The Big Bang Theory 7x18 - “The Mommy Observation”: Review
Por Alex Crespo: Raj monta un juego de los suyos mientras que Sheldon aprovecha su estancia en Texas para visitar a su madre. Claro que lo que encuentra no es lo que se espera…
Comienzo esta review con una noticia que a estas alturas ya seguro que conocéis: la cadena CBS ha renovado The Big Bang Theory hasta 2017. Así que nos vamos a ir a las diez temporaditas de nada de la comedia de los nerds. Los datos de audiencia (es la comedia más vista de la cadena) avalan esta renovación. Pero personalmente, no sé decir si me alegro o no. Por un lado, siempre es bueno saber que vamos a seguir disfrutando por unos años más de estos personajes que ya forman parte de nuestras vidas. Pero por otro, me parece que es estirar el chicle peligrosamente y correr el riesgo de acabar cayendo en la monotonía y el tedio. Vale que esta temporada está teniendo un buen nivel general, pero por supuesto está muy lejos de la brillantez de temporadas anteriores. Y sobre todo, no sé qué implicará a nivel de la evolución (o no) de los personajes. A día de hoy, me inclino por pensar que una renovación tan a la larga es un error, en una serie que empieza a dar muestras de agotamiento de la fórmula y que necesita aire fresco.
Y lo digo porque llevamos un puñado de episodios que, sin ser para nada malos, tampoco es que sean la panacea de las risas. Y este es un ejemplo. Bien que la aparición de Mary Cooper siempre sea más que bienvenida, pero no ha sido la mejor de sus intervenciones, pese a que la situación daba para ello. La pesadilla de cualquier hijo es pillar a sus progenitores “dándole al asunto”, y cuando se trata de la mente infantil de Sheldon esto se eleva a la enésima potencia. Aunque no sé yo qué es más traumatizante: si pillar a tu madre en actitud cariñosa hacia otro hombre, o que Sheldon de una charla sobre sexo. Destaco en esta parte del capítulo a Howard, que ejerce el papel de voz de la razón y apoyo hacia su –más o menos- amigo. Es impresionante lo que ha crecido Howard temporada tras temporada (no físicamente, por supuesto). Durante todo este año está revelando una madurez inimaginable en ese bajito salido bastante repugnante que conocimos al principio. Otro de los aspectos más destacados son los puyazos hacia las contradicciones de la moral ultra-cristiana que representa Mary Cooper, también norma habitual de la casa. Insisto. ¿Cuándo tendremos ese choque de trenes que supondría el encuentro Mary Cooper-Beverly Hoffstader? Ahí sí que el Universo haría ¡Bang!
La otra trama del capítulo se caracteriza por manejar dos de las constantes de esta temporada. A saber: a) desprecio hacia Raj y todo lo que haga; y b) humillación de Stuart riéndose de su soledad. Ya sabéis el “cariño” que le tengo a estas dos ideas que repiten constantemente durante la temporada, por lo que os podéis imaginar lo que me ha gustado esta parte del capítulo. De verdad, no entiendo el placer que encuentran en torturar a estos personajes, hundiéndolos cada día que pasa más y más en el fango. Y francamente, la actitud de sus “supuestos” amigos me ha resultado bastante molesta. A lo mejor los juegos de Raj no son lo más entretenido del mundo, pero al menos es el único que se esfuerza por intentar divertir a sus amigos y hacer cosas novedosas más allá de quedarse sentados en el sofá comiendo comida tailandesa. Un poquito de actitud positiva por parte de ellos creo que no estaría de más, por lo menos valorar lo que Raj intenta hacer por ellos. Se merecen que Raj les mande a paseo, la verdad. El momento más importante de esta trama lo tenemos en las (también eternas) diferencias entre Leonard y Penny. Y otra vez, la otrora adorable rubia vecinita vuelve a resultarme ciertamente odiosa por egoísta, al dar por supuesto que será su novio el que deje todo para seguirla en su carrera. Ojo, que no digo que sea ella la que lo tenga que hacer, sino que como los demás les indican, es algo que a estas alturas debería tener hablado. Por suerte, allí está el denostado Stuart para poner la nota de cordura y sensatez, y recordarles lo que significan el uno para el otro. Y se lo pagan de esa forma 20 años en el futuro. ¡Anda y que les esparraguen!
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