Breaking Bad 5x01 - 'Live free or die': Review


Ahora que se acerca la segunda mitad de la quinta temporada de "Breaking Bad", o lo que es lo mismo, sus ocho episodios finales, nada mejor que recordar con una serie de reviews lo que aconteció en esa primera mitad. Nuestro nuevo colaborador Tomás da comienzo a estas reviews.

Varios meses pasaron desde que se emitió el último capítulo de la cuarta temporada, la cual se basaba en un “juego de ajedrez” como mencionan los creadores de la serie, entre Walter White y Gus Fring, la cual concluía brillantemente, con la muerte de Fring, lo que nos trae a esta quinta y última temporada.

No nos engañaba Vince Gilligan (creador de la serie) cuando decía, antes del estreno de esta temporada, que sería la más oscura y la más loca de la historia de Breaking Bad. Una oscuridad que en su día traían villanos como Krazy 8 o Gus Fring, pero que ahora la proyecta el antihéroe de toda esta historia: Walter. Si Walt alguna vez tuvo un motivo para meterse a narcotraficante, y todos sabemos que sí, lo ha perdido de vista para siempre. Podríamos echarle la culpa al cáncer de esa transición, tan terrorífica como medida, pero entonces aparecería su ego para reclamar cuota de protagonismo.. El ego de Walt es el que nos ha traído hasta aquí y el que lo ha convertido en ese Scarface al que se refería Gilligan.


El Flashforward.


La primera escena de este capítulo titulado “Live Free or Die”, da un salto temporal hacia un futuro que no se revelara hasta más tarde este año, cuando salgan los últimos 8 episodios. En ese futuro que todavía no podemos situar en el tiempo, Walt cumple 52 años con una nueva identidad, pelo y gafas nuevas. Ya no es de Albuquerque, sino de New Hampshire, igual que su coche, cuya matrícula da nombre al capítulo. Ya no es Walt, sino que su ID dice “Mr. Lambert”. Walt parece tener mucho dinero, ya que deja cien dólares de propina por la amabilidad de la camarera y también tiene suficiente para comprarle armas a su vendedor, al que ya habíamos visto en el capítulo Thirty-Eight Snub de la cuarta temporada. Cuando se encuentran el vendedor le da unas llaves y Walt le da dinero. Cuando abre el maletero de su coche nos damos cuenta que su vida ha entrado en un callejón todavía más oscuro, sino una Ametralladora M60.

No es la primera vez que la serie abre temporada con un flash forward, ya que durante la segunda se usó ese recurso en varios capítulos, pero sí es la primera vez que saltamos en el tiempo, corregidme si me equivoco, desde que Jesse entró en rehabilitación y la serie saltó unas cuantas semanas. En cualquier caso, Breaking Bad vuelve a acertar de pleno en su presentación de la historia, ya que consigue cerrar los salvajes acontecimientos del día anterior y nos lanza a un escenario en el que estamos a ciegas. No tenemos ni idea, al menos yo, del camino que tomaremos a partir de ahora, aunque sí sabemos que no decepcionará.


Magnets!


El contraste al Walt más siniestro lo pone el Jesse más espontáneo. Pinkman también ha cambiado mucho desde que era un joven yonqui sin oficio ni beneficio, pero mantiene los pies en el suelo porque no ha hecho de su trabajo una lucha de egos, sino una opción (quizás su única opción) para hacer algo útil en la vida. A pesar de que se ha puesto en peligro y que ha tenido que matar, igual que Walt, éste sigue excluyéndolo de las decisiones importantes. Queda clarísimo cuando Walt, luego de acordarse de las cámaras de vigilancia que tenia Gus en el laboratorio y controlaba mediante su ordenador, reencontrase con Mike y tratar de idear un plan para que no caigan cuando la policía encuentre esta evidencia, debate con Mike si es muy absurda o rematadamente absurda la idea de entrar en la comisaría de policía para robar el ordenador de Gus, que los incrimina a los tres. Mike quiere salir corriendo, Walt tiene una idea suicida y Jesse, en segundo plano y distorsionado, propone unas cinco veces el uso de imanes. Pasa un buen rato hasta que los dos hombres deciden hacer caso al niño, que explica de forma visual cómo destrozar el ordenador.

