo…

COMPÁRTELO

Sobre los comentarios:
El equipo de Llegaron Para Quedarse se reserva el derecho de eliminar todo comentario que contenga:
- Agravios hacia comentaristas y/o responsables de la página.
- Links externos sin autorización.
- Cualquier contenido que pueda considerarse inapropiado.

0 comentarios :