The Walking Dead: Un día en el set, parte 2

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Esta es la primera parte de un pequeño reportaje que AMC han publicado, titulado "Un día en el set de The Walking Dead", que, como bien dice el título, nos cuenta cómo se desarrolla un día de rodaje de su exitosa serie. Podéis leer la primera parte en este enlace.

A medida que los zombies se reunen en el set y Greg Nicotero envía a uno de sus trabajadores a por unos litros de sangre oscura y otros pocos de sangre más clara para arrojar por el suelo, Andrew Lincoln recibe instrucciones de cómo usar un instrumento de control animal. "Esta es la mayor locura que he hecho en mi vida", dice a la productora Denise Huth. "En esta serie, eso es decir bastante", responde ella. 

Mientras tanto, Jon Bernthal está con John Sanders, experto en armas y en atrezzo de la serie. Ha cargado un arma semiautomática con balas de fogueo que harán que el arma expulse un cartucho y tenga retroceso, pero nada de disparo. "Hay siete balas", dice Sanders a Bernthal, diciéndole que le dispare seis al torso y una a la frente. "¿Estás seguro?", duda Bernthal. "Hazlo", asegura Sanders. El arma dispara seis veces rápidamente, entonces Bernthal duda antes de disparar una vez más a la cara de Sanders. "He odiado hacer esto", dice el actor. Al preguntarle si dudará de ese modo ante las cámaras, dice "Oh, lo haré bien. Cuando la cámara está en marcha, está en marcha. Pierdes todo el miedo, la moralidad, todo".

La primera asistente de dirección,  Polly Matson, nos interrumpe. Están listos para rodar: "De acuerdo, todo el mundo", grita a los actores y equipo. "Vamos a usar munición completa, levantad las manos si queréis tapones para los oídos". Sanders da una pequeña lección de seguridad, las cámaras se ponen en marcha, y MacLaren grita acción.

Ya a la hora de comer, sentados en un abarrotado trailer con aire acondicionado, Jon Bernthal come una torre de filetes como si fuesen tortitas, porque está haciendo una dieta de proteínas. Hablamos con MacLaren sobre lo que se acaba de rodar, la mitad de lo que se requiere para una escena completa. Compleja y repetitiva, es comoun baile de 15 actores y muchos más extras, repitiendo los mismos veinte segundos una y otra vez. "Planeo todo como una operación militar", me dice, admitiendo que esta escena le está poniendo nerviosa. "No creo que consigas todo lo necesario si no lo haces así, pero también debes aceptar que no vas a conseguir todas las tomas que necesitas".

De hecho, el metraje de esa mañana es suficiente para contar la historia como la visionó el guionista Scott Gimple. Pero MacLaren hubiese preferido más "movimiento" con los extras. "Tomamos la decisión de que es hora de seguir adelante", se lamenta. "Con suerte podremos volver atrás y rodar algunas piezas más hoy".

Al final del día, el sol está escondiéndose tras un gran olmo, bajo el cual se encuentra Jeffrey DeMunn con su famoso rifle. Ha tenido poco que hacer hoy, Dale sólo se acerca a sus compañeros al final de la escena. Así que ha convertido ese árbol en su hogar. Recostado contra él, lee una novela y echa un vistazo a la acción. Comenta que, en New York, su esposa se enfrenta a su propio apocalipsis, ya que no tiene electricidad debido al huracán Irene. "Finalmente he accedido a comprar un generador", dice.

Cerca de allí, miembros del equipo preparan dispositivos para aumentar la luz solar restante y dar a MacLaren otra oportunidad de conseguir el metraje que no pudo antes de comer. Andrew Lincoln se sienta sobre una nevera, pelando una naranja. Jon Bernthal se acerca, y Lincoln le da la mitad de la fruta. Ambos están molidos, exhaustos. Se sientan juntos, masticando mientras ven el sol hundirse en el horizonte.

"De acuerdo, todo el mundo", grita la asistente de dirección, otra vez. "Vamos a rodar con munición otra vez. Levantad la mano si queréis tapones para los oídos". Bernthal y Lincoln la levantan. Lincoln se mete el resto de la naranja en la boca y se planta ante las cámaras, esperando a que MacLaren grite "¡Acción!".

Fuente: AMC Blogs