How I Met Your Mother 8x23-24 “Something Old/Something New”: Review

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Por Alex Crespo: Se acabó. La octava temporada de "How I Met Your Mother", la que iba a ser la última antes de la renovación a principios de año, ha finalizado. Así que hay muuuuucho que comentar en esta finale. Pero que mucho…

ELLA. THE ONE. THE MOTHER. Aquí está. Por fin. De una manera que pocos esperábamos. Con unos rasgos que pocos esperábamos. Más pronto de lo que nos esperábamos. Pero ya todo eso da igual. Tras ocho años, aquí tenemos a Cristin Milioti, “La chica del paraguas amarillo”. En dos minutos, con uno de esos montajes musicales marca de la casa, Carter Bays y Craig Thomas nos dejan la imagen que ya ha pasado a formar parte de la Historia de la televisión. El momento que todos habíamos deseado por fin ha ocurrido. Podemos debatir si hubiéramos preferido conocerla a la vez que Ted, y mil cosas más (os espero en los comentarios), pero lo cierto es que sea como sea, ya la tenemos aquí.  A partir de aquí nos queda elucubrar cómo se va a desarrollar ese encuentro entre Ella y Ted durante la novena temporada. Porque tenemos claro que no va a ser una temporada normal. Ya sólo ese cartel de “56 horas para la boda” nos hace indicar que quizá toda, o gran parte, se desarrolle en esos días previos y durante la boda de Robin y Barney.

Porque si ha habido otra cosa que nos ha sorprendido en esta dupla final de capítulos, es que no hemos visto la boda de Robarney, cuando creo que todos estábamos convencidos de que al menos “Something New” se iba desarrollar plenamente en ella. En cambio, los guionistas los han utilizado para ¿cerrar? de una vez el círculo Ted-Robin. Ted sabe que Robin es su “something old”. O más bien que tiene que serlo. Que por mucho que le duela tiene que dejarla escapar. Y si no puede, escapar él. A Chicago nada menos. Huida hacia delante que todos sabemos que no va a pasar, porque Ella ya está rondando por aquí. A un billete de tren de Farmhampton. Pero el fantasma de Robin sigue presente, y no me extraña. Por mucho que nos traten de convencer de que Robin es la pareja ideal de Barney, lo cierto es que no cuela ni de coña. En una simple mirada entre Ted y Robin hay más química que en todas las correrías de Robin y Barney juntos. Ese momento bajo la lluvia, esa lluvia que ha enmarcado alguno de los momentos más trascendentales de la pareja, cuando Robin manifiesta sus dudas sobre la boda (¡por fin!), es la esencia de How I Met Your Mother durante estos ocho años. Mister Destino mandando las señales del destino a tomar por saco mientras Madame Pragmatismo busca desesperadamente una señal que le confirme que casarse con Barney es una buena idea. El mundo al revés. Ya lo he dicho varias veces: me parece que no han sabido llevar nada bien el asunto del compromiso de Robin y Barney. Por mucho que se empeñen en meternos por los ojos lo mucho que encajan, como la escena del restaurante con la pareja pijo-abofeteable, lo cierto es que siempre me ha parecido encajado con calzador. Nunca he visto nada de química entre ellos. Y el breve momento de protagonismo que se le da a Robin en Something Old me parece muy insuficiente para el que debía haber tenido.

Y mientras tanto, Marshall y Lily empaquetando las cosas para irse a Roma. Con la ayuda del empaquetador oficial, un Ted a lo Señor Lobo que en el fondo está más preocupado de que no lo empaqueten a él en el rincón del olvido que por otra cosa. Por cierto, como ya se ha comentado mucho por ahí el famoso mapa de España y los estereotipos que muestra Ted, no voy a gastar tiempo en ello. Muy fan de la obsesión de Marshall por Bigfoot (todas esas carpetazas por supuesto que se van a Roma), y de la mamá Eriksen y su perturbadora sonrisa psicópata total ante la perspectiva de tener alejado a su pequeñín y a su nieto durante un año. Joder qué miedo. Como era previsible, algo se iba a cruzar en medio del traslado a Roma, y como muchos apostábamos, esto iba a ser la carrera judicial de Marshall. La conversación con el funcionario ha sido el momento más cómico de los dos episodios, y la decisión de Marshall la obvia, así que ya tenemos material para el típico conflicto de intereses en la pareja. 

“Something Old” y “Something New” han sido capítulos decentes, mejores que la mayoría de los de esta segunda mitad de temporada, pero tampoco de los mejores de la serie. Pero cualquier cosa que haya pasado en ellos ha quedado eclipsado por la aparición de la madre. Y os voy a decir que aunque me ha sorprendido su aspecto, me ha gustado que sea una chica normal. Ted ya ha tenido su ración de mujeres espectaculares. Pero la futura señora Mosby tiene que ser alguien que enamore a Ted por su forma de ser, no por su aspecto. Y aquí a priori han acertado de pleno. Nos queda un año para ver si, primero, la ponemos nombre, y segundo, si la incluimos en nuestras vidas como hemos hecho con Ted, Robin, Marshall, Lily y Barney. Hasta septiembre.