Si hablamos de imanes, ninguno más grande que el que ayudó a destrozar la mítica caravana-laboratorio de las primeras temporadas, que está en el desguace que dirige el doctor Emmet Brown. Allí se cuece el plan de Jesse Pinkman, que finalmente se ejecuta por la noche, con la ayuda de una furgoneta y un pasamontañas, como los auténticos bandidos de los dibujos animados. A pesar del escepticismo de Mike, la idea de Jesse funciona y el ordenador acaba estampado en una pared.


El traspié de Ted Beneke.

Cambio de tercio para visitar el hospital donde está Ted Beneke, al que muchos ya habíamos llevado al cementerio. Ted se partió el cuello en aquel tonto traspiés, previa intimidación de Huell, el gigantón sin cuello de Saul, que había llegado allí por orden de Skyler, que a su vez estaba indignada porque Ted había decidido malgastar el dinero que le había prestado, poniendo en un serio aprieto a los White. Una cadena de despropósitos que han llevado al abogado a una situación realmente aterradora. Beneke, ahí sí que acertamos, se destrozó el cuello y aunque ha sobrevivido a varias operaciones, su movilidad se reduce por lo que vemos en este capítulo, a la cabeza.


Cualquier otro habría denunciado a Skyler hasta hundirla, a ella y a toda su familia, Y Ted tiene miedo porque, aparte, también tiene mujer e hijos a los que quiere proteger. El abogado asegura que no contará nada de todo este asunto.


Te perdono.


La mejor forma de entender esa mutación en la personalidad de Walt es su breve escena con Skyler al final del capítulo. Walt llega a casa después de su jornada laboral, y se abraza a su mujer, mientras le susurra al oído un tétrico “Te Perdono”. ¿Cómo?, Si existe una balanza de la justicia, los actos de Walt… tumban la balanza frente al error de Skyler, que metió a Ted Beneke en un juego que le quedaba demasiado grande y que, aún así, sólo la mala suerte acabó por torcer su plan.

¿En qué momento Walt puede perdonar a Skyler? Sólo en el momento en que pierde su conexión con la realidad. Walter White está tan enfangado que es incapaz de abrir el plano y recapacitar sobre su nueva vida. Y al final, protegiendo su cuello, ha perdido la cabeza. Olvida que su evolución es personal y secreta, que Skyler sigue siendo una madre de familia con un hijo enfermo y una niña recién nacida, que en la transición de “A a B” apenas ha dado un par de pasos, porque Walt está tan alejado de lo que un día fue, que ya no encaja en el escenario en el que un día hizo feliz a su gente. Más ejemplos de su personalidad: Dos escenas: una, en la oscuridad de la parte trasera del coche, después de dar el golpe en la comisaría de policía, cuando cierra de forma tajante el debate sobre si han dejado pistas “Porque yo lo digo”; y otra, en el despacho de Saul, cuando este le dice quiere terminar con él y no quiere verlo más, Walt se le acerca y le dice: “Terminamos, cuando yo diga que terminamos”

Opinión.

Excelente inicio de temporada, la temporada pasada cerraba excelentemente una historia, y este capítulo nos muestra lo que viene después de esta, y no es relleno, claro que no, sino que avanza, avanza. Me encanta la transformación de Walt, ya es puro Heisenberg debido a su enfrentamiento con Fring y veremos mucho mas de este Walt egoísta en los episodios siguientes.

COMPÁRTELO

Sobre los comentarios:
El equipo de Llegaron Para Quedarse se reserva el derecho de eliminar todo comentario que contenga:
- Agravios hacia comentaristas y/o responsables de la página.
- Links externos sin autorización.
- Cualquier contenido que pueda considerarse inapropiado.

1 comentario :